CAPÍTULO DIECISÉIS.

82.6K 5.9K 7.3K
                                    


PD: En mi twitter (Luz_kaa_) les dejaré adelanto del proximo capítulooo. 

¡Sin más, disfruten o llorén! 

¡Sin más, disfruten o llorén! 

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Iba a vomitar.

Ese fue el primer pensamiento que llegó a mí cuando continúe ahí tirada en el piso de la gran casa de mi maestro de arte.

Todo mi cuerpo se sentía tenso e incluso mi respiración era totalmente inestable, por un momento realmente intenté salir de mi estado de pánico, pero fue imposible, no mientras aquellos ojos prejuiciosos me observaban desde arriba con malvada ironía.

¿Con asco?

—¿Se va a quedar ahí tirada para siempre? —cuestionó con falso interés—. Me quejaría, pero la vista de sus sonrojados muslos me distrae.

Solté un quejido bajo al recordar que por debajo de la camisa no llevaba nada más y cerré mis piernas intentando esconder mi piel desnuda.

—¿Ahora es modesta?

Tragué con fuerza inestable y logrando salir de mi estupor me puse de pie y controlé mi temblor, mientras él continuaba observándome con sus ojos negros.

Qué vergüenza...

—Lo siento —me disculpé en voz baja—. No sabía que había alguien más aquí y...

Me interrumpió.

—Es obvio que no sabía que yo estaba aquí, si fuera el caso, no andaría prácticamente desnuda, a menos qué... —sus ojos se deslizaron por mi cuerpo y di un paso hacia atrás—. A menos que sea una desnudista. ¿Lo es?

Apreté los dientes cuando las náuseas volvieron y aquel encuentro me puso al límite porque me recordó algo de mi pasado que deseaba olvidar.

Algo que deseaba nunca jamás recordar.

—¿Cuánto cobra...?

Abrí la boca para decir algo, pero de manera inmediata la cerré de nuevo, sintiéndome demasiado consternada y furiosa como para responder.

Demasiado aterrada.

¿Quién era ese sujeto? ¿Por qué me estaba hablando así?

—¿Nada? ¿El servicio es gratis?

—N-no sé quién es usted, pero...

Me interrumpí cuando él sonrió y dio un paso hacia mí haciéndome retroceder deprisa.

—¿Pero qué? —preguntó— no seas tímida, ya he visto casi todo de ti.

Sus ojos se pasearon de nuevo por mi cuerpo, una gran sonrisa llenó el rostro del sujeto y si no estuviera tan indispuesta, seguramente hubiese admitido que era muy apuesto, aun así, no llegué muy lejos porque de repente una voz carente de cualquier expresión habló con firmeza detrás de mí.

ALEVOSÍA  [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora