CAPÍTULO CINCUENTA Y CUATRO.

65.5K 5.1K 4.9K
                                    

Espero que el capítulo les guste mucho, si es así, recuerden dejar todo su amor.

PD: Vayan a seguirme a mi Instagram (Luz_ka) pronto estaré haciendo un live en dónde aclararé dudas y también les daré unos cuantos spoilers 🔥

Sin más, disfruten.

Sin más, disfruten

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

FRANCHESKA.

Mi padre no se tomó muy bien lo de mi viaje a España, de hecho, su cara desabrida y respuestas cortas evidenciaron su molestia ante el tema.

—¿Por qué decidiste volver allá? —me preguntó dos noches atrás, cuando le di la noticia de mi viaje.

—Quiero ver a mis abuelos —respondí, sin más—. Ha pasado un tiempo ya.

—Pensé que odiabas España.

—No odio España —lo corregí, manteniendo una postura tensa—. Y, como dije, quiero ver a mis abuelos.

Mi padre detestaba todo lo que tenía que ver con mi madre, ni siquiera trataba de esconderlo y eso me hacía querer romper cosas.

—No gastaré dinero en viajes por allá —se había puesto de pie y me miró con enojo—. Me parece una perdida de tiempo que vayas allá y todo eso, si quieren hablar contigo, entonces que te escriban o te llamen.

Él nunca se había mostrado realmente cariñoso o apegado a mí, por ende, no quería saber por qué estaba actuando de tal manera, sin embargo, una pequeña espina de odio se encendió dentro de mí y no pude evitar hablar.

—¿Qué me escriban? ¿Para qué? —pregunté— ¿Para que usted o su esposa rompan las cartas de nuevo?

El silencio rodeó el lugar y me sentí feliz de poder hablar de este tema porque llevaba meses reteniéndolo en mi garganta. Realmente no había olvidado que alguno de ellos dos había roto las cartas que mis abuelos me estuvieron enviando por meses.

—Cuida tu tono, Francheska —me dijo él y pude ver como el enojo subió—. Soy tu padre.

Cuando te conviene, sí.

—¿Por qué destruyeron las cartas que enviaban mis abuelos? —pregunté a su vez—¿Por qué?

Él no respondió y traté de controlar las náuseas que sentía. De hecho, la última semana no había estado comiendo bien, desde que ellos volvieron a casa y yo escuché las palabras de Lory, era como si mi cuerpo, una vez más, repudiara cualquier clase de alimento.

Tampoco había podido verme últimamente con Aleksander y había tenido que mentirle sobre mi alimentación y sobre que todo estaba bien.

—No quiero que esa gente se entrometa en nuestra relación, Francheska. Viniste aquí a buscarme para que nos diéramos una oportunidad ¿No es así? —preguntó—. No quiero que ellos se metan en esto.

ALEVOSÍA  [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora