CAPÍTULO DIESICIETE II.

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PD: Al final del capítulo les dejo una NOTA que me gustaría que la leyeran, es muy importante para mí. 

Sin más, ¡Disfruten mucho el cap!

Sin más, ¡Disfruten mucho el cap!

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DREEY.

Jamás me metía en cuestiones que no eran de mi incumbencia.

La vida era demasiado densa sobre mí, como para a la hora de la verdad preocuparme por otra gente que jamás estaría a mi altura, sin embargo, aquello que estaba sucediendo en aquella ocasión yo simplemente no podía dejarlo pasar por alto y eso me enervaba.

Lo hacía porque no me costaba admitir el hecho de que después de mí se suponía que no había nadie y no lo habría, pero entonces...

Yo estaba encolerizado.

Lo había estado desde el primer momento que llegué al restaurante y la vi a ella ahí sin más.

Me había prometido a mí mismo que después del mensaje que ella me envió una semana atrás, yo simplemente me mantendría lejos de su persona y dejaría de estar actuando como un inmoral. Sin embargo, pese a mi irritación hacia ella y el hecho de que no había querido topármela en ninguna parte, no pude evitar el tensarme cuando mis ojos dieron con los suyos, los cuales parecían más opacos y secos que antes.

Era como si sus ojos dorados-amarillos estuvieran de repente sumergidos en alguna clase de invierno y eso me disgustó porque desde que conocí a Francheska sabía que ella solo tenía una misión alrededor de todo mundo.

Brillar.

Quizá por ello era que estaba tan... besessen von ihr.

Quizá por ello era que me estaba permitiendo... gib ihr nach.

Mis ojos siempre captaban todo de una manera fácil y glacial, no podía evitarlo, quizá era por el hecho de que había nacido con la efectiva necesidad de consumir el mundo con mis ojos para, así mismo, lograr plasmarlo con mis manos. Por eso mismo, en menos de un minuto la detallé a ella ahí sentada junto al bastardo de su padre y la fastidiosa de su madrastra.

Se veía guapa, pero aquello no era una anomalía. A su corta edad de veintiún años, sin duda alguna, Francheska poseía una clase de belleza despampanante que podría hacer ceder a cualquiera, y, de hecho, aquella brillaba en esa noche mientras ella iba vestida con colores neutros que deberían hacer brillar más sus ojos, sin embargo, eso no estaba sucediendo, no pasaba.

Su mirada; golden und magisch se veía más apagada y frívola que nunca y... Lo supe.

Algo estaba mal, ella estaba mal.

Francheska que siempre estaba siendo una descarada risueña sin filtro alguno, se veía como si estuviera sumergida en medio de una oscuridad que la hacía evitar mis ojos y solo beber de su vino como si su vida dependiera totalmente de aquello.

ALEVOSÍA  [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora