57. No más miedo.

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Capítulo 57: No más miedo.

Andrómeda Stark. 

—Bueno, linda, aquí está tu cena, espero que te guste. —comenta Roderick con felicidad, mientras se acerca con Thurd transformada en Electra, él abre la capsula en la que estoy y me pone una bandeja en el piso, yo estoy sentada en la cama leyendo 100 años de Soledad, han pasado veinticuatro horas desde que Thurd llegó a decirme sobre mi rescate. Al ver la bandeja de comida me levanto y me acerco, Roderick se asusta y rápidamente cierra la capsula, yo le tiro un rayo y él salta del susto.

—¡Andrómeda! —me regaña y yo me empiezo a reír a carcajadas.

Se ve tan estúpido y débil así, temiéndome. 

—¿Qué? ¿Te da miedo que te desintegre? —pregunto mirándolo a los ojos, su mirada destila miedo, no lo puede ocultar, aunque su rostro esté sin mover ni un solo músculo.

—No te atreverías.

—Y entonces, si no dudas de mí, ¿por qué me tienes aquí encerrada? —digo y veo el plato de comida, un trozo de carne, puré de papas y unos vegetales.

—Es por precaución, tú sabes que esa energía tuya es mejor tenerla controlada. —me mira y yo me rio, mientras tomo un pedazo de carne y empiezo a comerlo.

—¡Qué ridículo eres! —comento riendo, dejando ver toda mi comida. 

—¡Andrómeda, que asco! Eso no lo hace una persona decente. —dice Roderick y yo trago, Thurd mira un momento hacia un lado, algo le están diciendo por su audífono. 

En eso se escucha como si sonaran un timbre.

—¡Agh! ¿Quién demonios es? —pregunta Roderick y se voltea, toma una tableta que tiene y la enciende, dejando ver a un hombre de rasgos asiáticos.

—¡Roderick Fürts! —se escucha decir. —¡Abra! Ya sabemos que está ahí y tiene a Andrómeda. 

—Mierda. —dice con un hilo de voz, se ve sumamente asustado y yo sonrío, miro a Thurd y ella asiente.

—Roderick. —trato de hablar, pero, empiezo a simular que el trozo de carne se me queda atorado en mi garganta, cuando en realidad ya está en mi estómago.

—¿Andrómeda? —me mira preocupado.

Yo toso y empiezo a hacer sonidos como si de verdad me estuviera ahogando.

—¡No! Tú no. —dice y abre la capsula, cuando está adentro, cerca de mí, me reincorporo y lo golpeo con mi energía, él pega contra una pared y después cae al piso.

—¡Tú no me vuelves a poner una mano encima! —lo amenazo, miro mi dosímetro, diez mil milisieverts.

Oh sí...

 Roderick mira a Electra.

—¡Electra ataca! —le ordena, totalmente histérico, Thurd se ríe al escuchar esto.

—Lo siento, Electra no está. —comenta mi amiga y se convierte en ella nuevamente, yo sonrío y ella saca su espada, amenazándolo con esta. —Pueden entrar, Morgan. 

—¿Morgan? —pregunto mirándola y ella asiente con una sonrisa, yo la abrazo y ella hace lo mismo.

—¿Y esto es todo? ¿Me vas a matar? —pregunta Roderick mirándome y yo me rio.

—Eso sería demasiado fácil, tú vas a vivir con la maldición de nunca tenerme en tu poder, porque si me escapé de ti teniendo cinco años, no me va a quedar difícil ahora que soy fuerte y poderosa. —le digo con una sonrisa, orgullosa de mí misma y le enseño mi energía en forma de llama que sale de mi mano.

Andrómeda: y la era de los jóvenes Vengadores. #1 [¡Completa!]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora