La persona correcta en el momento perfecto

Capítulo 23 | Tate

Creo que, si tuviese que elegir una fecha en la que definitivamente me gustaría volver a vivir, sería cuando tenía diez. Esa edad en la que no debes preocuparte por nada porque estás feliz con tus padres, ellos son los que se encargan de mantenerte, de hacerte sonreír, y lo único que tu debes hacer es amarlos y sonreírles de vuelta.

Sí, definitivamente a los diez no tenía idea de lo que vendría en mi futuro o de que nunca volvería a ser la misma chica jamás.

Después de mi cumpleaños número once, estaba muy feliz porque todos mis amigos habían estado en mi fiesta, la había pasado genial. Lo que no veía venir era que cuando saliera de mi cuarto al día siguiente, para revisar los regalos por quinta vez (porque a esa edad lo mejor es mirar una y otra vez tus regalos), encontraría una carta.

Algo tan simple como eso y a la vez tan desgarrador, que marcaría mi vida con un antes y un después.

Querida Tate,

No sé cómo empezar a escribir esta carta, pero solo quiero que sepas que te amo como no te imaginas, supongo que lo sabes, ¿verdad? Te lo hago saber todos los días, pero, también sabes que amo a tu madre demasiado, la amo tanto que duele. Sé que ya eres lo suficientemente grande para comprender lo que te voy a decir, siempre has sido muy madura (por cierto, también lamento que esto tuviese que suceder solo unas horas luego de tu cumpleaños). Después de que todos se fueran de la reunión, tu madre y yo fuimos a llevar a tu tío y a tu prima, ellos viven un poco lejos y no tenían quién los llevara a esa hora, así que nosotros nos ofrecimos a hacerlo. Sin embargo, no contábamos que, de vuelta a casa, un animal estuviese tirado en medio de la avenida, y tu madre, con su gran corazón como siempre, no pudo soportar verlo allí, así que salió corriendo para poder atraparlo, pero, justo en ese momento, un camión pasó... Te lo juro, Tate, ese fue el momento más aterrador y doloroso de toda mi vida, ¿sabes lo que es ver cómo le quitan el aliento al amor de tu vida? Corrí, en serio, te lo prometo, llegué lo más rápido que pude, pero ella ya se había ido y yo no sabía qué hacer. Lo pensé todo, vi nuestra vida pasar en frente de mis ojos, todos los momentos que vivimos juntos, así como los que ahora nunca íbamos a tener... Y ahora estoy aquí, escribiendo esto para ti. Mi pequeña Tate, no sé si alguna vez te conté cómo nos conocimos tu mamá y yo. De hecho, así no lo creas, ella fue detrás de mí desde el primer momento, y cuando no se dio por vencida, a pesar de mi actitud, supe que ella sería la madre de mis hijos, aunque no tan pronto. No quiero que suene mal, pero, Tate, no fuiste planeada. De hecho, llegaste a nuestras vidas demasiado pronto. Yo estaba muy asustado, no quería y no sabía cómo ser padre a los dieciocho, pero tu madre me convenció, me hizo ver las cosas de una manera diferente y supe que, si estaba con ella, cualquier cosa sería posible, pero ese es el punto, ella ya no lo está..., no sé cómo decirte esto, no quiero siquiera pensar en el gran dolor que te debo estar provocando en este momento, pero, Tate, ya no puedo, no puedo si ella no está. Hace unos días perdí mi trabajo, y me están llegando amenazas por unos errores que cometí antes de conocerlas a ustedes, y no quiero arruinarte, cariño, no quiero que tu hermosa luz se acabe por mi culpa, quiero que tengas una vida llena de oportunidades y yo, lamentablemente, no puedo dártela.

Por favor, Tate, quiero que entiendas que esto es por tu bien, le he enviado un mensaje a tu tío, él se encargará de ti, sabes que te quiere mucho, él te podrá llevar lejos. Cariño, quiero que, por favor, me perdones, no sabes cuánto lo siento. Siento ser tan egoísta, siento causarte dolor, pero te suplico que me hagas un favor, Tate, brilla. Como siempre lo has hecho.

Te diré un pequeño secreto, este será uno que nunca nadie supo ni sabrá. Tu mamá es el amor de mi vida, pero tú eres la luz de la nuestra y de todos los que toquen tu sonrisa.