88. Solo quiero que estés bien.

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Capítulo 88: Solo quiero que estés bien.

—Mierda. —murmuro mientras veo mi celular.

—¿Qué pasa?

—Es Bucky. —menciono y él se sorprende.

—Oh, es Bucky... —dice y yo suspiro.

—Le voy a contestar, me ha llamado demasiadas veces. —le digo y él asiente.

—Sí, claro.

—¿Qué quieres, James? —le digo seria, Steve se impresiona de verme así.

Andrómeda, ¿qué demonios te pasa? ¿Por qué no contestas ese maldito teléfono? —me reclama, está enojado y ebrio, estoy segura.

James, estás ebrio, hablemos cuando estés bien.

—¿Por qué demonios te volviste a ir?

Es algo que necesitaba. —le respondo y él suspira triste.

Tú sabes el daño que me has hecho, ¿verdad? —me pregunta, yo suspiro.

No es mi culpa, sabes que necesito buscar a Eros y demás.

—¿Vas a buscar a Eros allá en Atlanta? —me pregunta mientras se burla. —Perfectamente lo hubieras buscado con ayuda de los Guardianes, de Nébula.

A ella ni la nombres. —le digo enojada.

Tris y Coop me dijeron que estás en Atlanta...

Al parecer no saben guardar secretos. —le digo simulando estar molesta.

Obviamente sí saben guardar secretos porque les dije que les contaran justamente eso, que me había ido hacia Atlanta y no hacia la parada de autobuses que saben que lo haría.

Iré por ti, Andrómeda. —me dice y yo entro en pánico mirando a Steve, él me está observando.

No, no Bucky por favor, ¡no! —le digo y él suspira.

Estás con él. —me dice y yo no entiendo lo que me dice.

—¿Cómo? —pregunto, él gruñe.

Yo sé que estás con el tipo que besaste en el centro comercial en Londres. —me dice y yo me quedo muda, miro a Steve y él está igual que yo, precisamente tenía que escuchar eso.

Entonces sí se dio cuenta que era yo ese día.

Buck...yo... —trato de decirle.

—¡Yo sé que estás con él, Andrómeda! —me grita, yo me asusto al igual que Steven.

¡Ya Bucky, no me grites! —le digo un poco desesperada, pero Marc se acerca y me abraza.

—Tranquila. —me dice Marc y yo asiento.

Mira James, si me vas a llamar solo para gritarme, mejor olvídate de mí que no volveré a la torre de los Vengadores. —le digo y cuelgo.

Pongo mi celular en la mesa y suspiro.

—Andrómeda. —murmura Marc y yo niego.

—No me digas nada de lo que acaba de pasar, mira, ya me tengo que ir, gracias por invitarme y por la comida, en serio lo agradezco. —le digo y él me detiene.

—No Andrómeda, mira como te dejó él... Tienes que calmarte. —me dice Steve y yo suspiro.

—Tienes razón. —le digo y me siento.

Andrómeda: y la era de los jóvenes Vengadores. #1 [¡Completa!]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora