Capítulo 42 | Tate

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¿Cómo se puede estar tan feliz y confundida al mismo tiempo? Una parte de mí aún está eufórica por la presentación, todavía puedo sentir los aplausos del auditorio y cómo todos cantábamos juntos, fue realmente hermoso y especial. Pero, la otra parte, está verdaderamente confundida por lo que compartí con Ethan.

De alguna manera, había sentido una conexión muy fuerte con él al cantar. En el momento en que nuestra mirada se encontró, cuando todos aplaudían, sentí cómo se me encogía el estómago y todo mi entorno se detuvo en ese instante. No estoy muy segura sobre qué ocurrió en esa ocasión conmigo o qué era esa sensación que se formó en mi garganta, pero prefiero pensar que solo había ocurrido por la emoción del momento, había sido un momento especial entre amigos. No tiene que significar algo más.

Me dirigí, con ese pensamiento, hacia nuestra rutina de ejercicio matutina diaria. Parece que él había llegado a la misma conclusión, ya que tampoco mencionó el tema y continuó aparentando como lo habíamos estado haciendo antes.

Todo estuvo en orden esta semana. Estaba concentrada en mi trabajo, me había dado cuenta de lo mucho que disfruto estar cerca de niños pequeños y bebés, Bree me había presentado finalmente al chico misterioso, su nombre es Jordan, y ya llevan un tiempo conociéndose.

Él se encontraba en el parque tomando un café, cuando Bree se sentó a su lado para responder unos mensajes de texto. Inevitablemente, terminaron hablando cuando, por accidente, ella derramó el café sobre la bata de Jordan. Se enteraron de que ambos trabajaban en la rama de la medicina y tenían mucho en común. Fueron fortaleciendo su amistad hasta que, el día anterior a cuando lo conocí, son una pareja oficial. Él asiste a una iglesia cercana al hospital donde trabaja, me comentó que había conocido a Dios por un compañero que estaba pasando por un mal momento. Tiene un amigo, desde hace varios años, que ha pasado por muchas cosas que incluso él no sabe muy bien, ya que nunca se las contaba, pero ora todos los días para que él, algún día, pudiese ser completamente feliz. Le pregunté la razón del por qué no lo invita a su iglesia, pero afirmó que él ya asiste a una y que está, casi completamente seguro, de que hay alguien que lo ayuda. Así que él permanecería ahí para su amigo, siempre que lo necesitara.

Jordan es una muy buena persona, por lo que terminó susurrándole al oído a Bree, que está totalmente aprobado por mí para estar con ella. Sé que necesita a un hombre que la ame con todo su corazón, y por la forma en que él la mira, puedo decir que estaría bien.

Antony, Lisa y Ty me habían acompañado a visitar a Matthew para conocerlo y verlo por primera vez. Es el bebé más hermoso que he visto, tiene unas mejillas redondetas y unos ojos gigantes que se dirigen hacia todo lado. Me encariñé tanto con él, que pasé toda la tarde en la casa de Ben jugando con el pequeño angelito mientras conversaba con Karla sobre cómo está manejando la maternidad y lo feliz que se encuentra. Por suerte, Ty se quedó conmigo y me acompañó a casa, me confundí un poco cuando me comentó que había estado un poco distraída la última semana durante los ensayos y en general cuando hablamos. No entendí a qué se refería, me siento completamente bien, así que le aseguré que no se preocupara, dándole la razón al sueño y trabajo.

Todo se complicó cuando el lunes, durante nuestra lección, atrapé a Ethan mirándome atentamente mientras explicaba. Sé que intentó disimular la situación, pero ya era totalmente evidente cuando eso se repetía varias veces al día. Mi mente volvió al día de la presentación y empecé a sentirme mal de nuevo, tengo la imagen de Ethan con su mirada profunda dirigida hacia mí, su cabello un poco desarreglado y su sonrisa al máximo, mostrando esos hoyuelos que tanto me gustan. Si quiero ser sincera conmigo misma, podría admitir que, probablemente, sí me gusta Ethan Hale. Tal vez lo había descubierto cuando tenía catorce, también cuando lo había vuelto a ver convertido en un adulto en la iglesia, siendo presentado como el amigo de Meg, o fue cuando pude realmente conocer al chico roto, que se encuentra conmigo todas las mañanas para correr, a pesar de que me había dado cuenta de que no le gustaba la compañía.

La persona correcta en el momento perfectoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora