El tiempo había estado pasando rápidamente. Los chicos están muy cerca de terminar las lecciones, y yo pronto podría comenzar a buscar un empleo relacionado a la medicina. Jordan y yo habíamos acomodado nuestros horarios para poder encontrarnos seguido, charlar y adelantar agenda. Él había subido de cargo y se encuentra feliz, además, me había estado contando de una chica que conoció hace poco y que le está llamando la atención.
En realidad, todo va muy bien. Ya llevo un tiempo sin pesadillas y tengo una rutina, prácticamente. Mi amistad con Tate va mejorando y realmente agradezco que no hubiese desistido en querer relacionarse conmigo. Con ella me siento tranquilo y seguro para contar mis problemas, realmente no sabía lo mucho que necesitaba tener un amigo que me escuchara y apoyara, hasta que Tate apareció en mi vida. No aceptaría su oferta en este momento, sería muy apresurado y doloroso para mí, no quiero arruinar la dirección en la que se encuentra mi vida ahora. Espero que, teniendo su compañía, me baste. Buscando nunca abrirme por completo.
Es realmente una buena amiga, siempre me pregunta cómo me encuentro, intenta a veces buscar maneras de hablar sobre mis heridas, pero aún me cuesta un poco, así que termina entendiendo las señales y cambia de tema. Definitivamente esa es una de las mayores características de esta chica, maldita sea, es demasiado paciente, no sé cómo logra soportar mis cambios de humor tan repentinos. Sin embargo, hago mi mayor esfuerzo por también ser un buen amigo, ella se lo merece.
Tate: ¡¡¡Feliz cumpleaños!!!
Yo: ¿Cómo sabes que es mi cumpleaños?
Tate: ¿De verdad no recuerdas todas las preguntas que te he hecho? En fin, ¿quieres aceptar mi invitación de hoy?
Yo: ¿Y cuál es esa invitación?
Tate: Es una sorpresa. Sólo debes aceptar dejarte guiar por mí el día de hoy.
Yo: Bien, veamos qué tienes para mí.
Tate me llevó a un restaurante y pasamos un rato con sus amigos. Son buenos chicos, además de amables conmigo. Cada vez me siento más a gusto con ellos, aunque a veces percibo ciertas miradas de presión por parte del guitarrista. Al comienzo pensaba que eran pareja, ya que él siempre está preocupado por ella y Tate se ve muy relajada a su lado, algo que he notado no es muy común de ella con los hombres, pero con él es todo sonrisas y miradas. Como no puedo mantener mi curiosidad a raya, terminé preguntando un día, sin embargo, ella me lo negó, regalándome una mirada de: ¿en serio estás preguntando? Concluyendo entonces, que el guitarrista está enamorado de ella, por lo que, sin contar sus miradas de advertencia, todo está muy tranquilo.
Cuando ya estaba atardeciendo, nos despedimos de los demás y Tate nos llevó en su automóvil al parque central. Parece que había planeado una especie de picnic, me aseguró que era su primera vez preparando postres como estos, aunque no puedo creerle, realmente estaba delicioso. Le repetí que no se preocupara cada vez que empezaba a justificarse y dudar de sí misma. Creo que eso es lo que menos me agrada de ella, cada vez que se denigra.
- Qué graciosito, hoyuelos- dice Tate mientras me asesina con la mirada.
- No, hablando en serio, no puedo creer que tú ya tienes un apodo para mí y yo no.
- Bueno, no es mi culpa que seas tan lento, además, fue muy fácil para mí. Nunca habías sonreído de esa manera, no había notado ese hoyuelo.
- Bien, pero no te preocupes, lo encontraré pronto.
Mientras terminabamos de comer, pude ver una pequeña libreta cerca de la mochila de Tate. Cuando le pregunté qué era, se puso nerviosa y sus mejillas se coloraron.
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La persona correcta en el momento perfecto
RomanceUn chico roto con el alma pérdida. Una chica con un pasado que la persigue. Dos almas destinadas a encontrarse. Ethan Hale no ha tenido una vida fácil. Lidiar con diferentes traumas que han ido marcando y sentenciado su camino, es una tarea complica...