CAPITULO 23

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ANNE

Respiro con pesadez cuando el sueño se me espanta, no quiero levantarme, a pesar de que ya no tengo sueño no quiero abrir los ojos.

Pero los abro al sentir que estoy sobre el colchón y no sobre Daniel como me quede dormida.

Me siento y miro toda la habitación pero no lo encuentro, como si lo hubiera llamado con la mente la puerta se abre, se adentra a la habitación y cierra de nuevo la puerta.

—Buenos días— camina hasta la cama y se sienta a mi lado.

—Buenos días, ¿que hacías?

—Nada, solo fui a ver si mi mamá seguía dormida pero ya se fue a su viaje— asiento lentamente.

Quiero hablar sobre anoche, sobre el trato de su mamá y todo lo que le dijo, quiero saber como se siente pero no se como preguntarle, no es un tema sencillo de tratar.

—Dani...

—No voy a hablar de eso— me mira a los ojos —Así que no digas nada.

—¿Cómo sabes que te iba a decir?

—Te me quedaste viendo mucho— ruedo los ojos.

—Solo pensaba, ademas solo quiero...

—No me gusta ese tema Anne— respira hondo —¿Tienes hambre?

—Si— se pone de pie.

—Desayunes entonces.

—Yo no sé cocinar— confieso.

Toda mi vida he tenido a alguien que me hace el desayuno, la comida y la cena, jamás he cocinado.

—Yo tampoco, pero podemos decirle a Alicia que nos prepara algo.

Me bajo de la cama, voy al baño para lavarme la cara y cepillarme los dientes antes de bajar junto con Daniel, le pedimos a su empleada algo ligero para desayunar, más bien él lo hace ya que se cuida mucho por el deporte, terminamos desayunando fruta con yogurt griego y granola.

—Tengo hambre— me quejo cuando entramos a la habitación.

—Te comiste dos platos de fruta de los platos hondos, y estaban llenos— bufo —Si quieres le digo a Alicia que te prepare algo más.

—Nah, así está bien— lo abrazo —Mejor veamos algo en HBO o no se.

—Como órdenes— sonrio, Daniel planta un beso en mis labios.

Nos acostamos en la cama para mirar una serie en Netflix, Detrás de sus ojos me encanta, me la sé completa, la he visto muchas veces y siempre me sorprendo con el plot twist, no se como no es tan popular, el libro también me encanta.

Comienzo a acariciar el brazo de Daniel, el no deja de ver la serie y yo lo miro a él para después dejar un beso en su cuello, luego otro y después otro.

—Contigo no se puede ver nada— suelto una risa.

—¿Disculpa?— me mira, me sube encima suyo y me besa.

Estamos besándonos por largos minutos, meto mis manos debajo de su playera y acaricio sus abdominales, el acaricia mis muslos sin separar sus labios de los míos.

Comienzo a sentir su bulto debajo de de mi así que me muevo un poco provocándonos jadeos, baja sus besos a mi mandíbula y a mi cuello, luego vuelve a mis labios, mete sus manos debajo de la playera que tengo puesta y...

—Mierda— gruñe separándose de mi cuando suena si celular.

—No contestes— le pido.

Me hace caso, vuelve a besarme pero su celular vuelve a sonar.

Clase a media noche | Tom Hiddleston Donde viven las historias. Descúbrelo ahora