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EPILOGO 

Tate

O eso es lo que habría pasado, si Ethan hubiese regresado.

Tardé tres meses, en dejar de llorar por cada momento, en que alguna cosa o lugar, me recordaran a él. Extrañamente, cada pequeño detalle tenía su nombre escrito, así que me fue difícil dejar de relacionarlo. Un año más tarde, era una chica diferente, no dejaba que las mínimas menciones o relaciones, me afectaran. Me dispuse a concentrarme en la banda y en el trabajo. Medio año después, tuve una pequeña crisis. Me enteré que Ethan seguía mandando cosas a la señora Bennet y que hablaba constantemente con Jordan. A pesar de lo mucho que quise ignorarlo, mis sentimientos terminaron un poco desbordados, así que acudí a los señores Thorn. También me ayudaron con un pequeño proyecto, que no paraba de rondar por mi cabeza, en las últimas semanas. Ese fue mi escape, mi distracción. Usé toda mi concentración y esfuerzo en él, todo mi tiempo.

Vuelve a ser diciembre desde su partida, y un mensaje inesperado llegó a mi correo electrónico. No tengo ninguna idea de cómo había conseguido mi dirección, pero lo más extraño, es el momento en que decidió volver a contactarse conmigo.


Querida Tate: Disculpa que este mensaje llegue tan tarde, pero quiero que sepas cuánto lo siento. Estoy muy arrepentido de mis errores y, cuando pueda, sacaré tiempo para encontrarte y disculparme en persona. Por ahora, a pesar de que tardes en hacerlo, necesito que sepas lo agradecido que estoy contigo, por todo lo que me enseñaste, y las oportunidades que me brindaste, jamás olvidaré todo lo que hiciste por y para mí. Pero, sobre todo, le agradezco a Dios por traerte al mundo, fuiste mi mejor regalo.

Te deseo lo mejor, estrellita, hasta que nos volvamos a encontrar.

Con cariño, Ethan Hale.

Puede que su mensaje no fuese muy largo o expresivo, pero dice suficientes cosas. De alguna manera, puedo notar que se encuentra bien, que está en medio de algo que debe terminar y que, después de todo, se disculpó. No lo odio, tal vez en un inicio, pero con los meses me di cuenta de que simplemente lo extrañaba y que, probablemente, me entristecía cómo seguía atrapado en su propio pasado y dolor.


- ¡Cariño! Megan está llorando y podría apostar que tiene hambre.

- Si quieres que alimente a la niña, necesito que te encargues de Oliver. Está en el comedor jugando con su regalo de cumpleaños.

- Sí, patrona.

Me planta un beso en la boca y sale de nuestro cuarto, gritando el nombre del segundo hombre del hogar. Yo me acerco a la pequeña y redonda criatura, que llora con todo el alcance de sus diminutos pulmones. Hace seis meses, esta hermosa niña, llegó a nuestras vidas y no puedo estar más feliz por ello. La tomo delicadamente de la cama y me siento en la silla, para poder ubicarla en mis brazos y alimentarla.

A diferencia de su hermano, ella está activa todo el tiempo, Oliver se la pasaba durmiendo, Megan llora y grita un poco. Él nunca me llegó a morder y dejó mi leche bastante rápido, en cambio, esta pequeña me ha pegado unos mordiscos bastante fuertes, para tener una boca tan pequeña.

Cuando supimos que era una niña, no dudamos en que su nombre sería Megan. De cierta manera, quería honrar a mi mejor amiga, y qué mejor forma de hacerlo que poniéndole un nombre tan hermoso a mi hija.

Pasé por un momento difícil en el embarazo. Además de que terminó adelantándose un mes, me dijeron que no podría producir leche. Estaba frustrada porque mi hija apenas recibía unas pequeñas gotas y no se estaba sustentando bien. Gracias a Dios, con el tiempo, mi cuerpo se fue adaptando, para producir el líquido que ella necesita.

La persona correcta en el momento perfectoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora