Capítulo 31: Enlaces exclusivos.

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No me gusta que me den cosas.

La respuesta predeterminada quedó atrapada en su lengua y permaneció allí como un mal sabor o un aliento matutino. Tony deseó poder enjuagarlo con un poco de enjuague bucal o mucho café. Contrariamente a las bromas de Darcy y la canción irritantemente pegadiza que había cantado en momentos aleatorios durante un mes con voces exageradas, Tony nunca se había cepillado los dientes con una botella de whisky.

Para ser perfectamente honesto, Tony no tenía idea de cuándo se desarrolló esta peculiaridad suya.

¿Fue producto de las incesantes burlas que había soportado como el heredero Stark, supuestamente nacido con una cuchara de platino en la boca y entregó todo en la vida?

¿Fue el resultado de demasiadas fiestas salvajes en las que bebió lo que le ofrecieron y trató de llenar las horas en blanco revisando los titulares del día siguiente?

¿Era una señal de su aversión a la responsabilidad ya las citaciones?

¿Fue un mecanismo de defensa perfeccionado por la confianza traicionada y la fe rota para mantener a la gente a distancia?

¿Fue un juego de poder decir siempre que no primero, independientemente de lo que se ofreciera?

La verdadera razón probablemente estaba en algún lugar entre todos los anteriores, pero la mejor pregunta era: ¿Importó en el gran esquema de las cosas?

Fue una de las conclusiones de sus sesiones de terapia con MONDAY y liberadora. Después de todo, todos tenían sus preferencias y mientras Tony no se lastimara a sí mismo ni a los demás, no había ningún daño en continuar como estaba. Saber que estaba bien dejar ciertas piedras sin remover hizo que fuera más fácil levantar las rocas que pesaban mucho en su mente y corazón.

Como sus propias tendencias autodestructivas para atacar y alejar a las pocas personas a las que realmente les importaba en una cruzada equivocada para demostrar lo equivocados que habían estado al permanecer a su lado.

Tony había estado al borde del abismo de demostrar que el mundo estaba equivocado y demostrar que él mismo tenía razón, ignorando deliberadamente la ironía de que era lo mismo: el viejo debate de si él era o no una decepción. Algunos días, no quería hacer nada más que mostrarle al mundo, Howard , que estaban equivocados al despedirlo y menospreciarlo, anhelando la satisfacción de hacer que se tragaran sus palabras con una cualidad obsesiva. Otros días, solo quería darse por vencido y ceder al hecho internalizado e irrefutable de que simplemente no era lo suficientemente bueno, necesitando que la lucha por la validación finalmente terminara al admitir la derrota.

Luego conoció a Rhodey, Happy y Pepper, personas que tenían buen corazón y ojos amables, que creían en él, que lo hacían querer demostrarles que tenían razón y que él mismo estaba equivocado...

Quien no tenía ni idea del tipo de desastre que era porque crecieron normales. La normalidad era un privilegio que Tony no tenía y no podía empezar a entender, pero la alcanzó de todos modos, poniéndola sobre sí mismo como una manta de seguridad que era demasiado pequeña y lo dejaba temblando.

A la mamá de Pepper le gustaba mostrar fotos de bebés. Los padres de Rhodey siempre enviaban galletas Snickerdoodle cubiertas con chispas rojas y verdes en Navidad. Happy tenía un viaje de pesca anual con su papá.

If You Had This Time Again (traducción)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora