7. Corazón en llamas.

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Me siento tan emocionada, pero, no le puedo contar nada a papá y a mamá todavía, pero, yo sé que nos vamos a volver a ver, ahora que lo recuerdo, ellos estaban en el edificio donde el doctor tiene su consultorio. 

—¡Papá! ¡Mamá! —los llamo, pero, solamente escucho la tele sonando, los vuelvo a llamar mientras subo, nada, llego a la puerta de la habitación y los veo dormidos, ¿a esta hora? Son las ocho de la noche, ellos no acostumbran a dormir tan temprano, me acerco y me espanto al ver lo pálidos que están.

Muevo a mamá, pero, nada...

—¿Papá? ¿Mamá? —pregunto con mi voz quebrada, mis ojos se empiezan a humedecer. —¡Papá, mamá! Ya no me está gustando este juego, por favor despierten... ¡Por favor! —les digo mientras empiezo a llorar.

¿Qué pasa? ¿Por qué no me responden? ¡No entiendo nada! 

—¿Será posible que...? No... —murmuro mientras siento mis mejillas empapadas de lágrimas.

Ay no, la rabia y la tristeza, la frustración van a salir, ¿Qué hago? Quiero controlarme pero no puedo, es un dolor insoportable que tengo atravesado en el pecho, mi garganta me duele y parece que nunca voy a terminar de llorar, siento mi corazón arder, cómo si estuviera envuelto en llamas.

—¡No! ¡No de nuevo! ¡No me dejen! —grito desesperada y toda la casa empieza a temblar, pego un grito desgarrador y vuelve a pasar lo de los laboratorios.

Exploto.

Lo que yo no vi, es que en la habitación de mis padres hay una chimenea, cuando yo me enojo, si hay fuego cerca puede crecer, pero yo exploté, entonces el fuego subió mucho, una pared de llamas me separó de mis padres.

—¡No! —grito y veo como los envuelven las llamas, trato de manipular el fuego, pero, es demasiado.

La desesperación y el humo no me dejan pensar, siento que me falta el aire, entonces empiezo a salir, toda la casa está envuelta en llamas.

Por Dios, ¿Qué hice? 

Corro hasta la salida para pedir ayuda, cuando estoy ahí, veo que hay mucha gente viendo la escena, yo me volteo y veo la casa envuelta en llamas, ahí quedaron mis papás. Yo empiezo a llorar de manera desconsolada, mientras que me acerco a las personas.

—Ayuden a mis papás, por favor. —les imploro entre lágrimas, pero ellos se alejan de mí, ¿Qué les pasa? 

Miro mis manos, he ahí la respuesta, tenía bolas de fuego en ellas, todos me miraban como un fenómeno, así como ellos me veían, me paralizo del miedo y la vergüenza.

En eso llegan los bomberos y las ambulancias a toda velocidad, yo los miro asustados.

—¡Pequeña! ¿Hay alguien en casa? —me pregunta uno y yo asiento mientras lloro.

—Mis padres, ¡hagan algo! —les ruego y los bomberos empiezan a tratar de entrar a la casa, pero, no podían, es demasiado el fuego.

—Ven conmigo. —me dice un paramédico mientras me carga y me lleva a una ambulancia, yo no puedo parar de llorar.

Me revisaron, para ellos era una sorpresa que no tuviera una ninguna quemadura grave, para mí no es una sorpresa.

—¿Andrómeda? —escucho una voz, veo al frente de mí y es Morgan, con una mujer rubia.

—Hola Morgan.

—¿Qué pasó? —pregunta ella y se acerca, yo me pongo en pie y me acerco para abrazarla, empiezo a llorar.

—Un terrible incendio, mis padres quedaron atrapados en él. —trato de decirle, pero, no podía, me ahogaba en llanto.

—Tranquila. —me dice Morgan con la voz quebrada, yo la abrazo fuerte.

Andrómeda: y la era de los jóvenes Vengadores. #1 [¡Completa!]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora