Capítulo 70: Promesas rotas

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Pov Alexa

— Hola Ana —saludo entrando a la sala donde se halla en reposo mi hermana. Me siento a su lado en la camilla y acaricio su rostro con una sonrisa triste.

Al pasar de los días se ve muy cansada, como si ya no pudiese soportar más, me duele verla de este modo, y lo peor es que no sé que hacer, el doctor que puede hacer la operación aun no ha dado respuesta a pesar de que hemos insistido.

— Hola hermanita —susurra con una sonrisa la cual poco a poco se borra—. Lo siento tanto Alexa.

— ¿Por qué? —cuestiono confundida.

Sus ojos se cristalizan.

— Te he hecho pasar los peores momentos de tu vida, y ahora me estoy yendo ante tus ojos, lo lamento mucho.

— No seas idiota —La reprendo—. Tu eres lo mejor que me dio la vida hermana, y no te irás, te quedarás a mi lado, como hasta ahora —beso su frente—. Ya basta de culparte por algo de lo que ninguna teníamos el control.

— Te amo tanto —murmura.

— Yo te amo mucho más, no quiero que vuelvas a decir algo así.

— Está bien.

(...)

Salgo del hospital para dirigirme a la universidad y en ese momento entra una llamada.

— Hola Kail —saludo al descolgar.

— Novata, no se te oye bien —dice.

Suspiro cansada.

— No lo estoy —admito.

— ¿Te parece si hoy nos saltamos las clases? Darán la película de Spider man en el cine 3D.

— No sé —digo insegura, no puedo perder tantas clases.

— Vamos, el cine siempre me hace sentir mejor, tal vez a ti también.

— Vale —acepto—. Envíame la dirección y nos vemos allí.

— De acuerdo.

(...)

Minutos después ambos vemos una de mis películas favoritas en el cine, lo cierto es que si me hizo sentir mejor, por un momento logré olvidar mis problemas.

Una hora y media bastó para salir de ahí renovada.

— Estuvo muy buena —dice él.

— Lo sé, es un clásico —comento tragando una de las palomitas del fondo del recipiente.

— ¿Quieres ir a tomar algo? Yo invito, además, quería decirte algo importante —dice y estoy al punto de responderle cuando la notificación de un mensaje entra a mi móvil.

Sonrío al ver el mensaje de Dylan: "Bambi, te extraño, compraré pizza y refrescos, ¿sirve como extorción para que duermas hoy conmigo?

Ruedo los ojos divertida y guardo mi teléfono — Lo siento Kail, tengo otro compromiso —aviso.

— Oh, claro —dice con desilución y sonrío hacia él, me acerco y le doy un corto abrazo.

— Gracias por tratar de hacerme sentir mejor, me la pasé muy bien —Me despido de él para poder ir a la parada del omnibus y esperar a Dylan en mi biblioteca en su casa.

Pov Justin

Camino por los pasillos de la empresa de mi padre hasta llegar a su oficina y entro.

— Hola Justin —saluda.

— Hola —digo y me siento en uno de los sillones—. Lo cierto es que me sorprendió tu propuesta de cooperación entre ambas constructoras.

Perfectamente imperfectosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora