La persona correcta en el momento perfecto

Capítulo 67 | Ethan

El encuentro ha sido lo máximo. Declaro oficialmente a Hawái como uno de mis lugares favoritos.

Tuvimos un pequeño contratiempo el primer día. En nuestra última escala, como era catorce de febrero, el día de San Valentín, muchas personas viajaban. Incluso, en medio del ajetreo, no nos querían dejar abordar, ya que, según ellos, el vuelo fue cancelado. Pero después de un rato de insistir y llamar a un supervisor, terminamos subiéndonos al avión.

Pasar tanto tiempo con los chicos se sintió bien, parecíamos algún tipo de hermandad y todos se llevaron bastante bien desde un inicio. Presenté a Jacob y Thomas, logrando que rápidamente se incorporaran.

Cuando me enteré sobre el encuentro, no dudé en comentárselo también a Liam. Le conté que más personas podrían incluirse y que me gustaría que los que quisieran de la iglesia de Leeds, formarán parte.

Desafortunadamente, él no pudo ya que le surgió un tema personal que debía atender, pero me ayudó para poder establecer y organizar todo.

Desde que me fui, mi comunicación con ellos ha sido buena, por lo que no tardé en comentarles la gran noticia. Todos disfrutamos a pesar del pequeño problemita. Tal vez Ben no mucho, ya que está siempre pendiente de Karla y su hijo. Matthew, a pesar de ser hombre, sí está con su mamá y las demás chicas. Tramposo Matthew.

Viajar en avión no es algo fuera de lo común para mí, por lo que me concentré en pensar acerca del fantástico lugar al cual nos dirigíamos y todo lo que haríamos allí.

No diré que el verano o la playa son mis favoritos, pero definitivamente adoro la sensación de los rayos de sol contra mi piel y sentir la brisa abrasadora pero cálida.

La cabaña es bastante amplia. De hecho, cuenta con varias habitaciones, un gran salón, una piscina y el comedor, el lugar que llamó inmediatamente al pisar el alojamiento. La comida desde lejos se veía sabrosa, y no me equivoqué con mi veredicto, de las mejores comidas marinas que he probado, sin exagerar.

Cuando pregunté por las chicas, nos comentaron que se unirían en la playa, luego de que termináramos con nuestro almuerzo.

Todo se ve increíble. El mar es demasiado cristalino y la arena se ve tan blanca y limpia. No dudé ni un segundo en quitarme, de un solo tirón, la camiseta para arrojarla a un lado y acercarme más. Varios chicos se me unieron y terminamos acordando que no nos vendría nada mal un juego.

Soy bueno en baloncesto, al menos solía serlo en la universidad, pero nunca jugué voleibol en el pasado, por lo que no estoy muy seguro de cómo nos iría.

- En este grupo vamos Ty, Toby, Jacob, John, Ethan y yo.

Me acerco a Jordan, mientras los demás siguen organizando los equipos.

- No estoy muy seguro de que me vaya bien en esto, menos si no puedo escuchar cuando me toque.

- Es un juego, amigo, no te preocupes. Si quieres, ubícate en el fondo y te encargas de los pases largos.

- Bien, ¿ahora me explicas detalladamente las reglas?

Comenzó a explicar los pases y las jugadas, pero dejé de prestarle atención a sus labios, ya que Tate apareció justo detrás de él y se robó toda mi atención.

No me di cuenta en qué momento todas llegaron aquí, pero ahora no puedo apartar mi vista de ella. No soy un hombre superficial, pero soy hombre después de todo, así que verla en un bikini es como una bofetada que no vi venir.

Se ve estupendamente hermosa. Sabía que Tate cuenta con un cuerpo hermoso, pero verla así solo me hace confirmarlo y querer admirarla. Su piel de porcelana resalta en medio de la playa, y el color de su traje de baño combina con sus ojos, por lo que, ¿qué más podría pedir?