Pov Alexa
Estas últimas dos noches casi no he dormido haciendo el plano del escenario de mi hermana, es verdaderamente agotador.
Las clases por lo menos no me dejan demasiadas tareas, o por lo menos no tanto como lo normal. El análisis de formas arquitectónicas comienza a valerme tres hectáreas y mis párpados empiezan a pesar.
Bostezo cansada y miro hacia atrás, en las últimas sillas Dylan parece tan cansado como yo.
« No veo la hora de irme y sólo llegué hace media hora. » Pienso y apoyo mi frente en la mesa mientras lloriqueo internamente.
(...)
Las clases por fin finalizan y bajo del autobús al llegar a mi parada. Al estar frente a mi casa suspiro pesadamente.
— ¿Alexa? —volteo ante la mención de mi nombre viendo a Drake.
— Hola —Lo saludo y se acerca deteniéndose a un metro de mí.
— ¿Vives cerca?
— De hecho...voy a...casa de una amiga —contesto nerviosa.
No me gustan que las personas sepan donde vivo y después estén molestando. Sólo las personas a las que les tengo más confianza saben donde resido.
Díganme antisocial, pero algo que me molesta es el sonido de la puerta cada vez que alguien está aburrido y quieren venir a joderte la existencia interrumpiendo lo que estás haciendo.
— Oh, ya veo, amm... —hace una pausa—, te lo pediría en otra circunstancia pero... —Me mira a los ojos—, ¿quisieras salir a tomar un café o...?
— Lo siento, no tomo cafeína —Lo interrumpo—. Estoy algo apurada, debo irme —comento alejándome de él.
Luego de caminar un par de calles, volteo y no lo veo. Sólo entonces regreso sobre mis pasos para poder descansar en mi casa.
(...)
— ¡Listo! —exclamo feliz al terminar el plano del escenario.
« Me pregunto si le gustará a Dylan. »
Tomo mi teléfono y marco el contacto agendado como "Odioso Imbécil♪". Un timbre, dos...
« ¿Me ha colgado? » Me pregunto incrédula y vuelvo a timbrar...me vuelve a colgar.
Frunzo mi ceño y me pongo de pie..
« Lo voy a matar. »
Enrollo el plano y tomo mi mochila colocándolo dentro junto a mis llaves y mi monedero.
Salgo de casa y voy hasta mi cochera tomando mi auto, lamentablemente el transporte público hoy estaba más que pésimo.
Minutos después llego a mi destino y bajo de mi auto cuando las rejas se abren y ya estoy dentro, es raro que Dylan aún no abra la puerta, generalmente siempre me espera en la entrada.
Levanto mi mano para tocar la puerta cuando esta es abierta y me aguanto una carcajada al notar que el pelinegro tiene algo de rimer en los ojos y las mejillas conservan rubor.
— ¿Dylan? —Lo nombro aguantándome la risa mientras escucho la canción de la sirenita sonar dentro de su casa.
— ¡¡¡Primooooo!!! ¡¿Por qué te quitas el maquillaje?! ¡Quedaste hermoso! —chilla una vocecilla.
— Creo que te quedó un poco de labial —comento llevando una mano a su mentón y limpio la comisura de sus labios de un color rojo intenso.
Alzo una ceja divertida mientras al pelinegro ya no le hace falta el rubor, sus mejillas toman un color sonrosado bastante lindo.
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Perfectamente imperfectos
Teen FictionUna chica con un pasado incierto causa la curiosidad de uno de los herederos más poderosos de la universidad privada a la que asiste. Un chico bajo la presión social de su padre tiene la ideología de que debe ser la imagen de la perfección. Un reenc...