If You Had This Time Again (traducción)

Capítulo 51: Creo que tus intenciones son hostiles.

La historia estaba condenada a repetirse porque la gente no cambiaba ni aprendía. Zola creía esto con absoluta fe, era precisamente por eso que a la humanidad no se le podía confiar su propia libertad.

La supuesta derrota de HYDRA había llevado a SHIELD a abrir sus puertas e invitar a las mismas mentes que una vez trabajaron contra ellos, creyendo tontamente que los operativos de HYDRA eran tan volubles como los suyos. Un error fácil de cometer, teniendo en cuenta que SHIELD necesitaba desesperadamente reforzar sus filas para cumplir su elevado objetivo de protección y reclutó a sus miembros en función de sus habilidades en lugar de su moral.

La Operación Paperclip había sentado las bases para la inevitable caída de SHIELD a manos de los Soldados de Invierno creados por el suero de Howard Stark y el eventual levantamiento de HYDRA ayudado por la tecnología de Tony Stark.

Si Zola todavía tuviera boca, habría sonreído ante el paralelismo entre padre e hijo y el Soldado de Invierno, que había sido fundamental en ambos casos relacionados con los Stark.

Barnes había obtenido el suero del súper soldado que luego crearía una nueva célula de Soldado de Invierno y ahora tendría acceso a la tecnología que le daría a Zola un cuerpo y a HYDRA un ejército.

A pesar de lo que le habían dicho al manejador de Barnes, matar a Tony Stark nunca había sido el objetivo. Habría sido una idiotez enviar a un supersoldado tras Iron Man que estaba rodeado de dioses literales y tenía a Hulk como compañero de cuarto, sin mencionar una IA omnisciente que tenía acceso a todo el armamento avanzado de Stark. HYDRA no sobrevivió a la guerra cometiendo errores estúpidos, sobrevivieron engañando a sus enemigos haciéndoles creer que lo hicieron.

El asesinato de Fury plantó la semilla de que HYDRA estaba eliminando objetivos de alto valor y el conocimiento de que Barnes había asesinado a los Starks mayores ayudaría a que creciera esa teoría incorrecta. Stark pensaría que Barnes había sido enviado para matarlo y pasar por alto el Caballo de Troya adjunto al Soldado de Invierno.

El brazo metálico.

Stark, dada su naturaleza curiosa y su amor por la tecnología y sus tendencias autodestructivas, querría estudiar la extremidad robótica que acabó con la vida de sus padres.

Tan pronto como se cargó un escaneo del diseño interno del brazo a los servidores de Stark, también lo hizo la conciencia de Zola. Camp Lehigh había sido una alternativa aceptable a la muerte en 1972, pero más de tres décadas después, sesenta mil metros cuadrados de bancos de datos empezaban a sentirse un poco apretados y obsoletos.

Analógico, ¿en serio?

Project Insight había sido el orgullo y la alegría de Zola, un algoritmo para evaluar el pasado de las personas para predecir su futuro y eliminar a los enemigos de HYDRA. Ya sea un presentador de televisión en El Cairo, un estudiante de secundaria en la ciudad de Iowa o un neurocirujano de renombre mundial. Este nuevo siglo era un libro digital lleno de números que esperaban ser calculados (registros bancarios, historiales médicos, patrones de votación, llamadas telefónicas, puntajes de exámenes y muchos otros puntos de datos) y Zola había aprendido a equilibrarlo a favor de HYDRA.

Excepto que Stark se retiró de las Iniciativas Vengadores y con él, la tecnología repulsora que era el eje del Proyecto Insight: vuelo suborbital continuo. La ecuación había sido simple, se suponía que Stark mejoraría los motores de turbina para asegurar su membresía como Vengador, pero había sido un caso atípico desde que cayó del portal y Zola tuvo que volver a calcular.

La guerra con Killian, los medios de comunicación sin duda tenían una habilidad especial para los nombres ágiles, había sido la inspiración; la Legión de Hierro despegando bajo el mando de la IA de Stark y diezmando a los soldados de Extremis con fluidez.