CAPÍTULO CUARENTA Y CUATRO.

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Holas, queridas... ¡¡Ya por fin volvimos por acá!! <3 Con este cap lleno de algunas revelaciones le damos inicio al maratón de Alevosía, el cual nos dejará por fin entender muchas cosas del pasado de nuestro amado Dreey. 💚

Realmente he trabajado mucho en estos caps y espero que les guste. Asi que, sin más, en un rato les subo el siguiente y por favor recuerden apoyar este capítulo con sus votos y comentarios, se los gradecería un montón de verdad.

Ahora sí, Disfruten o lloren, quien sabe. 🤭

DREEY

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DREEY.

Necesitaba estar solo.

Yo quería estar solo, yo... Deseaba realmente desaparecer.

Las palabras que había dicho Anthony seguían resonando en mi cabeza una y otra vez, y yo traté desesperadamente por ahogarlas y dejarlas atrás.

Una locura.

Sabía que todo aquello era una locura y no había espacio a nada más. Estaba seguro de que aquella noche buena no podía empeorar más, hasta que recordaba todo lo que había salido de la boca de él y me devaneé los sesos en la soledad de mi habitación, tratando de darle algún sentido a toda esa incoherencia.

—No es posible, no lo es —yo había repetido esas palabras ante él, sin dejar de verlo nunca—¿De dónde sacaste esta foto?

Él me había mirado fijamente y, tras una pausa, solo había respondido: —La que se supone que es mi madre me la dio —dijo—. Y digo "supone" porque no merece ser llamada así, después de todo, ella también me abandonó.

Pauliné, la que estaba en esa fotografía era Pauliné y no cabía posibilidad alguna de que ella fuese la madre de Anthony, a menos que en algún momento hubiera tenido una relación con mi hermano mayor Alec, pero lo dudaba, yo sabía que él jamás haría algo así.

Hacía mucho tiempo no me sentía tan ansioso como en ese momento, la mayor parte del tiempo, por no decir siempre, sabía como controlarme, yo sabía como dejarme envolver alrededor de la frialdad que crecía dentro de mí; aun así, me fue imposible.

¿Cómo podía insinuar él que yo era su padre? ¿Cómo podía realmente creerlo?

—No sé si esta es alguna clase de broma mal intencionada de tu parte y deseas seguir vengándote de mí —le había dicho, tenso—. Pero no es gracioso, Anthony, no lo hagas, por favor.

Los ojos oscuros del que se suponía que era mi sobrino, me envolvieron con seriedad y solo logró decir en voz baja: —¿Crees que me atrevería a jugar conmigo mismo?

Me puse de pie en ese momento, sin soltar la fotografía de aquella mujer que nunca significó realmente nada para mí y, tras un momento de extenso silencio, volví a hablar.

—Esto si es realmente una locura, Anthony —lo miré fijamente—. Sé qué has pasado por diversas situaciones que te tienen mal y lo comprendo, pero esto... Esto es una locura. ¿Te estás escuchando?

ALEVOSÍA  [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora