EL PRIMERO

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DANIEL

Me termino el último trago que quedaba en mi vaso, lo dejo caer al suelo mientras me encamino a la salida pasando por entre todos mis compañeros que bailan restregándose unos a otros y algunos casi teniendo sexo mientras bailan.

No tengo ganas de estar aquí, ni siquiera vino la persona que me interesaba ver y qué no puedo olvidar.

No puedo dejar de pensar en Anne todo el tiempo, no se que me hizo pero no sale de mi mente.

De verdad quería algo con ella, me agradaba estar cerca de ella, cuando me dijo que todo se acabó no pude evitar enojarme y más porque se que fue por ese otro hombre desconocido, pero no puedo ponerme de intenso, ella tiene razón, esto ni siquiera duró tanto.

—¡Auch!— escucho quejarse a alguien cuando bajo el segundo escalón de la entrada.

Miro hacia abajo y me doy cuenta de que le pise la mano a la amiga rubia de Anne, Emma es que se llama.

¿Que hace aquí sentada?

—Lo siento, no te mire— me mira a la cara.

—Está bien, no es nada— me dice sobando su mano.

—¿Que haces aquí?, la fiesta es adentro.

—Se me perdió Sofia— contesta pasando delicadamente sus dedos entre su cabello.

Creo que mire a Stephanie con Sofia en una habitación.

—Ya veo...— miro hacia todos lados —¿Y Anne?

—Eh...no vino.

—¿Por que?

—Pues...— desvía la mirada de la mía por unos segundos —Su papá se fue de viaje.

Entiendo, su papá no la deja salir cuando no está.

—Claro— miro hacia la calle, luego vuelvo a mirar a la ojiazul —¿Estás aburrida?

—Un poco, no es mi ambiente pero tengo que esperar a Sofia porque me iré con ella.

—¿Quieres que te lleve a tu casa?— me ofrezco, no tengo nada mejor que hacer.

—¿De verdad?— asiento lentamente —No quiero molestarte.

—No es molestia, también ya me voy.

—Pues está bien, te lo agradecería mucho— la ayudo a ponerse de pie —Le enviaré un mensaje a Sofia.

Saca su celular de la pequeña bolsa plateada que trae, teclea rápido y lo vuelve a guardar.

Juntos vamos hasta mi camioneta, la ayudo a subirse ya que tiene puesto unos tacones muy altos, luego subo yo en el lugar del piloto.

—Mi casa está en la privada Gardens— me dice, la observo de reojo, está jugando con sus manos.

—¿Te divertiste esta noche?— intento hacer una conversación.

—Un poco, las fiestas así no son muy mi ambiente que digamos— suelta una risa nerviosa —Soy más aburrida.

—No lo creo, sólo no te gustan y ya, que no te gusten las fiestas no significa que no te diviertas, hay muchas formas de divertirse.

—En eso tienes razón.

—¿Que te gusta hacer?— puedo notar que me mira.

—Me gusta hacer diseños de ropa y coser también.

Disimuladamente le doy una mirada rápida detallándola de arriba hacia abajo, el vestido no es exótico pero le queda muy bien, es corto y...se supone que solo me fijaría en el vestido pero tiene unas buenas piernas.

Clase a media noche | Tom Hiddleston Donde viven las historias. Descúbrelo ahora