capitulo 63

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Capitulo 63
Arielle Vanderberg
Tomando el control.



Estar en sus brazos en una sensación que abriga mi alma, el mundo fluye con ligereza. La vida tiene un sentido, una dirección.

Él, él llegó a mi vida para salvarme. Para recatarme de todo aquello que atormentaba  mi mente.

Él me salvó de todas las maneras posibles e inimaginables. Quizás él no lo sepa, quizás yo no sé lo he dicho pero es mi salvador. Ese que volvió mi vida de colores porque antes de su llegada todo estaba gris.

Todo. 

Mi perspectiva de la vida estaba llena de nostalgia, aquello que debía darme ganas y fuerza no lo hacía, los motivos faltaban y las preguntas abundaban. De esa manera no debe ser vivida la vida.

La vida costa de tener muchos motivos y pocas preguntas. Ahora intento verla así.

Sus besos encienden mi cuerpo haciéndome sentir tan vida y tan real que parece irreal, mi corazón de agita con fuerza, mi cuerpo suda, mis manos tiemblan y hasta siento que pierdo el sentido ante el placer.

Sus besos llenos de deseo, sus gemidos ahogados, y sus eternas caricias me harán mucha falta.

Sé también que solo deberé decirle te extraño para tenerlo tocando lo puerta y eso apaga un poco la tristeza que se acumula en mi estómago haciéndome sentir sin aire y pesada. Rhett es alguien increíble en todos las aspectos, alguien que merece una mejor versión de mi, y voy a trabajar por ello.

Quiero que se sienta orgulloso de mi.
Nuestra relación poco a poco a escalado niveles de intimidad que muy pocos llegan a alcanzar, estamos en ese punto donde el conoce mis miedos, mis defectos, mis dudas, mis sueños, mis anhelos, mis ganas y viceversa.

No cualquiera llega a ese punto con su pareja, esos pensamientos, nosotros lo hemos hecho. 

La conexión de ambos trasciende cuerpos, almas y corazón.

El calor de su mano se posa en mi pecho, y hace pequeños círculos bajando hasta mi abdomen desnudo. Antes exponerme así no era algo que pasase por mi mente, me siento hermosa ante su mirada y su toque.

Me siento única.

──Sabias que El lago más grande del estado tiene un tamaño de 2.100 millas cuadradas. Es el Gran Lago Salado. ──dice para sacarme de mis pensamientos.

Elevó mi mirada hacia él, sus orbes azules me hipnotizan. Ya se cuando mis pensamientos comienzan a tomar partido y busca las maneras de sacarme de estos atrayendo mi atención hacia el.

──No sabía.

──Podríamos ir a visitarlo cuando venga la próxima vez, si tus horarios lo permiten.

Sonrío al escucharlo.

──Si, podríamos. ──susurro. ──. La verdad es que quiero explorar contigo.
──Si, pero sabemos que para la carrera que aplicaste los horarios son apretados.

Frunzo mis labios.

──¿Crees que sea buena psicóloga sufriendo de ansiedad?

Inquiero con miles de miedos instalándose en mi pecho. No he querido darle vueltas al asunto he evitado a toda costa permitirle a mi mente que juzgue mi decisión y que me haga dudar de ella.

──Serás la mejor.  Estoy seguro de ello. Levántate. Vamos.

Se levanta del suelo, y me extiende su mano para levantarme de este.

──¿Qué haremos?

──¡Comprar los condenados muebles! Me duele la espalda.

Río al verlo estirándose y buscando alivio para su dolor.

──Ya estoy viejo. ──rio al escucharlo y niego con diversión.

──No es así. ──me pongo de puntillas para darle un beso, me pega a su cuerpo, y el calor intenso de este me envuelve.

──Dime que vas a extrañarme. ──pide en un leve susurro que quiebra mi alma.

Voy a extrañarlo con locura.

──Voy a extrañarte, Rhett. Y mucho. ──susurro elevando mis mirada para encontrarme con la suya. ──. Te amo, te amo más de lo que puedo expresar.
Sonríe levemente.

Y la nostalgia nos invade a ambos, su mirada se entristece y la mía igual me abrazo con fuerza a su pecho y dejar salir aquellas lágrimas que procurado no derramar.

Mi sollozo estremece mi cuerpo, y puedo sentir como él suyo hace lo mismo.

Ninguno dice nada, sólo nos sentimos en este abrazo que dice y calla tanto, el calor de sus lágrimas ruedan por mi piel, y quiero gritarle al maldito mundo que es injusto en este instante conmigo pero entiendo que todo tiene un propósito y que volveré a él.

Lo sé.

Me constará respirar sin él a mi lado… pero lo haré. Por él y por mi.

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