CAPITULO 32

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TOM

Me quito los lentes de sol en cuanto pongo un pie dentro del restaurante, la mesera me lleva a la mesa en donde se encuentra Robert sentado, al verme se pone de pie y nos saludamos con un estrecho de mano, ambos nos sentamos, me da una de los menús que pidió.

—¿Cómo te va?— pregunta abriendo la carta.

—Muy bien, descanse un poco de las vacaciones aunque he tenido muchas reuniones de banco y otras empresas que tengo— me mira.

—Que pesado, yo tengo dicho que no me saturen de juntas y todo eso, por Anne, me gusta comer con ella, llevarla de compras o salir corriendo si me necesita.

—Eres un buen papá.

—Si, no quiero que se enamore solo porque un hombre le presta un poco de atención o algo así, cuando tenga un pretendiente no se enamorara con sólo un abrazo o un te amo, quiero que diga que eso lo tiene todos los días en su casa y quien quiera enamorarla se las verá dura— río

—Entonces será extremadamente difícil que alguien pueda enamorarla, cumplir sus expectativas las cuales seguro tiene muy altas— asiente orgulloso.

—Aunque creo que ya está sintiendo algo por alguien— inmediatamente mis ojos viajan del menú a Robert.

—¿Si?— inquiero tratando de disimular mi interés por el tema.

—Si, estaba saliendo con Daniel Fassbender pero decidió terminar con eso porque al parecer le gusta otra persona— alzo ambas cejas.

—Pues que bien, debe ser alguien bueno, ¿no?, alguien que de seguro cumple su expectativas.

—Creo que si, ayer en la cena traté de sacarle quien era pero me dijo que no lo conocía, luego le pedí que me hablara un poco de él y bueno, me dijo maravillas, de verdad le encanta— creo que me está empezando a doler la cabeza —Pero dice que cree que a él no le gusta ella, ¿puedes creerlo?

No, claro que no puedo creerlo, ¿quien pasaría de Anne?, aunque eso de que a él no le guste ella me tranquiliza un poco los nervios.

—No, ella es una chica muy inteligente y buena.

—Muy hermosa también— asiento dándole la razón.

—Yo no se como puedes estar tan tranquilo, yo ya estaría muy celoso, por eso cuando tenga hijos quiero que sea niño.

—Yo siempre quise una niña y aunque me veo calmado, créeme que me muero por saber quien es ese Niño idiota que le gusta a mi niña.

Yo también quiero saber.

—Me imagino.

—Pero bueno, mejor cambiemos de tema que se me va a derramar la bilis— suelto una risa —¿Pedimos ya?

—Si.

Robert llama al mesero, jamás había venido a este restaurante así que él me recomienda los mejores desayunos, le digo que pida por mi ya que en mi cabeza sólo está el pensamiento de que a Anne le gusta alguien.

Ayer se miraba normal, hablamos desde la mañana hasta que se quedó dormida y tuve que colgar después de verla algunos minutos dormir, no se le escapó nada en medio de nuestra charla ni le llegó algún mensaje que la hiciera sonreír de más, o finge muy bien o no me di cuenta.

Creo que hasta él hambre se me quitó, no se porque me afecta, no tiene porqué incomodarme o afectar mi humor el que a ella le guste alguien, lo
de nosotros solo es algo sexual.

Clase a media noche | Tom Hiddleston Donde viven las historias. Descúbrelo ahora