Camino tranquilamente por los pasillos, el lunes ha llegado demasiado pronto. Voy hundida en mis pensamientos cuando escucho una voz que me sobresalta.
— Bambi.
Volteo y llevo una mano a mi pecho con un suspiro, lo miro con mala cara.
— ¿Quieres matarme de un susto? —reclamo.
— Sólo vine a traerte esto —dice dándome un bolso.
Frunzo mi ceño y lo tomo, lo abro viendo mi ropa bien doblada dentro.
— La lavé, disculpa por la broma —pide.
Y entonces me sorprendo y lo miro.
— ¿Lavaste mi ropa? —asiente con la cabeza—, ¿también mis bragas?
Una media sonrisa se asoma a su rostro.
— Si, por cierto, muy bonitas, el encaje te queda.
Siento la sangre subir a mis mejillas ante ese dato.
— ¡Archer! —trato de sujetarlo de la camisa pero el muy imbécil ya se había mandado a correr.
« Desgraciado. »
Observo la bolsa y luego el pasillo por donde ya había desaparecido el pelinegro.
« Imbécil. »
Doy media vuelta dirigiéndome a la biblioteca.
(...)
En la hora de almuerzo tomo mi comida cuando una llamada entra a mi móvil. Sonrío al ver el contacto y tomo la llamada.
— Hola hermana —saludo.
— Lex, ¿cómo estás? —pregunta.
— Almorzando, ¿cómo va tu día?
— Con la agenda algo ocupada, pero te pediré algo —Le presto atención—. Necesito un gran favor.
— Por supuesto, dime.
— En un par de meses se hará un gran concierto en la ciudad y necesito un escenario, pero quiero que seas tú quien lo diseñe.
— ¡¿Qué?! —pregunto incrédula.
— Así es, sería tu primer gran trabajo, quiero subirme a un escenario diseñado por mi hermana.
— Pero Ana, es un gran trabajo, no creo estar lista, es algo muy grande.
— Grande es un edificio, solo te pido una tarima, por favor.
Suspiro derrotada, mi hermana nunca me pide nada, no puedo decirle que no.
— Está bien, lo haré.
Pov Dylan
Camino por los pasillos de la empresa de mi tío hasta llegar a la sala de juntas.
— Oh, ya ha llegado —expresa Héctor cuando todos voltean ante mi presencia.
Mi vista se detiene en la chica de cabello castaño oscuro y ojos azules.
« ¿Por qué se me hace conocida? »
Me siento en mi lugar asignado.
— Bien, Dylan, los presento, ellos son el dúo Sstars.
— Un gusto —La chica sonriente me ofrece su mano en un saludo y entrecierro mis ojos, tomo su mano—. Mi nombre es Ana.
— Hola, soy Christian —dice el castaño a su lado y estrechamos manos—. Tú padre nos ha hablado mucho de ti.
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Perfectamente imperfectos
Teen FictionUna chica con un pasado incierto causa la curiosidad de uno de los herederos más poderosos de la universidad privada a la que asiste. Un chico bajo la presión social de su padre tiene la ideología de que debe ser la imagen de la perfección. Un reenc...