La persona correcta en el momento perfecto

Capítulo 40 | Tate

Estoy feliz.

Creo que emocionada lo definiría mejor. Si fuese posible, diría que había asustado a Dios en la charla que acabamos de tener, porque, a pesar de que él ya lo sabía, no puedo parar de repetir lo contenta que estoy y cómo, después de al fin haber terminado la canción, ya quiero que se pueda dar a conocer.

El tiempo que tuve, antes de que llegara Ben para nuestra sesión, lo dediqué a cantar la canción con toda mi alma, y sin importar que mis vecinos pudiesen pensar lo rara que era, quería que mis personas favoritas pudieran escucharla y saber que siempre los tengo presentes y en mi corazón.

- Perdóname, Tate. Tuve que esperar a que Matthew se durmiera- Ben parece un poco agitado y, si mi vista no falla, podría decir que sus ojeras muestran que ha tenido problemas de sueño últimamente.

- No hay problema, Ben, no puedo esperar para verlo. Ya va para el mes, ¿verdad?

- Sí, pero cuando te sientas lista. No hay presión- Sé que lo dice en serio, y realmente lo aprecio. Pero he progresado mucho. Ese pequeño es hijo de grandes personas y un milagro de Dios, lo quiero ver en persona lo más pronto posible.

- Lo sé, pero en serio he mejorado. Junto con Bree, nos hemos acercado totalmente a los pequeños. Puedo cargar, oficialmente, a todos los bebés. Y sé que me falta poco para poder interactuar normalmente con las mujeres embarazadas.

- Eso me alegra demasiado, entonces la próxima traeré a Matthew conmigo. Por cierto, ¿cómo vas con los chicos?

Le regalo una gran sonrisa, pensando en que no fue muy difícil mejorar mis saludos con los chicos. Ellos son muy respetuosos y los conozco bien, así que el problema podría ir más allá de ser solamente hombres, tal vez debo entrenar a mi cerebro para reaccionar a situaciones que me agobien. En el momento en que me quedo paralizada, es cuando siento que un hombre quiere aprovecharse de mí, quiere hacer algo que no me gusta. Pero con el tiempo, según él, llegará el momento en que pueda decir un no firme. Espero que así sea.

También le comenté a Ben que ya terminé mi canción. Él estaba muy al tanto de mi composición y, en el pasado, me había pedido cantarla en una reunión para darla a conocer. Le conté también, cómo, por casualidad, Ethan fue el que terminó la canción, y cómo desearía poder cantarla con él. Debajo de las estrellas, sentí que la canción nos pertenece de alguna manera, aun cuando sé que todavía le tiene cierto rencor a Dios.

Ambos estábamos contando nuestras historias.

Cuando conocí por primera vez a Ethan en aquella fiesta, ya hace varios años, recuerdo que había un karaoke y que él se encontraba un poco ebrio, así que se dispuso a tomar el liderazgo y cantar a todo pulmón. Para mí, cantaba bastante bien, imaginaba que sobrio lo haría mucho mejor, aunque ahora no tengo ni idea de cómo lo podría hacer si no puede escuchar, no tiene la manera de identificar las notas o melodía. El otro pequeño problema, tal vez, es convencerlo de intentarlo, espero que lo haga. Quiero que ese brillo que pude ver esa noche, vuelva a hacer aparición.

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- Entonces, ¿tienes novio, Bree?- pregunta Lisa, cuando nos ubicamos en una mesa de la cafetería a la que ya recurrimos muy seguido.

- No, pero hay un chico que estoy conociendo- El chico misterioso, el cual aún no me ha presentado.

- Me gusta. ¿Es lindo?

- ¿Eso es lo importante, Lisa?- pregunto con una carcajada, a la vez que le doy un mordisco a mi pizza. No es muy bueno para mí comerla tan seguido, ya que no tengo un metabolismo rápido y odio hacer ejercicio, pero, lamentablemente, desde que la probé por primera vez, a los cinco años, se ha vuelto mi perdición. Muchos no comprenden que únicamente me gusta la pizza con piña y me niego a probar las demás. Pero quiero irme por lo seguro y seguir amando esta gran comida, siempre.