Andrómeda: y la era de los jóvenes Vengadores. #1 [¡Completa!]

5. Verdadera Andrómeda.

Capítulo 5: Verdadera Andrómeda.

Andrómeda, siete años de edad.

—¿Andrómeda? ¿Estás bien cariño? —escucho a mis espaldas, me volteo y mi padre me mira asustado por un momento.

Cuando vuelvo a la normalidad, corro hasta él y lo abrazo, él me carga y yo empiezo a llorar.

—¿Qué pasó, Andrómeda? —me pregunta.

—No, no estoy bien papá. —le digo con mi voz quebrada.

—¿Me quieres contar? —me pregunta mientras se sienta en mi cama y yo me siento en su regazo, yo lo miro por un momento.

¿Y si no me cree?

Suspiro, para luego empezar a contarle cuando estuve en la planta nuclear que llegó un tipo a jugar conmigo, su nombre es Loki, después que cuando estaba en los laboratorios (porque sí, ellos saben mi origen, sólo que no saben quienes son mis padres, ni yo sé, pero, si saben de mis poderes) después en el orfanato y ahora aquí, él venía a jugar conmigo y me cuidaba, me enseñó magia y otras cosas.

—¿Magia, Andrómeda? —pregunta mi padre mirándome. —¿No es un amigo imaginario? —pregunta, él es psicólogo y lastimosamente en la magia no cree.

Ajá, no me está creyendo nada.

—Sí papá mira. —dice y abro mis manos, creando pequeños fuegos artificiales en mis manos, él me mira sin poderlo creer, totalmente mudo.

—Andrómeda, por amor a Dios. —comenta él, quedando sin aliento. 

—Y eso no es todo, date la vuelta, por favor. —le digo levantándome de la cama, él también lo hace y después me da la espalda.

—Sin travesuras, hija. —me dice mi padre y yo rio, saco un holograma de mi, yo me escondo de otro lado de mi cama, donde papá no me puede ver.

—Papá. —lo llamo, pero, en realidad es mi holograma.

Él se voltea y me mira con una ceja arriba.

—Cárgame, por favor. —le digo y él sonríe confiado, trata de hacerlo, pero sus manos traspasan el holograma.

—Oh Dios, ¡Andrómeda! —dice asustado y yo salgo de mi escondite.

—Tranquilo, papá, tranquilo, es solo un holograma. —le digo y él me mira, yo hago un movimiento de mano, cerrándola y el holograma desaparece. —Todo esto me lo enseñó Loki. 

—¿Loki? —escucho la voz de mi madre, mi corazón se detiene.

¿Ya son las cinco? 

Miro el reloj que está en la pared de mi cuarto y efectivamente, ya eran las cinco.

—Sí mamá. —le digo volteándome.

—¿Viste lo que acaba de hacer? —le pregunta papá a mamá y ella me mira, después lo mira a él.

—¿Me preguntas por los fuegos artificiales o por el holograma? —dice y yo quedo boquiabierta.

—Mamá yo... —tartamudeo, pero ella se acerca a mi y me carga. 

—Tranquila, mira, tenemos que hablar. —me dice mientras se sienta en la cama, papá también lo hace.

—Andrómeda, queremos que seas un poco más desconfiada con los demás, porque allá afuera hay muchos peligros, no puedes hablarle a todos como si los conocieras, no todos son buenos. —dice mamá y yo la miro. —Andrómeda, trata de no darle atención a Loki, no lo conoces del todo, no sabes si él es bueno o no.