CAPÍTULO VEINTICUATRO.

69.3K 5.6K 14.5K
                                    

¡Nuevo capítulo en honor alos cumpleaños de nuestra niña! Espero que el cap les guste mucho, si es así, recuerden apoyar votando y comentando. ✨🥳

¡Ya llegamos a las 800K lecturas! ¡Gracias de nuevo! ❤️‍🩹

¡Sin más, espero que el capítulo les guste mucho, disfruten!

¡Sin más, espero que el capítulo les guste mucho, disfruten!

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Me dije a mí misma que no iba a llorar a más.

Que aprendería a ser fuerte y dejaría de permitir que el dolor me ganara alrededor de cualquier batalla, sin embargo, mi cuerpo entero estaba temblando, mientras leía una de las cartas de mi abuelo. Una de las cartas que más dolió:

«Querida Francheska, espero que estés muy bien, de todo corazón lo deseo, incluso más que una llamada tuya. Tu abuela y yo te extrañamos mucho, así como extrañamos a tu madre, sin embargo, si es verdad que allá en donde estás eres más feliz de que lo que fuiste acá con nosotros, somos felices por ti y te deseamos muchos éxitos.

Han pasado varios meses desde la tragedia y cada día ha sido más difícil que el otro y es por ello que me encuentro escribiéndote, hallo consuelo haciéndolo y por un momento tengo la leve seguridad de que pronto sabré algo de mi pequeña de ojos bellos. De mi pequeña fotógrafa.

Hemos intentado llamarte al número que sabemos que es el de la casa de tu padre, pero siempre nos dicen que es erróneo, intentamos llamar a tu número de celular, pero discúlpanos, creo que tu abuela y yo no entendemos muy bien como marcar indicativos telefónicos... Queremos creer eso por encima del hecho de que quizá ya nunca más quieres saber nada de nosotros.

Eso rompería demasiado nuestro corazón.

La casa sigue como siempre, flores por todas partes y fotografías también, aun así, ya no hay música y risas. Ni las risas tuyas, ni las de tu madre.

Deseo con toda mi alma estar bien y decirte que mi amada Esmeralda, tu abuela, está mejor, no es así, pero lo estamos intentando y lo único que nos llena el corazón es saber que estás en donde por mucho tiempo deseaste estarlo. Entendemos que ahora eres realmente feliz con tu padre y lamentamos nunca haberte dado todo lo necesario.

Te queremos mucho, cariño.

Y, sin en algún momento nos necesitas, no dudes que aquí siempre estamos para ti.»

Leí esa misma carta una y otra vez en la madrugada de noviembre veintidós, la leí con tanto desespero deseando poder calmar el escozor de mi corazón, pero no era posible, dentro de mí había una clase de ira y desconsuelo que no se fueron con nada y solo aumentaron con el paso de cada segundo.

Zandra había destrozado las cartas que envió mis abuelos, por meses había destruido todo y nunca supe nada, simplemente deduje que ellos estaban lo suficientemente decepcionados conmigo para querer saber de mí. Lo creí y lo acepté y eso me avergonzó.

ALEVOSÍA  [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora