Narrador omnisciente.
El sol brillaba intensamente en el extenso jardín de la Mansión Turner, mientras Thaile, mejor conocida como Lena, observaba atentamente la pantalla de su portátil en el lujoso mini comedor con marcos dorados. Intentaba ponerse en contacto con su cliente, pero no obtenía ninguna respuesta.
A su lado, reposaba su fresco smoothie de arándanos, el que se preparó después del incidente en la cocina.
—¿Cómo puedes estar tan tranquila después de lo que pasó con Charlotte? —La voz de Blanche la interrumpió, y por inercia, T cerró la tapa de la computadora.
—Te tengo una mejor pregunta —respondió Lena, mirando a su madre con una mezcla de indiferencia y desafío—. ¿Por qué debería preocuparme por Charlotte?
Blanche la miró incrédula, sin poder creer que la joven frente a ella fuese su pequeña ange, esa niña que quizás había perdido, pero no de la manera en que había pensado.
—No sé, por sororidad o al menos por empatía —dijo Blanche, sentándose a su lado.
—No puedo sentir esas cosas por alguien que nunca las sintió, ni las sentirá por mí —T replicó mientras tomaba un sorbo de su batido de arándanos.
—Esto es grave, ange —el tono de Blanche se volvió más serio—. Elías me acaba de llamar. La familia de Charlotte quiere levantar cargos.
Thaile soltó un bufido irónico al escuchar la noticia.
—Que lo hagan, no van a poder demostrar nada...
—Sí, pero no tienes papeles y si te denuncian...
Blanche no necesitaba ser adivina para saber que su hija enfrentaría serios problemas si eso sucedía.
La mofa se esfumó del rostro de Lena cuando cayó en cuenta de que, quizás, lidiar con los inesperados sentimientos hacia Marc y encontrar a su cliente serían los menores de sus problemas si le levantaban cargos en su contra. Además, tendría que aguantar la reprimenda del general cuando se enterara de su nueva hazaña.
—Si tanto te preocupa, ya estoy en trámites para recuperar mis papeles, ¿sí? —Thaile se levantó recogiendo sus cosas, dispuesta a irse de inmediato a agilizar el proceso para dejar de ser un fantasma del estado, algo que siempre había considerado innecesario. Pero si quería empezar de nuevo, por tercera vez, tenía que hacerlo.
La primera vez que lo hizo fue cuando la reclutó la ACCIA, la segunda cuando perdió a sus seres queridos y decidió traicionar a la institución que la había acogido y preparado, usando sus recursos y conocimientos para prosperar en su negocio. Ahora, estaba a punto de dar el tercer y quizás más crucial paso para dejar atrás su pasado y construir una nueva vida.
Thaile estaba cansada de esconderse tras identidades falsas, hartándose de los disfraces y de la vida de sombras que había llevado durante tanto tiempo. Sabía que necesitaba recuperar su identidad y comenzar de nuevo, pero había algo que le pesaba: aunque ahora estaría del lado de la ley, del lado que le habían enseñado que era el correcto, no sería como realmente deseaba en lo más profundo de su confuso y dividido ser. Sabía que lo que planeaba implicaría despedirse de alguien que, desde el momento en que lo conoció, le había hecho sentir cosas que pensaba imposibles para alguien como ella.
La vida le había enseñado que no debía apegarse a nadie, porque siempre terminaba perdiéndolos, y no estaba dispuesta a pasar por eso otra vez. Había sido experta en mantener sus sentimientos al margen, pero ahora, con su madre de vuelta y con un hombre que le había demostrado que tal vez no todos eran una mierda de personas, todo había cambiado radicalmente para ella.
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Tras de ti
Mystery / ThrillerElla tiene un objetivo: ir tras él. ¿Pero qué pasa cuando la leona empieza a compadecerse de su presa y comienza a verlo con otros ojos? Él, un político que está a punto de ascender junto a su partido, sin imaginarse que, a ciegas, le ha abierto las...