Capítulo 34 | Tate

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Realmente no esperaba eso de Ethan, pero, internamente, le agradezco por aparecer en ese momento y brindarme una mano. Literalmente.

Julián llegó hace, aproximadamente, tres semanas y, desde entonces, no ha parado de perseguirme a todas partes en el trabajo. Sobrepasó el límite cuando me siguió hasta la iglesia y terminó acorralándome. Lamentablemente, a pesar de ser un completo imbécil, no tuve las fuerzas para alejarlo o golpearlo por mi cuenta. Todavía entro en una especie de espasmo cuando un hombre invade demasiado mi espacio personal, tomándome totalmente desprevenida.

Al menos, ahora puedo confirmar que, a pesar de todo, Ethan no es un chico descarado o narcisista, pero eso no cambia que esconde muchos secretos. Sé que no le gusta hablar sobre su pasado, así que puedo asegurar que esa fue la razón por la que no preguntó acerca del mío, a pesar de que en sus ojos pude ver que realmente quería saber la razón de mi extraño comportamiento. Puedo señalar eso de él, al igual que yo, preferimos no hablar de las cosas que nos duelen. La diferencia es que, aunque tuve a alguien a mi lado para poder sobrepasar todos mis malos momentos, aún debo buscar ayuda si quiero superarlo por completo.

Me aterroriza eso, que, a pesar de no ser muy cerrada, no es un tema que cuento con facilidad. Son sucesos que marcaron mi pasado y que, pese a hacerme la chica fuerte que considero soy ahora, me entristecen y duelen contar.


No me gusta cuando, las pocas personas que saben toda mi verdad, cambiaban la mirada hacia mí, por una de pesar. Odio esa mirada en mí.

Pero, si lo quiero ayudar a ser capaz de hablar y poder avanzar, probablemente debería empezar por mí misma.

Hermano mayor: ¿Cómo estás, bebita? Sé que me has comentado acerca de la canción que estás escribiendo, y quiero saber si necesitas ayuda. Sabes que estoy para lo que necesites.

Quiero mucho a Ty, siempre está ahí para mí. Entiende cuando ya no quiero hablar sobre algo o cuando, también, me siento incómoda. Pero esta canción es mía, quiero que lo sea. Tengo como meta que nadie la escuche hasta que esté completamente terminada. Podré ser un poco testaruda por eso, pero es algo mío, a pesar de que me tome algo de tiempo en acabarla. Solo tengo que seguir esperando por esos momentos de inspiración.

Yo: Tranquilo, Ty, me estoy poniendo en ello. Pero te aseguro que serás de los primeros en escucharla cuando esté terminada.

Hermano mayor: Pues eso espero, Tate. ¿Y quién más se supone que está dentro de los primeros? ¿No soy yo el primero y único?

Yo: Duh. Pero también tengo otros amigos, egocéntrico. Además, tal vez los primeros sean el señor y la señora Thorn, me han ayudado con partes de la melodía, porque sabes que aún me cuesta un poco guiarme con las notas.


Los señores Thorn se han convertido, prácticamente, en mis padres. Desde entonces, siempre me llaman para saber cómo estoy, por mi trabajo y, bueno, ahora mi canción. Ellos sabían que necesitaba su guía musical, puedo cantar y reconocer muchas notas y arreglos, pero no todas. Descubrí que podía cantar cuando ya no era tan menor y nunca tomé clases musicales, es toda una travesía.

Yo, siempre que puedo encontrar un espacio, voy a su casa para llevarles algo de comer y charlar un poco. Ellos me entienden, saben todo mi pasado y nunca han cambiado su mirada hacia mí, eso es lo que más me gusta. Que a pesar de saber todo sobre mí, nunca me vieron con pesar, en cambio, me miran con orgullo, como lo hacía Megan. Siempre doy mi máximo, quiero que las personas que me aman sigan orgullosas.

La persona correcta en el momento perfectoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora