CAPITULO 51

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TOM

Miro la hora en mi reloj ya que solo espero a que Anne llegue para irnos a mi casa, ayer estaba triste así que prometí consentirla, le compraré lo que quiera para comer y golosinas también, solo espero que no me de un coma diabético, considerando sus gustos.

Continuó revisando trabajos para hacer tiempo en lo que llega, seguro se quedó hablando con sus amigas, o solo con Sofia ya que tengo entendido que esta peleada con Emma.

Y todo por ese Niño idiota.

Trato de que mis celos no me dominen ya que mi mente en lo único que piensa es que no tendrían porque pelear por Fassbender, a mi pequeña no le interesa así que no hay razón.

Solo pasan un par de minutos para poder ver a Anne entrar a mi oficina.

—Hola— se acerca a mi y deja un beso en mis labios.

—¿Hola que?— sonríe.

—Hola mi amor— deja un nuevo beso.

—Hola amor— tomo su manos —¿Nos vamos?

—Si, ¿que comeremos?

—Tu elige, voy a consentirte hoy— le doy mi celular.

—¿Que hago?

—Sal primero, voy en unos minutos— se va dejándome solo.

Acomodo las cosas, espero diez minutos antes de salir ya que no quiero que me vean salir junto a Anne y comiencen a murmurar cosas, que seguramente serán verdad pero igual no quiero eso.

Ya en el auto Anne me dice que quiere Pizza de Boneless, coca cola y Donas rellenas de Nutella, voy a morir de diabetes algún día y además gordo, desde que estoy con ella he tenido que comprar mis pantalones más grandes.

Primero paramos por las donas y después por la pizza, en cuanto llegamos a la casa Anne se quita los zapatos y se avienta en el sillón, sonrío mirándola y sintiendo un cosquilleo en mi pene ya que la falda se le sube dejándome ver aún más que sus piernas, se que no usa short debajo de la falda de gala para facilitarme todo pero me preocupa que algún día alguien la vea de mas.

—Tengo mucha hambre mi amor— dejo la pizza sobre la mesa de centro.

—Traeré platos y vasos— me voy a la cocina.

Saco lo necesario y regreso rápidamente con Anne ya que me grita que tiene mucha hambre, en cuanto le doy su plato ella agarra una pizza, le sirvo la coca cola y se la dejo en la mesita, yo me siento en el suelo.

—Está muy buena— dice tragando con dificultad.

—Te vas a ahogar pequeña.

—Es que son mis favoritas— se acaba la primera rebanada y toma otra, antes de llevársela a la boca bebé de su vaso.

—Ya lo noté— muerdo mi pizza con dificultad ya que el bonele esta muy grande.

—Creo que iré de compras más tarde con Sofia, para estrenar mi regalo— me cuenta —Compro mucho cuando estoy triste, mi papá dice que algún día lo dejaré en quiebra.

Y ahora posiblemente a mi.

—Pues a mi me encantaría quedarme pobre si es por ti— sonríe —¿Quieres contarme lo de Emma?

Deja la pizza sobre el plato.

—Pues...no creo que me perdone jamás.

—¿Por que?

—No le dije que Daniel y yo...ya sabes, él se lo dijo y ella ahora me odia, más porque escucho esta mañana cuando le reclame a Daniel y pues supo que yo le pedí que no la ignorara y la volviera a buscar.

Clase a media noche | Tom Hiddleston Donde viven las historias. Descúbrelo ahora