Capítulo 33 | Ethan

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¿Qué carajos acaba de ocurrir?

No estaba pensado en ese momento, realmente no estaba haciéndolo. Solamente sé que cuando se levantó, pude ver que tenía los cordones desatados, así que mi cuerpo actuó por sí solo. Únicamente me di cuenta de lo que había hecho, cuando noté la expresión de su rostro, posiblemente, la misma que, un segundo más tarde, yo tendría. Quizá sí hay una posible explicación lógica para eso, el problema es que ella nunca lo sabrá.

Desde que tengo memoria, mi madre y yo salíamos en las mañanas para un trote matutino. Ella aseguraba lo importante que es hacer ejercicio para el cuerpo, por lo que íbamos a trotar sin importar qué. Cuando ella se fue, se me hizo imposible dejarlo, prácticamente es una rutina para mí. Además, de alguna manera, me hace sentir más cerca de ella.

Fue incómodo más tarde, mientras nos encontrábamos en las lecciones. La estoy evitando, probablemente no había sido tan grave ¡joder! Solamente fue una atada de cordones, pero para mí había sido bajar mi guardia, por eso ella se había sorprendido también. No quiero que piense que bajé mis defensas con ella, pero tampoco voy a dar explicaciones que no quiero. Mi única salida es evitarla.

Ya estábamos recogiendo las cosas para salir, cuando veo a un joven caminando directamente hacia Tate, ella parece un poco nerviosa cuando él empieza a hablarle. Puedo notar que se siente incómoda y cómo lo manda hacia la parte trasera de la iglesia. Por su tardío regreso, me dispongo a mirar. No es por meterme en otros asuntos, pero ese tipo no se ve muy confiable. Cuando consigo ubicarlos, puedo notar cómo él está invadiendo el espacio personal de Tate y juega con su cabello. Ella está intentando alejarse, pero parece que no consigue lograrlo del todo. No estoy seguro si debo intervenir o no, puede que sea su pareja o alguien conocido. En realidad, no sé mucho de ella. Solo que es una chica persistente, organizada y, tal vez, un poco torpe y distraída.

Lo que me hizo terminar con mi puño golpeando su rostro y sacando al imbécil de allí, fue cuando su mano se ubicó en el trasero de Tate y ella pareció soltar un pequeño gruñido en desacuerdo, al mismo tiempo que sus ojos se cristalizaron.

Al volver a su lado, parecía un poco perdida a su alrededor. Por suerte, el tipo no es muy fuerte y, en algunas ocasiones, ya me había involucrado en algunas peleas. Además, tampoco parecía muy interesado en seguir intentando. Sin embargo, ella por su parte, estaba en algún tipo de shock y decepción consigo misma.

- ¿Te encuentras bien?

- Sí, solo... gracias.

Cuando Tate se alejó de mí, pude notar dos cosas: Primero, no me gusta verla tan indefensa y fuera de sí misma. Segundo, tal vez todos escondemos algo. Podría asegurar que ella también tiene cosas que la marcaron en su pasado, lo pude ver en sus ojos. 

Después de todo, Tate y yo no somos tan diferentes.

      ****************

- Entonces..., ¿hoy tuviste un mal día?- Puedo leer de sus labios mientras acaricia mi pecho.

- Solo... extraño- respondo mientras comienzo a colocarme de pie, ajustando mis pantalones.

- ¿Por qué no te quedas un rato más? Podemos charlar, si quieres.

- Sabes que no me gusta involucrarme. Además, me tengo que ir- No me encuentro de ánimo para una segunda ronda y menos para una conversación. Siento que cada vez, Emma quiere saber más de mí y no me agrada.

- ¿Seguro? Podemos pasar un buen rato.

- Adiós, Emma.

No me gusta ser grosero, sobre todo con ella, que me ha estado ayudando y se había esforzado en comunicarse conmigo de la mejor manera posible. Pero ya le he sido claro respecto al tema. Solamente es un acuerdo físico mutuo, nada personal, nada de sentimientos. No me gusta que se involucre demasiado en las cosas, así que es preferible cortarlo ahí.

Por otro lado, mi mente ha estado rondando en Tate. Me siento mal por ella y por cómo decidí tratarla. Después de lo de hoy, puede que nos llevemos mejor. Tal vez ella es más parecida a mí de lo que creía y podríamos llegar a pasar bien el tiempo juntos.

Ben: Desde este domingo, ya no se dictarán las clases como veníamos haciéndolo. En cambio, todos pasarán al auditorio principal para estar presentes en el sermón. Con el equipo de producción, ya nos encargamos de agregar subtítulos en las pantallas para que ustedes puedan entenderlo.

Yo: ¿Debo asistir a eso también?

Ben: Por supuesto, todo hace parte de tu entrenamiento. Nos vemos el domingo.

Suspiro pesadamente.

No le veo sentido al tener que quedarme a escuchar, bueno... a leer. ¡Agh! En fin, no quiero ir. Pero, por algo me están pagando y tengo que aprovechar la oportunidad.

Una parte de mí, sabe que Ben busca algo más con todo esto, tal vez quiere encontrar la forma de que pudiese ser parte de ellos. Lo que él no sabe es que mi pasado y mi conciencia me pesan tanto, que temo que ya nada pudiese cambiar mi realidad o la nueva personalidad que he adquirido. Es mejor no involucrarse, si no quieres salir lastimado. Mi nuevo lema de vida.

En ocasiones, tengo pequeños momentos en los que, antes de dormir, la carta de Megan invade mis pensamientos, o quizá solo los recuerdos que tengo de nosotros. Algo, demasiado diminuto dentro de mí, quiere hacerle caso. Intentar superar todo, buscar ayuda, pero, lamentablemente, no soy demasiado fuerte para poder tapar el dolor.

Solamente deseo poder olvidar todo, no recordarla, no recordar nada que pueda ser capaz de lastimarme aún más. Es más fácil aparentar y fingir, sin tener que dar ni una sola explicación.

A lo mejor solo soy un cobarde más, huyendo de todo. Pero estoy harto de lo que he pasado, de que siempre todo me salga mal y no pueda vivir en paz.

Definitivamente, no quiero volver a ese infierno.

La persona correcta en el momento perfectoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora