Pov Alexa
Las clases me están matando, tengo sueño y solo quiero regresar a casa.
Odio estudiar.
« No debiste quedarte leyendo toda la noche. »
Y en ese momento mi lado de lectora le hizo chitón a mi conciencia. Nunca me arrepentiré de desvelarle por un buen libro.
— Henderson —El profesor nombra mi apellido y me enderezo en el asiento—. Lea el siguiente párrafo —ordena
« ¿Párrafo? »
— Ammm...¿qué párrafo? —pregunto y el resto de mis compañeros ríen por lo bajo.
Él avanza hasta quedar frente a mi puesto.
— ¿De qué estaba hablando? —pregunta y solo atino a leer el tema de la clase—. Debe prestar más atención —regaña.
Ruedo los ojos y con mi lápiz trazo pequeños círculos en el aire para luego apuntarlo con este.
— Avada Kedavra.
Diez minutos después estoy en la oficina del director mientras mi profesor reclama que quería matarlo.
No sabía que era fan de Harry Potter.
Mala mía.
(...)
— ¿En serio trataste de matar al profesor? —pregunta Mónica mientras ella, Sheyla y yo merendábamos sentadas en las gradas de la cancha.
Me encojo de hombros.
— Depende de quien cuente la versión —respondo.
— Escuchamos que formas parte del proyecto del escenario de Ana —comenta emocionada Sheyla.
— Si —respondo simplemente.
— ¿Te dieron un gran proyecto y tu respuesta solo es "si"? —Mónica me mira con una ceja arqueada.
— Lex, te contrató la mismísima Ana Hen... —iba a reprochar Sheyla cuando comienza a caer en cuenta.
— ¡Son hermanas! —chillan ambas y ruedo los ojos.
« Pronto toda la universidad lo sabrá. » Suspiro cansada.
— Si, somos hermanas, ya cambien el tema —pido antes de que llamen la atención de media escuela.
— Bien, ¿qué pasa entre Dylan y tú?
Mi mirada tajante cae en la pelirroja a mi lado.
— No seas ridícula Sheyla, no pasa nada —aseguro.
— No me digas —Una voz sarcástica me sorprende y volteo hacia esta, el pelinegro junto a sus amigos están escalones más arriba de nosotras y me mira divertido—. Sé de un lugar que diría to...
No termina su frase porque mi zapato impacta su carota y se tapa esta con las manos entre una maldición.
« Tengo cinco segundos. » Pienso poniéndome de pie y llegando hasta donde mi zapato había caído escalones abajo.
— ¡Alexa! —grita y coloco mi calzado con rapidez.
Miro hacia atrás y lo veo ponerse de pie.
— ¡Corre perra! ¡Corre! —grita Mónica.
« Escapa si quieres vivir. »
Salto los cinco escalones que me faltaban para bajar cuando veo a Dylan avanzar hacia mí y escapo mientras comienzo a rezar en mi mente:
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Perfectamente imperfectos
Teen FictionUna chica con un pasado incierto causa la curiosidad de uno de los herederos más poderosos de la universidad privada a la que asiste. Un chico bajo la presión social de su padre tiene la ideología de que debe ser la imagen de la perfección. Un reenc...