Natasha miró subrepticiamente a Stark mientras entraban en la sala de conferencias de la Torre Stark para un informe muy necesario después de los eventos en la azotea. Stark estaba tocando su teléfono, cayendo al fondo del grupo y permaneciendo en silencio.
Uno por uno, se acomodaron en las lujosas sillas sin decir palabra, un tenso silencio roto por Fury aclarándose la garganta y disparando la primera ronda de preguntas.
Stark les respondió sucintamente, los ojos al frente y la postura rígida.
Natasha estaba segura de que había algo extraño en él, algo que no podía explicarse con un simple trauma.
Donde Stark alguna vez estuvo entusiasmado por la energía, se volvió reservado. Donde antes hablaba para sonar grande, hablaba poco. Donde una vez estuvo casi desesperado por demostrar que su evaluación estaba equivocada, parecía indiferente. Aún más extraño era su aversión hacia Steve, su irritación con Clint y su desconfianza hacia ella. Stark lo disimuló bien, pero el contacto visual evadido, las respuestas concisas y la duda de darle la espalda despertaron sus sospechas e interés.
Si no fuera por el reactor de arco que brilla a través de su pecho, Natasha habría dicho que este hombre sentado frente a ella no puede ser Tony Stark.
Quizás Loki lo había comprometido después de todo. Por supuesto, el cetro estaba bajo su custodia y el reactor de arco había resistido la manipulación mental antes, pero Loki probablemente tenía otros trucos bajo la manga. Otras estratagemas y juegos que no requerían el uso de magia o artefactos, solo una mirada oportuna y un labio ligeramente mordido.
La historia de playboy de Stark indicó atracción por ambos géneros y admitió haber compartido una bebida con Loki, donde Loki aparentemente le había confiado sobre la participación de Thanos y la pérdida de conciencia de Loki. Cuando Steve, incrédulo, exigió saber por qué, Stark lo rechazó y citó la necesidad de confiar en sus palabras.
Natasha sabía a ciencia cierta que Stark nunca antes sintió esta compulsión por cumplir sus promesas; había trabajado para el hombre durante meses y lo había visto pasar más reuniones de las que asistía a ellas. Cuando señaló esta inconsistencia, Stark se encogió de hombros y murmuró algunas tonterías genéricas sobre pasar una nueva página después de una experiencia que le cambió la vida. Otro intento de racionalizar los severos cambios en su personalidad. Natasha habría presionado más, pero Banner la silenció con una mirada teñida de verde.
La actitud protectora de Banner hacia Stark no fue del todo inesperada, pero definitivamente inconveniente. No era raro que un rescatador desarrollara un apego al rescatado, habiendo invertido en el bienestar de la otra persona mediante el acto de salvarlo. El rugido angustiado de Hulk todavía sonaba claramente en su memoria.
Había algo raro en Stark, pero Natasha lo dejaría pasar por ahora siempre que no interfiriera con el desempeño de Iron Man.
Después de todo, Tony Stark no fue recomendado, pero necesitarían a Iron Man para cuando venga Thanos.
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