CAPITULO 59

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TOM

Mantengo dos dedos apoyados en mi cien mientras escucho a algunos socios hablar, decir que me necesitan en Londres, sinceramente solo hago como que me importa lo que dicen, yo soy el dueño, yo tomo la última decisión de si vuelvo o sigo aquí.

Miro a Sebastian quien esta igual que yo, probablemente harto de la reunión, de verdad ya quiero que acabe, llevo dos horas aquí sentado y ya tengo hambre.

Cuando los empresarios me piden me opinión trato de verme serio ya que la verdad lo único que entendí de todo es que quieren que ya me devuelva.

—Me quedan pocos meses aquí así que tendrá que esperar, considero que Sebastian puede seguir sobrellevando todo, claro, con mi ayuda desde aquí.

—Pero...

—Eso no está en discusión, ya lo dije, así que si me disculpan, tengo que colgar, nos vemos en otra reunión si así lo desean, pueden programarla con mi secretaria.

—Como usted diga señor Hiddleston.

Me despido y cuelgo, suelto un suspiro de cansancio, ser el jefe no es fácil.

Me pongo de pie para ir a mi habitación pero vuelvo a sentarme cuando una videollamada se hace presente en mi laptop, es Sebastian, contesto sin pensar.

—¿Que dijeron?— es lo primero que pregunto.

—Que lo que tú digas está bien, aunque no los vi muy convencidos, Tom, en estos últimos tres meses cancelas demasiadas juntas importantes.

—¿Y que con eso?

—Antes no lo hacías.

—Antes era un adicto al trabajo.

—Pues prefiero al Tom de antes— ruedo los ojos —No, no hagas eso, ¿que te pasa?

—Nada Sebastian, no me pasa nada, ¿para que me llamaste?

—¿Acaso estas apresurado?, ¿tienes algo más importante que hacer que hablar sobre el banco?

—Si, esa sábado así que no debería de trabajar y además tengo una cita en una hora.

—¿Con Anne?

—¿Con quien más?

—Elizabeth sigue allá.

—Sabes que no saldría con ella.

—Pues últimamente me sorprendes demasiado.

—Ya, basta, ¿que querías decirme?

—Te envíe al correo una nueva propuesta de una tarjeta y el día de la reunión para presentar tus metas y propósitos como candidato a presidente de la asociación de empresarios.

—Claro, los leeré el lunes.

—Okay— suspira —¿Como está Anne?

—¿Como que cómo está?

—Pues Sofi me contó de todo el problema con Emma y eso— alzo ambas cejas.

—¿Sofi?

—Si, somos amigos.

—Claro, amigos.

—Si, amigos, yo no andaría con alguien mucho menor que yo.

—Pero si tendrías sexo con ella.

—Si, pero no estoy en una relación y eso lo hace menos malo, ¿sabes que cualquiera que sepa que estás con Anne pensaría que es porque la manipulas aprovechándote de las diferentes fases de vida en las que están?

Clase a media noche | Tom Hiddleston Donde viven las historias. Descúbrelo ahora