CAPÍTULO SESENTA Y SIETE.

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Espero que el capítulo les guste y, si es así, recuerden primero dejar su voto y después comentar cada párrafo 😉 No habrá meta, pero si las veo apoyando full, subo el otro pronto. <3

Sin más, disfruten.

***
DREEY.

Amaba mi país.

De hecho, no me veía viviendo para siempre en otro lugar que no fuese Alemania, específicamente Berlín.

Aún así, ¿por qué sentía que había dejado en Inglaterra la parte más importante de mí?

Sentía un peso en los hombros tan asfixiante, que no pude evitar recordar cuando vivía con mi padre y todas sus malditas reglas. Sus tratos.

Me golpeó hasta los dieciséis años. No era como si no hubiese podido defenderme, pero, a pesar de todo, lo respetaba a mi manera, lo hacía porque se quedó conmigo y jamás me abandonó con mi madre o Alec.

Una parte de mí le temía, sí. Pero más que todo predominaba el respeto y el entendimiento de que Marko'v Vandeleur fue la única persona que me soportó cuando el resto me abandonaron.

La llamada de Dalkon me tuvo ansioso todo el tiempo. ¿Cómo había escapado Anthony de su centro de rehabilitación y, sobre todo, qué mierda había hecho?

Iba a poner una demanda a ese maldito centro. ¿No se suponía que estaban cuidándolo bien?

Llegué a Berlín temprano en la mañana y mi teléfono sonó con varias llamadas perdidas de Francheska. Me descompuse cuando escuché sus mensajes y el terror en su voz. Su corazón partido.

Me decidí a que debía llamarla, ¿pero qué iba a decirle? ¿Cómo iba a explicarle todo ese lío? ¿Cómo iba a arrastrarla a este malentendido?

Aún seguía buscando la manera de que Jackov no saliera a decir todas esas cosas de ella. Ni siquiera me importaba que me tacharan como un infiel, solo quería que la dejara a ella por fuera de la ecuación.

Decidí llamarla a ella más tarde, para dejarle en claro que no había hecho nada mal y no era su culpa, le explicaría todo por encima, por más que me acobardara el dejarle saber que era un hombre terrible. Llegué al apartamento de soltero de Dalkon y subí hasta la última planta sin ningún problema, apenas entré, todo el panorama era tenso.

Dalkon estaba de pie en uno de los ventanales de su sala, observando la calle, mientras Sienna se encontraba escribiendo algo en su teléfono y Anthony solo miraba el piso en silencio.

Suspiré bajamente, sobando mis ojos con cansancio y entré al lugar.

—¿Qué pasó?

Todos me miraron. Dalkon con estrés, Sienna con alguna clase de emoción enferma y Anthony con tranquilidad .

—¿Van a hablar o simplemente se quedaran en silencio? —inquirí.

—Estamos en problemas —la voz tranquila de Dalkon sonó—. ¿Ves eso?

Mi mejor amigo me señaló una mesa al otro lado de la habitación. Encima de ésta había lo que parecía ser una mochila negra desgastada —la reconocí, era de Anthony—. Sin embargo; lo que me llamó totalmente la atención fue ver todo lo que había adentro de ésta.

Un teléfono, dos computadoras, unas memorias, tres disco duros, una grabadora y otras cosas tecnológicas que desconocía.

—¿Y eso? —indagué lentamente, casi temiendo la respuesta.

Dalkon me miró y señaló a Anthony, el cual parecía encontrar el piso interesante.

—Dile a Dreey que pasó, Anthony.

ALEVOSÍA  [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora