Capítulo 47 | Ethan

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Lo primero que hice al llegar a mi apartamento, fue dirigirme a la nevera para poder tomar algo. Había dos botellas de agua. Tengo que ir pronto a comprar algunos suplementos. Solo puedo sentarme en el sofá mientras bebo agua, pienso en Tate y en todo lo que pasó hoy.

Definitivamente esta chica es otra cosa, no sé si está bien comenzar a sentirme así respecto a ella. Yo no soy alguien que puede prometerle mucho, menos ser alguien que realmente la merezca. Pero no puedo negar las cosas que hace conmigo, lo que provoca en mi interior y la forma en que me altera. Sé que ella puede creer que no presto suficiente atención o que no me interesa en lo absoluto, pero no es cierto. Yo noto cada cosa de ella. ¡Agh! Eso sonó perturbador.


- Aquí están sus medicamentos. Gracias por los almuerzos, espero que no sea demasiada molestia seguir haciéndolo por un tiempo, sabe que puedo pagarle por ello.

- No te preocupes por eso, muchacho, ya has hecho bastante por mí. ¿Le gustó a tu chica? El almuerzo, me refiero.

Podría decir que la señora Bennet es un poco entrometida, y desde que le he pedido dos almuerzos para empacar, no me ha dejado de preguntar con quién comería, hasta que por fin se lo admití. A pesar de lo insistente que puede llegar a ser en ciertas ocasiones, me agrada pasar tiempo con ella, es muy amable y no me siento presionado. Además, que, de cierto modo, sé que cuida de mí. El problema es que ella solo conoce la parte de mí que le dejo ver, no sabe de todos los líos en los que estuve involucrado, o la mala persona que llegué a ser. No sabe que aún hay cosas que prefiero olvidar o ignorar de mi vida y que tengo la incertidumbre de saber si algún día podré sentirme en paz finalmente.

Me preguntó demasiado sobre Tate, cada vez que nos veíamos, así que piensa que somos pareja, y no me ha querido prestar atención las veces que he intentado corregirla. Le cuento varias cosas que hacemos, cuando no tengo tiempo de hablar con Jordan sobre eso. Por eso, no me dejó ir a mi apartamento hasta que le prometí traer a Tate el día siguiente, para que ella nos hiciera la cena. No creo que Tate tenga un problema para aceptar, pero algo me desconcierta en lo más profundo de mí, es que ella, a su forma, está acabando conmigo, lentamente.

Estrellita: ¿Cuál es tu género de película favorito? Mañana suena como un muy buen día para ir al cine.

Me gusta cuando ella toma la iniciativa, ya que, a pesar de que una de sus grandes cualidades es la ternura, sabe cómo hacer que pierda el control.

Yo: Me gustará lo que tú elijas.

Yo: ¿Después de eso, me acompañarías a mi apartamento para cenar con la señora Bennet? Ella quiere conocerte.

Estrellita: Por supuesto. Desde que hablaste de ella, también quiero conocerla.

Estar con ella es tan sencillo como escalofriante. Porque, a pesar de sentirme cómodo a su alrededor, me desconozco a mí mismo en instantes. Hago cosas sin pensar o simplemente me quedo en blanco. Por eso le doy tantas vueltas al tema en mi cabeza, no sé qué es lo que debo hacer después. ¿Es correcto tenerla a mi lado? ¿O solo estoy siendo egoísta? Peor aún, puede que ella termine siendo mi perdición, no quiero volver a ser el mismo chico de antes.


Tate dijo que era la película romántica con la que más había llorado. Tal vez no debí haberle dicho que ella escogiera, iba más por el lado de ficción y comedia. Pero ella se veía tan contenta y sentimental en la sala, que dejé pasar lo aburrida que parecía solo con el nombre, joder, ¿quién le pone a una película El amor es lindo? Por suerte, pude encontrar la forma de no quedarme dormido en medio de la función. Solo debía mirar a mi derecha, para encontrar a una Tate muy concentrada y hermosa.

La persona correcta en el momento perfectoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora