Estoy sentado en la camilla de la enfermería mientras veo a Bambi ir entre los estantes buscando algunas cosas para curarme, me centro en el movimiento de sus caderas al caminar y al darme cuenta volteo mi vista.
— No es necesario que hagas esto —digo algo avergonzado.
— Tampoco lo era que golpearas la pared —replica y casi la puedo ver rodar los ojos.
Lo cierto es que ahora que estoy en más calma no sé como rayos le conté tantas cosas a esta chica, cosas que no me he atrevido a decir en voz alta. Sin embargo no me ha preguntado nada con respecto a mis palabras, y en parte me alivia.
Ni la enfermera ni el doctor estaban presentes pero por suerte siempre dejan la enfermería abierta por si se presenta algún caso de urgencia o accidente.
— Esto va a arder un poco —advierte tomando mi mano dañada entre la suya y con algodón y alcohol desinfecta la herida, hago una mueca que nota y se acerca un poco soplando sobre la herida—. Lo siento —dice siguiendo con su labor.
Me quedo atónito viéndola, Alexa parece tener doble personalidad, en un momento puede estar gritándome y pateándome el trasero y al otro cuidarme y protegerme.
No la entiendo.
— Gracias —expreso mientras la veo colocar unas curitas con cuidado.
— No lo menciones Archer —vuelve a llamarme por mi apellido, y me sorprendo al darme cuenta de que una parte de mí deseaba que volviese a llamarme por mi nombre.
— Oye, sobre lo de hace rato... —trato de sacar el tema pero no se me es permitido.
— No te preocupes —Me interrumpe—. En cuanto pase por esa puerta olvidaré lo ocurrido y tú también lo harás.
Ruedo los ojos, que exasperante me resulta esta chica.
— Dices que nací para ser humano, ¿para qué demonios habrás nacido tú? —pregunto burlón.
Una sonrisa torcida aparece en sus labios tras poner la última curita y se pone de pie tomando su mochila la cual había dejado en el suelo.
— Yo nací para ser la esposa de un personaje literario, pero algo falló en el proceso —Sin decir más sale de la estancia dejándome solo.
Río y niego ligeramente con la cabeza para bajar la vista a mi mano curada y sonrío.
« ¿Por qué no me sorprende? »
(...)
Al llegar a la escuela en la mañana veo a Justin frente a la pared de entrada, bajo de mi auto luego de estacionarlo y me acerco a él, observo lo que se ha robado su atención por tanto tiempo.
"Baile de Fin de Curso."
Leo aquel cartel pegado a la pared, toco su hombro llamando su atención y este voltea sorprendido, lo cierto es que aún seguía algo molesto con él y viceversa, pero en algún momento debíamos volver a hablarnos.
— Parecías estar en otro mundo —Me burlo de él.
— Yo, quería invitar a Alexa al baile —dice nervioso y siento sorpresa y algo de molestia ante esto.
— Me alegra —Es lo único que sale de mis labios en un tono frío que desmiente mis palabras, pero al parecer no le da importancia a esto.
— Creo que le debo una disculpa, tienes razón, me he comportado como un imbécil —admite.
— Ajá —respondo serio—. Debo irme —Me alejo de él irritado.
(...)
Observo a Bambi desde mi asiento, realmente me molesta. A la hora de receso me acerco a ella sentándome a su lado.
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Perfectamente imperfectos
Teen FictionUna chica con un pasado incierto causa la curiosidad de uno de los herederos más poderosos de la universidad privada a la que asiste. Un chico bajo la presión social de su padre tiene la ideología de que debe ser la imagen de la perfección. Un reenc...