Capítulo 46 | Tate

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No puedo parar de pensar en lo desconsolado que se vio esa tarde Ethan. Incluso después de que los días pasaron, sigue doliendo igual. Él se comportó normal conmigo después de eso, así que decidí no volver a tocar el tema por ahora. Al menos fue sincero conmigo, y ahora cuenta con que estaría a su lado. Había estado orando por él más seguido, espero que Dios lo pudiese ayudar para aliviar su dolor y poder abrirse con más personas, que no solamente fuera yo.

- Creía que no me ibas a contestar, bebita, ¿estabas planeando ignorarme?- Seguramente estaba tan perdida en mis pensamientos, como lo he estado hace unos días, que no escuché cuándo comenzó a sonar mi teléfono.

- Perdóname, Ty, estaba un poco sumida en mis pensamientos. ¿Ya tienes noticias de tu hermano?

- No me digas que tiene que ver con ese chico. Y sí, lo podrás conocer dentro de unos tres meses.

- Se llama Ethan, Ty, lo sabes. Y me alegra demasiado, no puedo esperar.

Sé que a Ty nunca le ha caído del todo bien, ni siquiera cuando Megan nos lo presentó. Es como si él tuviera algo que logra activar el modo defensa de Ty. Por eso, no suelo hablar mucho al respecto. No es que él sea grosero, solo no quiere ser su amigo, entra en "versión protectora'' conmigo, siempre que estamos cerca. Sé que algún día lograré que se lleven bien, además, Ethan no es el mismo de antes, ha estado mejorando. Día tras día.

Por otro lado, me emociona mucho la idea de que sea oficial la llegada de Mark. Luego de algunos trámites, logramos conectarlo con el hospital en el que Bree y yo trabajamos, siendo admitido para transferirse, sin ningún inconveniente. De algún modo, al saber que seríamos compañeros de trabajo, siento que tendría una gran responsabilidad, quiero ser una hermana mayor para él como Ty lo hizo y aún es conmigo. Deberé esforzarme en el momento en que lo conozca, solo lo vi en algunas videollamadas cuando conectaba a su hermano para saludarlo. Se ve que es un chico muy extrovertido pero juicioso, como un Ty joven y un poco más hablador.

- Sí, lo sé. Solo no te estreses por cosas sin sentido, ¿okay, bebita?

- Sí, mi comandante.

Después de que la llamada finalizara, me dispuse a tomar mi computadora para buscar posibles vacantes en hospitales que acepten chicos con las condiciones de Ethan.

¡Habían pasado dos horas en vano! No encontré ningún lugar en el que pudieran aceptarlo. No esperaba que fuera tan complicado. Terminé mi búsqueda en el momento en que recibí una llamada de la Señora Thorn, en la que me invitaba a almorzar esta tarde con ellos ya que había aprendido a preparar lasaña recientemente y quiere que la pruebe. El pequeño detalle es que me pidió invitar a Ethan también, por mí no había problema alguno, las cosas entre nosotros están muy bien y deseo que pase más tiempo con ellos, que son como mis segundos padres. Lo que me causa confusión es si él aceptaría, no conozco qué tan cercano llegó a ser cuando era amigo de Meg, tampoco sé si quiere avanzar rápido conmigo, por lo que depende solamente de él la decisión.

Desde el comienzo de la semana, Ethan me había sorprendido, llegando a mi trabajo a la hora del almuerzo junto con una lonchera para que comiéramos juntos. Creo que me quedé sin habla por unos segundos, mientras lo asimilaba. Al principio concluí que él había cocinado, pero terminó aclarando que fue la señora Bennet, su vecina, quien lo preparó para nosotros. Me prometí que algún día le enseñaría a cocinar, a pesar de que no sea una experta, puedo defenderme. Debió haber venido por el comentario que hice, en el que le conté cómo tuve que comprar uno de los costosos almuerzos que ofrece el hospital ya que no había podido cocinar en las mañanas por falta de tiempo. Me conmoví por su acción y solo saber que pensó en mí para ayudarme con mi problema. Ethan logra ese efecto en mí, acelerarme el corazón y lograr quedarse siempre en mis pensamientos, él, poco a poco, ha irrumpido en mi corazón y está tomando cada vez más espacio.

La persona correcta en el momento perfectoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora