Capítulo 22: Momento incómodo

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— Oye, ¿aquí vienes después de la escuela? —pregunto llegando a su lado, tratando de asegurarme.

— Sí, es algo obvio, ¿no crees? —responde burlona.

— ¿Pero por qué te hace falta trabajar? —inquiero confundido, la universidad que tenemos es realmente cara y a pesar de que normalmente viste con ropas sencillas las marcas que usa también son de un buen precio al igual que su móvil, no creo que tenga la necesidad de servir en una cafetería.

— No te debo explicaciones Archer —dice simplemente.

— Vamos, ¿no puedes decir dos frases sin ponerte a la defensiva? —Me quejo.

Ella suspira cansada y mantiene silencio por unos segundos.

— Simplemente... —Le presto atención—, me gusta mantener mi mente ocupada, es todo.

Entonces la observo detenidamente, tratando de adivinar que demonios oculta, hay algo en ella que hace quererte acercar, es...una tristeza en su alma, como si no pudiese sonreír sin forzarlo.

Y ahora que lo pienso, jamás he visto una sonrisa genuina en ella, excepto por cuando lee, esa es la única vez que he observado en ella una auténtica.

Voltea su vista a mí y sus ojos azules me miran con sospecha.

— ¿Qué tanto miras Archer? Me vas a desgastar.

Bufo y desvío mi mirada de ella — No te estaba mirando.

— Si claro —dice sarcástica—. Parecías psicópata.

Ruedo los ojos ante esto y me sorprendo cuando nos detenemos en la parada del bus.

— Bambi, muévete, aparqué mi coche más adelante.

— Yo tomaré el autobús.

— ¿No tienes auto?

Ella resopla y voltea a mí.

— ¿Puedes dejar de meterte en mi vida? —pregunta molesta—. No te importa lo que haga o deje de hacer, adhiérete al plan, y no te salgas de él —Sus ojos me desafían a que me atreva a replicarle.

Pero lo sé, me estoy metiendo en algo que no debería importarme.

En ese momento llega el autobús y entonces solo me da la espalda y entra en este, en silencio, la veo irse y me cuestiono que rayos estoy haciendo.

« No debería meterme en sus asuntos. » Pienso mientras sigo mi camino hasta mi coche.

(...)

Llego a mi casa y dejo las llaves sobre la mesa justo cuando suena el timbre. Camino hasta la puerta y abro las rejas automáticas para que pase, la veo caminar hacia el porche, tan impasible como siempre.

— Es hora de estudiar, busca los libros —ordena entrando a mi casa.

Cierro la puerta y voy a por lo que ha pedido. Pasan un par de horas y la observo mientras sostiene mi libreta con los ejercicios resueltos y los marca.

— Has mejorado mucho —admite—. Aún tienes un pequeño problema en la tres, enfócate en esa —Se estira y se pone de pie tomando su mochila—. Me voy.

— De acuerdo —digo recogiendo los materiales.

— Archer —volteo hacia ella—. Los domingos ya no repasaremos —avisa.

Frunzo mi ceño y la enfrento.

— Tenemos un trato, Henderson —Le recuerdo.

— Y no lo incumpliré —asegura—. Ya no tienes tantas dificultades en la asignatura, los domingos es innecesario que estudiemos juntos —Yo solo asiento con la cabeza y ella se dirige a la puerta, toma la manilla pero se detiene—. Y por cierto, no quiero volver a verte en mi zona de trabajo, toma algo para dormir, con tantos cafés no podrás descansar —Y sin decir más se marcha.

Suspiro cansado y me estiro, estas han sido las horas más largas de mi vida. Voy a darme una ducha y al salir entra una llamada a mi móvil.

— Dime —hablo cuando enciendo el altavoz y seco mi cabello con una toalla.

— Hermano, este fin de semana nos vamos a nuestra casa en la playa, ¿qué te parece?

Ruedo los ojos.

— Llevaré a alguien —Le aviso.

— Uyyy, esto será interesante, que sea linda —dice.

— Es bueno ver que ya has recuperado tu ánimo —comento colocando una camisa sobre mi cabeza.

— Si, supongo, bueno, yo también llevaré a alguien.

« Oh oh. Mala idea. »

— Amm, Justin, no creo que sea necesario —Le digo.

— ¿Si tú te vas a divertir yo no? Ni de joda.

« Esto va a acabar mal. » Pienso.

— ¿Sabes qué? Vayamos solo tú y yo, sin chicas, ¿qué te parece?

— Que rápido cambias de opinión —ríe—. Hasta mañana.

— Hasta mañana —Me despido y cuelgo.

Justin ha tratado de olvidar a Alexa de la forma más estúpida posible, pero espero haber evitado una catástrofe. Simplemente invitaré a Alexa sin que lo sepa, de todas maneras él nos hizo una jugarreta parecida hace un tiempo, es hora de devolvérsela.

(...)

Camino hacia el departamento de los profesores de Historia del Arte en horario de almuerzo, estoy nervioso, verdaderamente.

Respiro profundo antes de entrar, del resultado de esta prueba va toda la nota de mi curso.

— Archer, por fin llegas —dice mi profesor y me extiende la hoja de mi examen—. Puedes ver tu resultado.

Segundos después salgo de la oficina y cierro mis ojos con fuerza tomando valor y volteo la hoja, abro mis ojos viendo mi nota y casi se me detuvo el corazón. Froto mis ojos con mis manos y vuelvo a verlo, no, no estoy viendo mal.

— ¿Archer? —escucho una voz femenina y volteo a mi derecha viendo a Alexa—. ¿Pasa algo?

— ¡Lo logré! —exclamo feliz y me acerco a ella abrazándola, la levanto del suelo dándole una vuelta y la vuelvo a bajar—. ¡Mira! —Le entrego la hoja.

Ella parece algo impactada pero la toma y se sorprende.

— Cinco de cinco —Me mira sorprendida—. ¡Lo lograste! —chilla feliz y me da un rápido abrazo volviéndose a alejar y mirando nuevamente la nota.

Ambos levantamos nuestras manos para chocar palmas y en ese momento nos damos cuentas de lo que estamos haciendo.

— Lo siento —Nos disculpamos a la vez bajando nuestras manos y entre nosotros se forma un silencio incómodo.

Rasco mi nuca nervioso.

— Gracias, has sido una buena maestra —admito.

Una de sus comisuras se eleva.

— Lo sé —dice con aires de superioridad y ruedo los ojos.

— No te creas cosas Bambi, aún falta el examen final —Le recuerdo.

— Y también lo lograrás, imbécil —dice divertida y ambos avanzamos hasta el comedor.





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La emoción los traicionó, trabajaron mucho por ese 5

¿Qué creen que pase?

El grupo de whatssap ha crecido, lloro *Cry*

Pueden enviarme su número de teléfono y las añadiré :)

y acabamos de llegar a las 18K *Cry x2*

Hagamos algo, cada vez que subamos 10K hago maratón, ¿que les parece?

Perfectamente imperfectosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora