Pov Alexa
Bueno, ya no hay vuelta atrás, esto es lo último que me quedaba, aliarme con la persona que odio solo para volver con un chico.
Claro que...supongo que esta vez me tocaba a mí buscar una solución.
Después de las clases de Karate salí de los cambiadores dispuesta a ir a la cafetería donde trabajo cuando alguien se une a mi lado.
— Hola Bambi, ¿a dónde vas tan solita?
— A patearle las bolas al lobo si no deja de molestarme —respondo y él pone los ojos en blanco.
— Dios santo, sí que eres cruel, pero debemos discutir sobre que haremos.
— Es fácil, yo te doy clases, tú le hablas bien de mí a Justin, se ha dicho, caso cerrado —bromeo.
— A mi hermano no le hace falta que hablen bien de ti, pensará que estoy tramando algo.
— De acuerdo, ¿qué sugieres? —termino por ceder.
— Bien, lo primero es que me darás clases lunes, miércoles, viernes y domingo.
Hago una mueca.
— ¿Tendré que ver tu espantosa cara dos días seguidos?
— Soy yo el que tendré que aguantar tu horrendo rostro domingo y lunes —contraataca.
— A las 8 —cambio de tema antes de entrar en una discusión—. En tu casa.
— ¿No tienes miedo de ir a la casa de un hombre, sola, en la noche? —De repente se queda analizándolo—. Cierto. ¿Con lo poco femenina que eres quien pensaría en hacerte algo?
— Como te gusta buscar pelea Archer, en serio, ¿no puedes decirme tres frases consecutivas sin hacerme querer pegarte?
Una de sus comisuras se eleva.
— No. Es un don.
Niego ligeramente con la cabeza, este chico no tiene remedio.
— Bien, ¿y con tu hermano?
— Tranquila —hace un ademán con la mano—. De eso me encargo yo.
Pov Dylan
Conduzco mi auto y hago una llamada colocando mis auriculares manos libres en los oídos.
— Hermano —dice mi interlocutor.
— Te oyes mal Justin, ya debes levantar cabeza —Le digo.
— Deja de sermonearme —Se queja.
— Bueno, solo te llamo para decirte que pasaré por tu casa.
— Pero... —trata de escaparse de la situación, pero no lo dejaré.
— Nada de peros —exijo—. Estaré allí en quince minutos, nos vemos.
Antes de que proteste le cuelgo, lo siento por él, pero esto es por su bien.
(...)
— ¡¡Levántate de una vez!! —grito y tiro de la sábana con que se cubre mi hermano.
— ¡No! —responde manteniéndose tapado de pies a cabeza.
— ¿Sabes que? —dejo de tirar—. Estoy harto —saco mi teléfono—. Voy a tomarte una foto y se la enviaré a Alexa con el encabezado: "Mira al llorón de tu exnovio, sálvame de esta pesadilla".
— No te atreverías —El flash de la cámara hace que se destape y sonrío maléfico al ver la foto—. Dame eso.
— No hasta que te pongas de pie y dejes las lágrimas, esto fue tu decisión, asúmelo de una puta vez —Le digo enojado.
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Perfectamente imperfectos
Teen FictionUna chica con un pasado incierto causa la curiosidad de uno de los herederos más poderosos de la universidad privada a la que asiste. Un chico bajo la presión social de su padre tiene la ideología de que debe ser la imagen de la perfección. Un reenc...