~Extra 1~

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Thaile.

En los camerinos, solo hay un juez presente: un hombre alto, de cabellos canosos, vestido con un traje caqui y una ridícula corbata de lazo roja. Está retocando su maquillaje frente a un espejo iluminado por bombillas incandescentes.

Sin pensarlo dos veces, agarro un cuchillo de mesa que encuentro en el bufete preparado para ellos y, acercándome sigilosamente, rodeo su cuello con mi antebrazo. El hombre se retuerce en la silla y trata de gritar, pero...

—¡Cállate! —Le ordeno, presionando la punta del cuchillo contra su tórax. En un instante, su rostro palidece.

—¿Qué quieres? —Tartamudea, con los ojos abiertos de par en par.

—Algo muy sencillo —aprieto mi agarre—. Esta noche, solo habrá una ganadora, y será Rosie Turner. ¿Lo entendiste?

—Yo no me vendo... —empieza a decir, pero le interrumpo con más fuerza.

—No es una propuesta, es una orden. Si no quieres que este sea tu último concurso, asegúrate de que Rosie gane. ¿Entendido? —Presiono el cuchillo un poco más.

El juez asiente rápidamente, el miedo evidente en su rostro.

—Buen chico. Y si todo sale bien, después podemos hablar de una comisión.

Lo suelto y salgo antes de que pueda reconocerme, asegurándome de que mi reflejo quede distorsionado por el brillo de las luces del espejo.

Al regresar a las butacas, todos ya están sentados. Me acerco a mi lugar junto a Marc, quien se levanta para ayudarme a quitarme la gabardina.

—¿Dónde estabas, chérie? —me pregunta.

—Fui al tocador —respondo, sentándome. Marc me da un beso en el hombro descubierto, y, aunque trato de no mostrarlo, estos pequeños gestos me alteran más de lo que debería.

La música comienza a sonar, marcando la entrada del presentador al escenario. Este ofrece un resumen del concurso antes de presentar a las niñas participantes. Rosie destaca entre todas con su vestido azul y esos ojos que parecen esmeraldas.

Cada una desfila cuando las anuncian, y los aplausos llenan el auditorio. La primera etapa es de talento: algunas cantan, otras bailan o dibujan, pero Rosie se distingue con un solo de violín que interpreta como un ángel.

Cuando termina, Nicolás se pone de pie en su butaca, aplaudiendo y gritando el nombre de Rosie a todo pulmón, atrayendo miradas de desaprobación. Avergonzada, tiro de su saco para que se calme y se siente, pero...

Marc se levanta también, imitando al niño y dejándome perpleja. Roger, riendo, sigue el ejemplo, mientras Elías niega con la cabeza, avergonzado, contenido por Blanca.

—¡Rosie! ¡Rosie! —me uno a la algarabía, y pronto se desata una competencia de barras entre los acompañantes de las demás concursantes.

El presentador alienta a los espectadores a apoyar a sus favoritas antes de pasar a la siguiente etapa: la de cultura general. Algunas niñas se equivocan, y casi me da un infarto cuando Rosie duda, pero finalmente responde con carisma.

Después, un aburrido espectáculo de música clásica se extiende por media hora, hasta que por fin anuncian a las cinco finalistas, entre las que se encuentra Rosie, con una sonrisa que casi le congela el rostro.

Les hacen otra ronda de preguntas y observo de reojo al juez al que amenacé. Se limpia el sudor con un pañuelo mientras delibera con los demás miembros del jurado.

Las barras no cesan de gritar cuando anuncian a las tres últimas concursantes. La final queda entre Rosie y una niña de cabello oscuro, vestida como si saliera de la época medieval con un corsé rojo.

Ambas se toman de las manos, emocionadas, y la tensión aumenta en el auditorio cuando el presentador se toma su tiempo para revelar a la ganadora.

—Ahora sí, sin más, la ganadora y nueva reina es... —hace una pausa dramática— ¡Rosie Turner!

El auditorio estalla en aplausos, y esta vez hasta Elías se pone de pie para vitorear a su nieta.

Charlotte sube al escenario junto a la reina anterior para coronar a su hija, y el orgullo se le desborda por los poros. La escena me lleva a mirar a mi lado, a la mujer que me dio la vida, quien en sus escasos momentos de sobriedad me prometía que participaría en estos certámenes con Joyce como acompañante.

Pero nunca sucedió.

No me importa. Espero que Rosie no se deje llevar por la superficialidad de su madre, porque tiene mucho más que ofrecer que solo su belleza.

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ok pero Nico gritando por rosie y empezando una guerra de barras 😂😍

Tras de tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora