CAPITULO 63

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TOM

Paso la mano por mi cabello, mi pierna se mueve por las ansias de tener el tobillo esposado a la mesa y mantengo mi vista fija en el vaso de agua que no he tocado para nada, me siento como un criminal de verdad y no lo soy, me tienen aquí con esposas como si fuera un asesino en serie, no pueden ser más ridículos.

Llevo desde ayer aquí, no he dicho ni una sola palabra y no la diré hasta que llegue mi abogado, espero que Elizabeth le haya llamado a Sebastián y él ya esté aquí con un abogado que sea realmente bueno.

En mi cabeza solo está Anne, si ya sabe que estoy aquí seguro que está muy mal, aunque parece que es fuerte <<si lo es>>, también es frágil, le dolerá mucho que yo esté aquí y más porque fue su papá el que me denunció.

Suelto un suspiro de frustración a la vez qué paso mis manos por mi rostro, miro sobre mi hombro en cuanto escucho la puerta abrirse, Dios no, mejor llévame.

Charlie Hunnam deja su maletín sobre la mesa y se sienta frente a mi, él no puede ser mi abogado, Sebastian no tendría porque haberlo traído, es hijo del abogado de mis padres y lo que menos quiero es que mis padres se enteren de esto.

—Tom, ¿cómo estás?— lo miro.

—¿Como te parece?, estoy esposado como si fuera un criminal, seguro mi novia está preocupada y para colmo estás aquí, te advierto que si le dices algo a...

—No te preocupes que no mencionaré nada de esto a nadie, ni a mi padre, Sebastian ya me lo había pedido así que no tienes que ser tan borde.

—Solo sácame de aquí— entrelaza sus manos sobre la mesa.

—No podré todavía, Robert es el mejor abogado y lo sabes, movió Mar y tierra para que te tuvieran aquí lo antes posible, ademas de que presentó el celular de su hija en donde tiene fotos contigo, algunas en donde ella todavía no tenia la edad de consentimiento, la fecha en que fueron tomadas aparecen en los datos de la fotografía y también están las conversaciones con fotos muy...demostrativas.

—¿Viste esas fotos?— inquiero con molestia.

—Si, antes de entrar aquí— me remuevo incómodo de solo saber que miró mis fotos sagradas —No te preocupes nadie más las verá, influencias de Robert, solo el analista, el juez si te llevan a juicio y yo.

—¿A juicio?, ¿cómo es que Robert pudo hacer todo esto tan rapido?

—Influencias, pero yo también las tengo así que apelaré que te dejen salir de aquí al menos hasta que la chica declare— frunzo el ceño.

—¿Que?

—Ya sabes, que declare todo y...

—Lo se, se lo que significa, pero ella no lo hará, estoy seguro, estamos juntos— alza ambas cejas, su mirada me juzga —No me mires así, ella tiene dieciocho.

—No los tenía cuando iniciaron y hay bastantes pruebas de eso, pero bueno, ¿crees que la chica quiera hablar conmigo?

—Si pero no creo que Robert te permita poner un pie en su casa y seguro no la deja salir.

—Entiendo...no te preocupes, no es tan dificil como parece— se pone de pie —Ahora te llevarán a una habitación aislada, logre que no te llevaran a una celda.

—No se que es peor— los policías entran.

—Tranquilo, no será por mucho, me moveré rápido.

—Más te vale sacarme de aquí Charlie.

—Lo haré, cuando estés en la habitación haré que dejen pasar a Sebastian para que hables con él.

Solo asiento lentamente antes de salir con los policías, camino al elevador miro que aquí sigue Elizabeth, ¿por que no se ha ido?, ni siquiera tengo cabeza para pelear ahora.

Clase a media noche | Tom Hiddleston Donde viven las historias. Descúbrelo ahora