Respira

capítulo 32

Capítulo 32
Arielle Vandenberg
Regalo.

Hablar con mi madre sobre lo que quería para el cumpleaños de Rhett no fue fácil pero era una conversación que debíamos tener. No pensé que fuese a ayudarme y menos a darme permiso pero lo hizo. Incluso me trajo de vuelta al edificio luego de que me duche y organice todo en tiempo récord.

──¿Tienes todo?

──Si, creo que si.

Saco las cosas y el vigilante al verme con todo se ofrece a ayudarme.

──Ok, nos vemos mañana. Arielle…

Elevo mi rostro hacia ella.

──De verdad, Gracias mamá.

──Ya sabes lo que hablamos. Cuídate. ──asiento.

──Gracias, mamá.

Asiente en silencio, y cierro la puerta del auto. Con el vigilante ingreso al edificio y subo al elevador. Marco el número de Rhett al notar que ya es media noche.

Él fue muy claro en lo que quería de cumpleaños, y quiero complacerlo. Río al escuchar que me quiere a mí como regalo. Me llene de valor y fui clara con mi madre, aunque al principio quizás no le agrado la idea acepto solo por el hecho de que fui madura y sincera.

Me paro frente a la puerta esperando que abra, el vigilante se marcha con una amplia sonrisa en sus labios, no es fácil tener un pastel en una mano y el teléfono en otra pero me las ingenio. La puerta se abre y el aparece recién duchado y con el cabello suelto.

Me tiembla hasta el alma cuando sus orbes se posan en mi.

──Aquí estoy… feliz cumpleaños, Rhett Owens. ──susurro, su rostro lleno de sorpresa me encanta. Baja muy lentamente su teléfono. ──. Debes soplar. ──indico, sale de su pequeño trance y se inclina hacia el pastel para soplar la vela.

──¿Qué pediste?

──Una vida entera contigo. ──susurra elevando su mirada hacia mi.

Siento que mi corazón va a salirse de mi pecho.

──¿Me… me ayudarás a pasar? ──inquiero con voz temblorosa.

Asiente, tomando el pastel, guardo mi teléfono y tomó las bolsas que tengo en el suelo, el sujeta la puerta para mí, dejo todo en la entrada y sin importarme nada me giro para abrazarlo.

Me toma con un solo brazo ya que en el otro lleva su pastel.

Camina conmigo a cuestas hacia la cocina para liberar su otra mano y abrazarme con ambas.

──Te quiero demasiado. ──dice y eso es más que suficiente para mí.

──¿Te gusta tu sorpresa?

──Sabes que si.

Acuno su rostro, y lo detallo. Es muy muy guapo, y es mi novio.

──Desde ya es el mejor cumpleaños, en serio.

──¿Quieres abrir tus regalos?

──¿Hay más regalos?

──Muchos más.

Su sonrisa llena de vida me aviva el alma. Me suelta con pesadez y corro hasta dónde dejé las bolsas con todos sus regalos. Los subo a la encimera y le señalo el taburete para que se siente en este.

Se sienta en este y detalla en silencio con un rostro lleno de emoción como saco las cosas para dejarlas ante él.

Le extiendo la primera caja, y no espera que le diga algo sencillamente ataca el papel de regalo como si fuese el peor enemigo.

Chilla como un niño al ver lo que hay en él.

──¡Skittles! ──dice sacando los maxi frascos que le compre.

Le durarán meses…

──No te los vayas a comer en una sentada.

Ríe divertido.

──Tratare de no hacerlo pero no prometo nada. ──musita emocionado abriendo uno de los envases para sacar un puñado. ──. Comía muchos en mis años de universidad. Era lo que necesitaba para estudiar.

Me extiende solo uno y río feliz al verlo.

──¿Uno solo?

──Uno. Tienen que durarme meses. ──dice y río con más fuerza.

Tomo el Skittles rojo y lo llevo a mi boca con su mirada en mí.

──Ahora abre el siguiente.

Empujo la otra caja hacia él. Esta es un poco más grande, y eso aviva su curiosidad.

──¿Qué es?

──Abre.

Rompe el papel, y detalla la caja blanca sin nada que le indique que podría ser. La abre con cuidado y lleva sus manos a su boca al notar.

──Pensé… que necesitabas adornos de decoración que vayan junto a tus libros de Harry Potter.

Se gira a verme y saca con mucho cuidado el adorno de decoración de las reliquias de la muerte, y una golden snitch. Es tan perfecta que hasta tiene los pequeños detalles y el escrito.

La saca con mucho cuidado y la detalla en sus manos.

──No puedo creer esto.

──Se verán bien con tus libros. ──digo, está sin palabras detallando todo. ──Tiene certificado de autenticidad.
Se gira de golpe a verme.

──¿Qué?

──Es una de las que se usó en la película. ──digo abre sus ojos en demasía.

──¡Mientes! ──niego.

Saco el certificado que firma que es una de las que usaron, e incluso menciona en cual escena.

──¡Arielle!

Se levanta y me abraza con fuerza, llena mi rostro de muchos besos, su alegría me contagia.

Esto era lo que quería. Él ha hecho tanto por mí y merece más que esto que le ofrezco.

──¿Cómo hiciste?

──Bueno… tengo mis ahorros. Yo… use un dinero que no he tocado en largo tiempo.

──No debiste.

──Si debí. Haz hecho mucho más por mí. Pero, hay otro regalo.

──¿Más?

Asiento nerviosa.

──¿Qué pasa?

──Dijiste que me querías a mi de regalo de cumpleaños. Bueno… no soy buena en esto. Eres el primer hombre con el cual he estado en todos los aspectos.

Digo bajando mi mirada.

──Abre el otro. ──susurro.

Me toma de la mano, y me guía hasta la encimera donde yace la pequeña caja.
Quita el lazo, y hace a un lado el papel. No hay nada allí…

──Voy a quedarme… contigo. Esta noche. Toda tuya. Lo que estaba en esa caja, ya lo tengo puesto.

Frunce su ceño pero entiende cuando mi mano empieza a quitar los botones de mi camisa de cuadros.

──Mierda…

──Haremos el amor tantas veces como quieras… ──digo muy bajito.

Me sujeta por la parte de atrás de mi cuello y me pega a su rostro, hunde esa mano en mi cabello y hace una leve presión.

──¿Me harás perder la cabeza?

──Si. ──su mirada de oscurece.

Una fuerte ola de calor me invade, mi corazón se agita con fuerza y mi garganta se seca.

Suelta su agarre, y doy un paso hacia atrás donde empiezo a desprenderme de cada pieza de ropa.

Rhett se queda observándome en silencio, mi corazón puede escucharse en el silencio, y es muy excitante hacer esto.

Llevo un body de encaje blanco. Tiene pequeñas transferencias…

──Mierda.

Sus manos se pasean por su cabello suelto, elevo mi mirada.

──Feliz cumpleaños, mi amor.