CAPÍTULO SETENTA Y CUATRO.

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Espero que el capítulo les guste, disfruten y, como siempre, recuerden apoyarme dejando sus  votos y comentarios. <3

***

FRANCHESKA.

No podía dejar de ver a Aleksander sin sentir que mi corazón iba a explotar de tanto calor y algo más.

Algo más suave y protector. Algo que llevaba tres años olvidando.

Estar esa noche con Anthony y Aleksander me recordó cuánto amaba a cada uno de ellos por lo que eran, sin importar que uno fuese el egocéntrico más grande del mundo y el otro creyera que toda mujer existente estaba enamorada de él.

Observé la dinámica que tenían y fue adorable verlos a los dos con la pequeña Grecia, la cual era la niña más hermosa y educada del mundo.

—Señor Dreey —estaba diciendo ella—. ¿Puedo ayudarle a picar las verduras?

—No.

La niña hizo un puchero y él gruñó.

—Pero, puede ayudar a lavarlas.

Sonreí discretamente sin dejar de verlo. Porque sin importar que los años pasaran, estaba segura de que seguía siendo el hombre más atractivo que había conocido en mi vida.

Su cuerpo atlético, su altura, su cabello rubio y ojos verdes eran todo lo que necesitaba para cerrar el trato. Además, pese a que era un odioso a morir, a mí así me encantaba.

—Deja de babear por él —Anthony golpeó mi hombro.

Arrastré mis ojos a los suyos y lo miré mal.

—No estaba babeando.

—Casi.

—Solo estás celoso porque tu padre es mil veces más guapo que tú.

El peligro abrió la boca para decir algo, pero después la cerró y gruñó.

—No diré nada porque, al final, seré yo quien parezca el culpable.

Solté una risita baja y suspiré.

Aleksander estaba en la cocina haciendo su pasta con vegetales ya conocida. Siempre hacía dos tipos de pasta, la que tenía carne y la que tenía tofu.

Inicialmente, Grecia había sido la encargada de pedir algo para comer, pero cuando no se decidió por nada, el rubio prefirió cocinar.

Yo estuve encantada con la idea porque amaba lo que cocinaba y había extrañado por mucho tiempo su sazón.

—Tiene treinta y siete, ya —continuó Anthony—. Puede ser tu abuelo y el mío —bromeó.

Lo golpeó.

—Claro que no, está muy sexy —defendí—. Sigue viéndose igual de guapo o incluso más. ¿Has visto las pequeñas líneas de expresión que se hacen al final de sus ojos al sonreír? Eso es muy caliente —aseguré—. Y sobre su cuerpo, es evidente que ha estado trabajando en él. Aleksander siempre ha sido un hombre muy disciplinado cuando se trata de sí mismo, le gusta verse bien y sí que lo ha logrado porque...

Me detuve cuando Anthony soltó una gran carcajada.

—Mírate, no llevas aquí ni un día entero y ya lo has analizado todo.

Mis mejillas se sonrojaron con fuerza porque era verdad. Yo amaba a Aleksander por ser como era, pero no mentiría que me encantaba todo lo que era él físicamente.

Su carácter, atractivo y...

—Espero que no la estés molestando —le advirtió Aleksander a Anthony, sin apartar la vista de su tarea.

ALEVOSÍA  [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora