No lo puedo creer, pero él tiene razón. Es su vida y yo no puedo decirle qué hacer, ni siquiera puedo enojarme con él. Pero, en serio quiero que entienda que no está bien. Él no es creyente, o eso es lo que veo por el momento, pero ¿sin sentimientos? No tiene sentido. Además, había tenido mi segunda pelea casi sin emitir algún ruido por parte de los dos, es realmente extraño para mí.
Mi loca: Hoy es tarde de compras, te necesito en mi casa a las cuatro en punto. Puedes traer a Bree, me cayó muy bien.
Yo: Sí señora.
El mensaje me trajo de nuevo a la realidad, así que me dispuse a escribirle a Bree. Sería genial que las tres nos volvieramos grandes amigas, solo necesitamos pasar más tiempo juntas.
Yo: ¿Quieres ir de compras hoy a las cuatro con Lisa?
Mi enfermerita: ¿Por qué no? Ya requería comprar unas cosas. Llego a tu casa un poco antes de la hora.
Todos los contactos de mis amigos tienen un apodo. Una vez Meg me preguntó el por qué no tenía uno, si ella siempre me llamaba "bebita". En ese tiempo le decía que no era lo mío y, lamentablemente, nunca pude crearle uno. Ahora me gusta pensar que mis amigos tienen un sobrenombre que yo solamente crearía para ellos, así fuese únicamente el nombre que tengo guardado en mi teléfono.
- ¿Entonces ya tienes planes para la tarde?
- Sí, parece que Lisa tendrá su día de compras hoy.
- Ella es tan única- responde Ben junto a una carcajada- Pero, retomando, cuéntame, ¿cómo vamos con tu nueva área en el trabajo?
Le comenté cuánto me costó al principio, pero, al menos, ya no lloro cada vez que veo a un bebé. De hecho, ya puedo cargarlos. Sin embargo, aún no puedo acercarme a las mujeres embarazadas sin comenzar a temblar. La primera vez que me había acercado a una mujer para examinarla, estaba muy confiada de mí misma ya que había cargado varios bebés, pero, después de unos segundos, empecé a llorar y repetir cuánto lo sentía sin parar. La mujer se había asustado tanto, que ella misma me dirigió hacia otro enfermero para que pudiesen ayudarme. Aún me siento mal por ella.
Después de escuchar todas mis experiencias, Ben me afirmó que es normal tener dificultades, ya que este no es un proceso fácil o rápido, es de paciencia. Luego, decidió ponerme un nuevo reto, tiene que ver con los hombres, a los cuales no puedo reaccionar al contacto íntimo, a pesar de saber defensa personal. De ahora en adelante, debo abrazar y besar en la mejilla a mis amigos, cada vez que los salude o me despida. Así como hago con mis amigas.
Puede sonar como algo normal o muy sencillo, pero, desde ese día, me intimido cuando cualquier hombre simplemente quiere acercarse demasiado. Debo enfocarme en que ninguno de ellos es mi tío, no me van a obligar a nada. Pero, también debo de saber que, si alguno quiere tomar ventaja, no se lo puedo permitir, debo apartarlos y decir: no. Lo que debo mantener en mi cabeza es que no debo quedarme callada y no puedo seguir viéndolo como algo malo.
Ben aseguró que cuando tenga un novio, lo entendería mejor. Podré ver que el contacto físico no es malo, no me lastimará, seré capaz de reaccionar, pero todo a su tiempo. Así que empezaré por lo sencillo, yendo con mis amigos, les daré más afecto e intentaré ver en otras parejas como el contacto no es dañino, no debe ser malo si tiene mi consentimiento.
Puedo hacerlo, no es tan complicado. Ty siempre es muy respetuoso y Antony es cariñoso. El problema, tal vez, es Ethan, ¿cómo se supone que debo saludarlo así? Pero debo hacerlo. Por mí.
****************
Yo puedo.
Yo puedo.
Yo puedo.
En cuanto vi a Ethan, me acerqué rápidamente para poder darle un corto abrazo y ponerme de puntas, para poder dejarle un casto beso en la mejilla. Me sonrojé al instante y, en el segundo en que pensé que no podía estar más avergonzada, me miró con esa cara de asombro, que hace que me cuestione seguir con este experimento.
- Hola, Tate. ¿A qué se debe el agradable saludo? Creí que estabas enojada conmigo.
- No lo estoy, como dijiste: tu vida, tu decisión. Y con respecto a eso, ahora saludaré a mis amigos así- Estoy nerviosa, no puedo mirarlo directamente a los ojos. Además, ya lo había meditado toda la noche, no tengo razón válida para enojarme con él, solamente esperar que algún día tome decisiones por sí solo. Buenas decisiones.
- De acuerdo. Pero para que sepas, tenías razón. Terminé las cosas con Emma anoche.
Eso es algo que definitivamente llama mi atención, pero, por alguna razón, decido restarle importancia - Bien, ¿comenzamos?
- ¿No ibas a decirme algo ayer? Por cierto, ¿cómo llegaste a la fábrica?
- Tú me habías dicho hace un tiempo en dónde trabajas, y mmh... hoy después de la sesión con los chicos charlamos, ¿sí?
Estoy un poco nerviosa por la charla de hoy. Había decidido que es momento de decirle a Ethan que estoy trabajando con mi pasado, y que él también debería hacer lo mismo. Espero que, contándole todo lo que yo estoy haciendo, no me rechace. Además, también me alegra que terminara con Emma, no era correcto para ninguno de los dos. En situaciones como esa, alguien siempre termina lastimado.
Las lecciones cada vez van mejor, los chicos están mejorando muy rápido, estoy segura de que pronto todos tendrán el lenguaje de señas totalmente manejado. Estoy muy orgullosa de ellos, la mayoría me había comentado que quieren bautizarse y casi lloré en ese momento. Las cosas están saliendo bien.
Cuando llegó el momento de hablar, le comenté a Ethan cómo he estado tratando mis traumas con Ben, probando nuevos experimentos y charlando demasiado acerca de mis miedos y heridas. Sugerí si quisiera intentar hacer lo mismo, para que busque, de manera definitiva, una forma de superar el pasado y poder avanzar.
Su respuesta fue rápida.
- No- Okay, no lo pensó ni por un segundo.
- ¿No?- pregunto confundida. Desde las últimas semanas, nuestra amistad ha ido creciendo, ignorando los pequeños malentendidos y discusiones. De alguna manera, hemos creado nuestra propia rutina y equilibrio, y la verdad que no está para nada mal. Entonces me pregunto, ¿acaso él no se siente de la misma manera?
- No me malentiendas, Tate. Disfruto ser tu amigo, pero en este momento, mi vida está estable y no quiero involucrarme en nada más, al menos no por el momento. Mientras, ¿podrías ser tú la que me escuche y aconseje?
Está bien, creo que lo entiendo. Tiene miedo de volver a comprometerse, de envolver sus sentimientos y salir lastimado. Pero eso es algo que no puedes predecir, por eso, cada vez que tomas una decisión, debes correr el riesgo.
Además, él no me conoce del todo, yo no había estado en su vida antes de esta manera, y no me rindo fácilmente. Por el momento haré lo que él desea, le mostraré que estoy para él como su amiga, sé que poco a poco podré lograrlo.
- Bien, Ethan Hale, seré lo que necesites.
ESTÁS LEYENDO
La persona correcta en el momento perfecto
RomanceUn chico roto con el alma pérdida. Una chica con un pasado que la persigue. Dos almas destinadas a encontrarse. Ethan Hale no ha tenido una vida fácil. Lidiar con diferentes traumas que han ido marcando y sentenciado su camino, es una tarea complica...