Andrómeda: y la era de los jóvenes Vengadores. #1 [¡Completa!]

60. Los Ángeles.

Andrómeda Stark.

Él y yo estamos en nuestro momento, bailando, mirándonos, besándonos y simplemente sintiendo que somos los únicos en este momento.

—¿Desde cuándo aprendiste a bailar? —le pregunto con gracia, mientras que en la canción suenan sus últimas notas.

—Desde que supe que a ti te gustaba bailar. —comenta él con una sonrisa, yo me rio mientras niego.

—Por Dios... —murmuro y él se ríe. —La verdad. —le digo y él se ríe con timidez.

—Mi madre me enseñó a bailar cuando era un niño. —me cuenta, sonriendo con algo de ternura.

Yo le sonrío, mientras le acaricio una mejilla.

La canción termina y yo me siento a desayunar, en eso, recuerdo de golpe todo lo que pasa, trato de controlarme, pero algo parecido a un corto circuito empieza a afectarme, el brillo de mis manos empezó a parpadear y mi cuerpo empezó a temblar.

—¿Andrómeda? —me pregunta Loki y yo lo miro. —¿Qué te pasa linda?

—Tranquilo, estoy bien. —murmuro y en eso siento que Loki me pone una mano en mi frente.

—Cálmate. —me dice y siento como poco a poco ese efecto va pasando.

Yo respiro profundo mientras que esa horrible sensación va disminuyendo.

—¿Andrómeda?

—Sí, aquí estoy, tranquilo. —murmuro mientras le tomo la mano.

—¿Qué pasó? —me dice mirándome con preocupación.

—Seguramente los nervios del secuestro y el efecto del calmante que ya va pasando. —le digo mirándolo y él me mira preocupado.

—Tus ojos. —murmura viéndome y yo me veo por el reflejo de mi celular y después suspiro, están azul neón, como si estuviera alterada.

—Tranquilo, no pasa nada. —le digo respirando hondo, lo miro y vuelvo a la normalidad, así lo siento, porque a Loki lo veo menos tenso. —Loki, quiero pedirte algo, espero que no me digas que no. —agrego y él se ríe.

—¿Y qué sería? —me mira y yo tomo un sorbo de café.

—Quiero que me enseñes a manipular mentes. —lo suelto y él me mira asombrado.

—¿Quieres ser como yo? —me pregunta y yo ruedo mis ojos.

—¡Loki no! Es solo que si yo hubiera sabido como manipular mentes, Roderick nunca me hubiera secuestrado. —afirmo y él me mira riendo.

—Puede que sí, puede que no, tú hace unos días estabas aterrada por Roderick, entonces no creo que hayas sido capaz de enfrentarlo. —me dice y yo asiento.

—Es cierto, pero, con los días lo pude enfrentar. —murmuro mirándolo y él se ríe.

—Claro, yo te enseñaré. —me dice y ambos reímos de manera cómplice. —Pero, tengo una pregunta.

—Dime.

—Si quieres que te ayude a manipular mentes, ¿cómo me explicas las veces que has manipulado la mente de Lila? —me pregunta y yo lo miro.

—¿Con Lila? —le digo riendo, simulando no entender.

—Andrómeda, te conozco muy bien, ya te he visto haciendo eso. —me mira y yo me rio con cierto descaro. —La primera fue cuando nos besamos en el simulador y Thor se puso agresivo conmigo, yo vi como utilizaste la mente de Lila para defenderme, porque a pesar que estabas lejos lo hiciste y la otra fue ayer en la tarde, cuando Lila pudo atacarte por desintegrar su arco y flecha, no lo hizo, la manipulaste.