Todo va bien por el momento. Esta es la segunda vez que voy a recoger a Tate para caminar juntos hacia la iglesia. No me imaginaba que fuera capaz de plantearme solo ir a su casa para dirigirnos allí. Mi apartamento queda, también, a unas cuadras de la iglesia, pero está al lado contrario que el de Tate, por lo que debo pasar en frente de allí, para poder ir junto a ella. Es una estupidez, pero, me había dicho que vale la pena. Jordan me dijo que lo hiciera bien, eso estaba intentando.
Aún no encuentro una explicación lógica al por qué decidí seguir asistiendo a los sermones. Mi parte racional se pega a la idea de que hago esto solo por Tate, para pasar más tiempo con ella, sin embargo, otra parte de mí, también considera que, en realidad, me había apegado a este lugar. Habían ocurrido muchas cosas allí, tanto buenas como malas, me había acostumbrado a ir, tal vez solo no quiero cambiar hábitos. Me quedaría con eso.
Estuve a punto de quedarme dormido, si no hubiese sido por la maldita alarma. El día anterior, me habían llamado muy tarde en la noche desde el hospital, al principio creí que podría ser alguna respuesta a mi solicitud de empleo, pero era respecto a la señora Bennet. Su enfermedad empeoraría si no toma los medicamentos, y el doctor me aseguró que desde, aproximadamente, un mes, había dejado de reclamarlos, me pidió que hablara con ella y los recogiera. No tuve oportunidad de preguntarle por qué me habían llamado a mí, ya que había colgado al instante. La señora Benner, hace unas semanas, ha cambiado su tutor legal, pasando de ser (el imbécil) su hijo, a mí. No le vi algún sentido, hasta que anoche me admitió que se había enterado, hace poco, que su hijo ya tenía una familia y que, de hecho, ya se había mudado a otro estado. Todo sin habérselo comentado a su madre. Ella se disculpó por haberme elegido, pero no había tenido a quien más seleccionar.
Eso me hizo sentir terrible. No podía creer lo abandonada que se encontraba ella en estos momentos, para haber tenido que acudir a un perdedor como yo. Intenté, por un largo rato, convencerla de seguir tomando sus medicinas, pero ella seguía negándose y justificándose con que su enfermedad solamente iba empeorando, que ya no tenía más razones que luchar o seguir postergando las cosas, solo quería dejar de molestarse con los medicamentos. No importó que tanto le repitiera la importancia de no abandonarlo con mis conocimientos en medicina, ella se refutó a cambiar de opinión. Así que acudí a lo que, unos años atrás, ni siquiera hubiera considerado. Le conté sobre mi madre. Cómo le había costado cada vez más, las veces que lloraba por ella, y cómo hubiese dado todo por solo un poco más de tiempo a su lado. Con mi historia, logré que la señora Bennet aceptara empezar a tomar los medicamentos, si yo mismo me encargaba de llevarlos personalmente. Después solo me dio un abrazo agradeciéndome por haberle contado y diciéndome que mi madre estaría orgullosa de mí, si estuviera aquí.
Orgullosa de mí.
Esa no es la palabra que usaría para describir cómo se sentiría ella con respecto al hombre que soy ahora. Todavía tengo ese pensamiento rondando por mi cabeza mientras espero que Tate salga de su casa.
Está hermosa.
Sé que ella siempre ha tenido ese brillo encantador, pero, solamente hasta ahora, que había dejado de luchar conmigo mismo, podría detallar, realmente, todo de ella. Lleva puesto un hoodie que combina con el profundo color verde de sus ojos. Pienso que, cuando trae el pelo recogido en una coleta, como en este mismo instante, logra resaltar todos los rasgos de su rostro. En momentos como este, aparenta muchos años menos, parece una dulce niña que mira todo con atención, mientras que, en otros momentos, por su forma de ser, parece una verdadera adulta que ha llegado al grado máximo de su madurez.
- Así que, ¿cómo va tu trabajo?
- Bien, ya estoy totalmente integrada en el nuevo departamento y, gracias a Dios, ya no debo trabajar hasta tan tarde. ¿Qué tal tú?
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La persona correcta en el momento perfecto
RomanceUn chico roto con el alma pérdida. Una chica con un pasado que la persigue. Dos almas destinadas a encontrarse. Ethan Hale no ha tenido una vida fácil. Lidiar con diferentes traumas que han ido marcando y sentenciado su camino, es una tarea complica...