Capítulo 17
Arielle Vandenberg
Su novia.
Me dejo caer en mi cama ligera como una pluma, me siento en las condenadas nubes con todo lo vivido en estás pocas horas.
Esto debe ser un sueño.
──¿Cómo estuvo el concierto?
Abro mis ojos al escuchar la voz de mi madre, me siento en la cama y la detallo en la entrada de mi habitación.
──¡Fue increíble! ──digo llena de emoción. ──. Es lo más emocionante que he experimentado.
Asiente sin decir nada.
──Ahora intenta descansar, por favor… ──susurra. ──. Y no quiero visitas en la madrugada, Arielle.
Sale de mi habitación, y yo chillo sin prestarle atención a lo último que dice, siento mi corazón palpitar con fuerza es impresionante lo feliz que me encuentro, hace mucho tiempo que no sentía esto.
Saco las entradas de mi pantalón, y las coloco cerca de las Dalias que ya empiezan a marchitarse. Tomo mi diario y comienzo a plasmar en este todo lo vivido el día de hoy.
Las canciones, sus besos, los leves susurros y la adrenalina del momento. No puedo dejar de pensar en él.
Mi teléfono comienza a sonar con varios mensajes, y me levanto para ir a revisarlo. Todas las fotografías y vídeos que hizo de ambos, empiezan a llegarme con pequeño escrito.
Por más momentos así, Mi novia.
Unas intensas cosquillas se instalan en mi estómago. Llevo mi teléfono a mi pecho, Cierro mis ojos por un leve instante y me recuesto en la cama para responderle.
Por muchos más, Mi novio.
Siento que mi camiseta tiene impregnada su perfume… me deshago de toda menos de ella para sentirlo cerca, aunque esté lejos.
La pantalla de mi teléfono se pone negra e ingresa una vídeo llamada de él, me acomodo en la cama y deslizo mi dedo por la pantalla.
Muerdo mi labio al verlo acostado ya en su cama, su cabello va suelto y puedo notar que no tiene camiseta, mi cuerpo se calienta.
──Quiero escucharte decirlo. ──dice con voz ronca.
──¿Qué?
──Lo que me enviaste por mensaje.
Sonrío recordando lo que le envié.
──Por muchos más, Mi novio. ──susurro con mis mejillas ardiendo.
La sonrisa que se dibuja en sus labios detiene mi corazón por unos segundos.
──¿Qué harás mañana?
──Los fines de semana suelo ir al café o sencillamente me quedo en casa. ──informo con calma.
──Entiendo. Deberías acompañarme a buscar apartamento. Dijiste que lo harías.
¡Tiene razón!
No he buscado nada. ¡Mierda!
──Es cierto, si. Mañana podemos hacer eso. ──susurro.
──Perfecto. Mañana nos veremos, ahora descansa. Si no puedes dormir, llámame. No lo dudes ni un segundo. ¿Ok?
──Ok.
──Hasta mañana, novia. Descansa.
──Hasta mañana, novio. Descansa.
Ambos sonreímos. No puedo trancar la llamada, coloco mi teléfono a un lado y me recuesto, sin dejar de verlo, él hace lo mismo.
──Duerme… ──susurra.
Intento cerrar mis ojos pero con él aun en la pantalla de mi teléfono es complicado.
──No es fácil contigo viéndome. ──musito, ríe con fuerza.
──Hablemos hasta que te duermas. ¿Te parece?
──Me parece. Háblame de ti… quiero saber tus cosas favoritas en el mundo. ──inquiero abrazando mi almohada.
Eleva su mirada hacia el techo, frunce sus labios de una manera tan dulce que me enternece.
──Creo que ya sabes que soy un nerd, y que me gusta hacer ejercicios. Eh, me gustan los Skittles especialmente los del empaque rojo, puedo comerme hasta 10 bolsas en una sentada. No los aburro. ──asiento escuchándolo. ──. Soy como un niño, soy fanático de las películas de Harry Potter… tengo incluso los libros en versión tapa dura. Los cuales pienso exhibir en el apartamento que compre. Soy muy ordenado, creo que eso lo notaste.
──Si. Lo noté. En cambio yo… ──canturreo.
Ríe divertido.
──Pero no es tanto. Me gusta la pizza, me encanta un latte vainilla sobre todo en un día lluvioso…
Los días lluviosos son algo tristes para mí, y es cuando mi ansiedad se acentúa.
──¿Color favorito?
──El de tus ojos. ──susurra, mirándome fijamente. ──. Me encanta como se ven con el sol, y cuando posas tu mirada en mí. Destellan. ¿Cómo van las Dalias?
──Marchitándose. ──musito. ──. Quisiera que fueses eternas…
──Buscare la forma de que lo sean. Lo prometo…
Bostezo con fuerza, el ríe buscando comodidad en la almohada.
──Ahora si, es hora de descansar…
──Esta bien.
Cierro mis ojos, sin trancar la llamada. Mi cuerpo se relaja con el silencio y duermo con él observándome.
****
El olor a comida me hace removerme en mi cama, abro mis ojos lentamente para notar mi teléfono a un lado.
La llamada fue finalizada.
Tomo el aparato y aún no tengo algún mensaje de su parte, salgo de mi cama con pesar pero totalmente descansada.
Cepillo mis dientes y recojo mi cabello antes de bajar a desayunar con mi madre, está sirviendo mi plato de comida cuando me siento..
──Buenos días. ¿Cómo dormiste?
──Buenos días. Bien…
──Come, debemos irnos a Elli’s dentro de una hora. ──tenso mi mandíbula al escucharla.
──Yo… ──elevo mi mirada hacia ella, que ladea su rostro esperando que siga hablando. ──. Hace días Rhett me pidió que lo ayudará con algo, y lo había olvidado por completo. Anoche quedamos que sería hoy.
Suelto sin titubeos. No dice nada, solo detalla que mantengo mi mirada y mi semblante firme.
──¿Ayudarlo con qué?
──A buscar apartamento. ──mi madre se sienta frente a mí.
Suelto un largo respiro y toma su taza de café.
──¿Tienes conocimiento de la diferencia de edad que existe entre ambos? Se ve mucho mayor que tú, Arielle.
──Sé su edad, Estoy consciente de todo, tanto así que entiendo que él me hace bien.
──Solo tienes días de conocerlo. ¿Cómo puedes decir eso?
──¿Acaso no me ves? ──encaro. ──. Mamá, estoy bien. Me siento de maravilla. Carajos, mírame.
──Me alegra que estés bien, pero no quiero que tú estabilidad dependa de él.
Musita y siento un nudo en el estómago.
──Luego de ayudarlo iré a Elli’s. ──murmuro ignorando su comentario.
Tomo el tenedor y comienzo a comer con su mirada en mí, disfruto del plato que me ha servido… luego de un rato ella imita mi acción, cuando ambas hemos terminado levanto ambos platos y lavo todos los trastes.
──¿Tu padre te ha llamado? ──inquiere detrás de mí.
Niego.¿No entiendo para que me pregunta eso?
Escucho mi teléfono repicar en mi habitación, seco mis manos y corro hacia las escaleras pasando por un lado a mi mamá. Llego a mi habitación y me lanzo a la cama para contestar lo más rápido que puedo.
──¡Buenos días! ──musita. ──. Pensé que te vería al abrir mis ojos…
Sonrío.
──Buenos días, no se porque se finalizó la llamada.
──¿Cómo dormiste?
──Bien… dormí toda la noche. ¿Y tú?
──De maravilla. Aún sigo en la cama, algo extraño pero muy bueno. ¿Todo bien?
──Todo de maravilla. Acabo de desayunar. ¿Qué harás?
──Pensaba en ir al gimnasio antes de ir a buscarte. ¿Te parece? Prometo ir duchado.
Rio nerviosa.
──Esta bien.
No creo que mi estabilidad dependa de Rhett, creo que él es el puente hacia un destino lleno de paz y eso lo hace una maravillosa persona. Llegó en el momento justo… y nadie va a alejarme de él.
──En dos horas me tendrás allá, nos vemos novia.
──Nos vemos, novio.
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Respira
RomansaA veces olvidamos que la vida consiste en tomar un largo respiro y continuar con el camino. Si algo he aprendido es eso... ha apreciar hasta esa pequeña bocanada de aire fresco que inhalas y expande tus pulmones haciéndote sentir vivo y pleno. Vol...