34. Pesadillas y otros tormentos.

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Capítulo 34: Pesadillas y otros tormentos.

La escena que hago explotar a Dhara no sale de mi cabeza, entonces despierto de golpe, con mi corazón agitado, al igual que mi respiración, estoy sudando frío. Veo mejor a mí alrededor y noto que estoy en mi habitación, volteo a mirar la hora, 2:30 am, ya son demasiadas las noches que sueño con la misma escena.

—Solo un mal sueño, tranquila. —murmuro y me levanto de la cama, camino hasta la cocina y tomo un vaso con agua, me volteo y veo a Nébula sentada en el sofá de la sala.

—Hola Nébula. —le digo y ella se voltea.

—¿Y eso? ¿Que haces despierta? Tienes que descansar. —me dice y yo me acerco para sentarme junto a ella.

—No he dejado de tener pesadillas. —comento y ella me rodea mis hombros con su mano para abrazarme.

—Lo sé, conozco esa cara, es el primer muerto. —me responde y yo la miro.

—¿Haz matado a alguien?

Ella me mira apenada, pero, asiente.

—Sí, mi padre me quiso hacer un robot, alguien que solo le indicabas a quien matar y listo. —comenta Nébula y yo la miro asustada.

—¿Nuestro padre era un hombre malo? ¿Por eso no me hablas de él? —pregunto mirándola y ella niega.

—No, él no hubiera sido malo contigo, no era malo con Gamora que no era su hija, contigo hubiera sido el mejor. —me dice y yo sonrío. —Solo que él tenía una manera diferente de ver la vida, pensaba como ningún otro.

—¿A ti no te quería? —la miro y ella suspira.

—Sí, siento que si me adoptó fue por algo y a pesar de nuestras diferencias, muy en el fondo nos teníamos aprecio. —me responde y yo tomo su mano.

—¿Me parezco a él en algo? —le pregunto y ella asiente.

—En la mirada y en el carácter. —dice y ambas reímos. —Lo conocía tan bien, que aseguro que te hubiera amado, a su manera obvio, pero, lo hubiera hecho. —me dice.

—Me hubiera gustado conocerlo. —comento y ella suspira.

—Tal vez sí lo hiciste, pero, no lo recuerdas.

—Yo siempre he pensado que él me cuidó los primos años de mi vida, porque recuerdo muy poco a un hombre, de mi mismo tono de piel y muy alto. —respondo y le enseño mi brazo, que lo convierto de mi tono original y ella me mira impresionada.

—Sí, tal vez así fue. —responde y yo asiento, pensando todavía en lo que ha pasado.

¿En serio era necesario matarla? ¿Por qué no pensamos en otra opción?

Y Nébula como si estuviera leyendo mi mente, me habla:

—Andrómeda, lo que hiciste con Dhara, no fue tu culpa, era lo mejor por el bien de todos. —me dice Nébula mientras me mira y yo suspiro.

—¿Estás segura?

—Sí, la vida nos obliga a hacer cosas que aunque no sean correctas, es por nuestro bien. —me dice y yo la miro impresionada, tiene mucha razón.

Nos quedamos hablando por varios minutos, hace mucho no éramos solo Nébula y yo, a medida que voy creciendo, cada vez veo menos a Nébula.

—Bueno, gracias por tus palabras, pero, muero de sueño. —le digo y ella se ríe.

—Espero que duermas bien. —me dice y nos abrazamos, yo me levanto del sofá y me voy a mí habitación y Cronos está abarcando toda mi cama mientras duerme, voy a tener que comprarle una cama a él, ya no es un bebé, ya puede dormir en su propia cama, bueno, si es un bebé, pero no parece.

Andrómeda: y la era de los jóvenes Vengadores. #1 [¡Completa!]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora