Pov Alexa
— "Crees que es fácil ¿Crees que no quiero correr hacia ti? Pero hay montañas y hay puertas por las que no podemos atravesar. Sé que te estás preguntando ¿por qué?, porque podemos ser solo tú y yo dentro de estas paredes, pero cuando salimos vas a despertar y ver que era inútil después de todo" —canto la letra de Rewrite the stars mientras miro el techo de mi habitación.
Ese día Kail me encontró llorando en mi coche, iba en su bicicleta y al ver mi auto estacionado se preocupó. Trató de consolarme pero no funcionó.
Pasé días en depresión, lloraba hasta quedarme dormida y mis notas bajaron, por lo menos algo bueno salió de ese tiempo: mi hermana logró recuperarse.
Un día me desperté y ya no habían lágrimas, ya no me dolía el corazón, ya no tenía fuerzas para seguir sufriendo, en ese momento sentí en un vacío profundo, solo entonces me di cuenta, había tocado fondo.
Comencé a reír como loca, reí porque dolía demasiado como para llorar.
— "Nadie puede reescribir las estrellas ¿Cómo puedo decir que serás mío? Todo nos mantiene separados y no soy la que estabas destinado a encontrar. No depende de ti. No depende de mí. Cuando todos nos dicen lo que podemos ser ¿Cómo podemos reescribir las estrellas? Di que el mundo puede ser nuestro esta noche."
Doy un suspiro largo, tomé mi teléfono y marqué un número.
— Hola Lian.
— Linda, ¿como estás? Hace mucho no llamabas.
— Yo... —guardo silencio.
— Oye, no estás bien, ¿cierto?
— No lo estoy —admito.
— Escúchame, ahora mismo vas a tomar el siguiente vuelo a Italia, pasarás un tiempo con nosotros.
— ¿No será una molestia?
— Claro que no, Edgar y yo hace mucho queríamos invitarte, te debemos mucho, ven con nosotros.
— Gracias, nos vemos en unos días.
— Por supuesto, te prepararé una habitación.
(...)
— En serio te fuiste —Me reprende Kail a través de una llamada.
Había avisado a mi hermana que me iría por un tiempo y ella comprendió cuando le conté de mi situación, además, Chris la cuidaría muy bien.
— Necesito un tiempo alejada de todo —admito.
— Vale, pero iré a visitarte de vez en cuando, ¿de acuerdo?
— De acuerdo, nos vemos pronto —cuelgo.
Observo a Edgar y Lian caminar de las manos y me siento nostálgica. De reojo veo un anuncio y me detengo viendo este.
— ¿Lex? —Edgar me nombra y volteo hacia él—. ¿Quieres participar? —pregunta sonriente.
— No sé, hace mucho no doy clases de actuación como para participar en un casting.
— Será en un mes, Edgar puede ayudarte —dice Liam y el mencionado asiente.
— Por supuesto, seguro aprendes rápido.
— Pero...
— Nada de peros —Se queja el peliverde—. El mayor riesgo de todos es no arriesgarse.
Entonces tomo mi desición.
— Lo haré.
Pov Dylan
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Perfectamente imperfectos
Teen FictionUna chica con un pasado incierto causa la curiosidad de uno de los herederos más poderosos de la universidad privada a la que asiste. Un chico bajo la presión social de su padre tiene la ideología de que debe ser la imagen de la perfección. Un reenc...