Capítulo 63: Él no se sometería.

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Notas:
¡Bienvenidos al capítulo de Bucky! Traté de limitar la cantidad de Steve en estos pequeños fragmentos de la vida de Bucky porque la identidad de Bucky no gira en torno a Steve (aunque el MCU piense lo contrario).

Referencias/Citas:
Capitán América: El Primer Vengador. Capitán América: Civil War.

***

Cuando Bucky tenía cinco años, había traído a escondidas un perrito a casa. Lo había mantenido en su habitación, dándole pedazos de las sobras de la cena y pensando en maneras de convencer a su mamá para que lo dejara quedarse. Becca no lo había tolerado y lo había dejado muy claro, lo que probablemente explicaba por qué el perro había orinado en su zapato. A pesar de lo gracioso que Bucky lo había encontrado, su mamá y su hermana no estaban de acuerdo, así que tuvo que devolverlo al callejón donde lo había encontrado. Todavía pasaba por ahí de vez en cuando para darle un trozo de pollo o algo parecido.

Bucky nunca le diría a nadie, menos a Steve, pero el chico más pequeño de alguna manera le recordaba a ese perrito con grandes ojos de cachorro y una astucia oculta.

Su primer encuentro fue cuando Steve estaba aferrado al cuello de algún chico idiota en un ineficaz estrangulamiento y prácticamente gruñía para que le devolvieran su dinero. El ceño fruncido, sin embargo, no se veía por ningún lado cuando la conmoción - Bucky simplemente tuvo que intervenir con un cabezazo - llamó la atención de la maestra.

De alguna manera, Steve había logrado encoger los hombros y hinchar el pecho al mismo tiempo, haciéndose parecer tanto más pequeño con contrición como más grande con rectitud.

El idiota terminó en detención después de que se le ordenara disculparse con Steve y devolverle su dinero.

Bucky recibió un palmazo de aprobación en el hombro por intervenir, el primero en su larga historia de peleas con imbéciles que decían algo malo sobre sus hermanas.

Vagón de carga.

Bucky practicó su swing hasta que los hombros le latían y los brazos le temblaban como espaguetis, luego, superando el dolor, siguió adelante.

Lo que fuera que estaba pasando, no era bueno. Podía tener solo catorce años, pero notaba que su mamá traía cada vez menos cosas del supermercado. Cuando Becca había pedido una fiesta de cumpleaños, todo había terminado en lágrimas con su hermana llorando a todo pulmón y su mamá sollozando en silencio en sus manos.

Si lo reclutaban los Dodgers, su mamá dejaría de llorar y Bucky podría comprarle a Becca todos los pasteles que quisiera. Sus manos temblaban y tenía las palmas sudorosas, pero Bucky siguió sosteniendo el bate de madera, miró hacia el atardecer y golpeó.

Uno.

El hombro huesudo de Steve se clavaba en Bucky mientras se apiñaban en la parte trasera del camión del congelador. El aire entre ellos estaba viciado y olía a la salsa de los perritos calientes en los que habían gastado su dinero del tren.

Definitivamente, esta no era una de sus mejores elecciones, especialmente considerando cuántos problemas tendrían si los atrapaban, pero Steve había prometido fingir un ataque de asma si la situación se ponía grave y Bucky, bueno, Bucky había gastado el último de sus dólares tratando de ganar un oso de peluche para Dot, que tenía novio, así que realmente no tenía ningún terreno moral firme sobre el que pararse.

El camión dio un sacudón al pasar por otro bache, el movimiento haciendo que sus cabezas chocaran dolorosamente.

Bucky soltó una maldición mientras una mano subía instintivamente a frotarse el punto dolorido en el costado de la cabeza. Su codo casi golpeó a Steve en la mandíbula.

If You Had This Time Again (traducción)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora