capítulo 14

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Capítulo 14
Rhett Owens.
Sonreír.


Arielle se ha calmado, va a mi lado con la ventanilla abajo dejando que el aire acaricie su rostro. Cierro sus ojos por largos instante y no dice nada, yo solo sostengo su mano sin abandonarla.

Paseo mi pulgar por la palma de su mano y ella larga un fuerte suspiro.

──Me siento tan débil cuando esto pasa… ──susurra.

──Y no lo eres, Arielle. ──respondo.

──Yo debo ir a clases. Llévame a clases. ──insiste y no discuto al respecto, lo que menos deseo es que se aleje o que me vea con un enemigo.

Entiendo que las personas ansiosas suelen irritarse con facilidad, y lo primero que hacen es alejar a las personas de su entorno, he procurado entender lo que pasa por su mente por eso me leí el folleto que me dio Vivien, quiero entenderla aunque sea difícil.
Llegamos al instituto, apago el motor mientras Arielle detalla la infraestructura.

──No tienes que ir. ──susurro.

──Eso lo sé.

Toma su bolso con pesadez, baja del auto sin decirme algo y yo hago los mismo para pararme frente a ella cuando está a punto de ponerse en marcha.

No eleva su mirada y eso me causa un poco de incomodidad. Porque había logrado que ella me mirara a los ojos y ahora no tenerlo, duele.

──Si necesitas que venga por ti, llámame Arielle. ¿Si? Yo no voy a dejarte sola, estoy aquí. ¿Lo entiendes?

Se abraza a mi pecho tomándome por sorpresa y cierro mis brazos en su espalda.

──Tu puedes con lo que sea, eres más fuerte de lo que crees.

Asiente pegada a mi pecho, dejo un beso en su cabeza y allí… justo allí es cuando eleva su rostro para obligarme a respirar con sus orbes puestos en mi.

──Ven por mí a la salida… ¿Puedes?

──Puedo. ──sentencio.

Traga grueso, y yo hago la mismo. Muero por posar mis labios sobre los de ella, y lo hago dejo un pequeño beso en estos que me hace sentir de maravilla.

Se aleja con pesar y asiente alejándose de mi.

Me quedo en la distancia viéndola partir hacia el instituto, quizás hoy no sea un buen día para ella allí pero entiendo que debe hacerle frente a lo que sucede y eso es algo que me hace admirar a Arielle.

Tiene fuerza y no se deja.

Pienso en algo que pueda animarla, en algo que la llene de felicidad y me pongo en marcha en busca de ello.

Debo pensar con claridad, tampoco deseo abrumarla con atenciones, todo con Arielle debe ser con tacto.

Me encamino hacia el hotel para darme una ducha, reviso unos correos que me ha enviado mi cuñado con documentos de la empresa y me pongo en ello primero para poder con calma comenzar mi trabajo en ese lugar.

Debo hacerle frente, y lo haré…

Ignoro a la anciana que sisea al verme, e ingreso a mi habitación. Me alisto lo más rápido que puedo, y busco por Internet alguna actividad o evento que suceda esta noche en Atlanta que sirva para que Arielle se distraiga, y maravillosamente consigo algo…

Algo que será increíble.

Cierro mi laptop y llamo a mi cuñado para ponerme al tanto de algunas cosas.

──¿Viste los correos?

──Si. Convoca una reunión el lunes… me preocupa que las obras sin concluir, y la calidad de los materiales.

──Los contratistas al verse sin un presidente están haciendo lo que quieren, están incumpliendo con las fechas de entrega.

──Lo sé. Hace falta ponerles mano dura. solo ten todo listo para hablar con el personal.

──Ok, a Vivien le encanta que estés aquí. Esta muy feliz estos días, y Cassie ni se diga. Les grita a las amigas que su tío guapo es el mejor. ──rio al escucharlo.

──¿Puedo buscarla en clases hoy?

Quiero hacer algo que anime a Arielle y Cassie es experta en levantar el ánimo de quien sea.

──Si, claro. Déjame y notifico a dirección que irás por ella. La dejas en la casa, allá estará la señora Nelly esperándola.

──Gracias, Alex.

Tranco la llamada, y ahora solo me queda esperar porque mi sobrina y Arielle salgan de clases. Así que pasó el tiempo trabajando en la empresa, revisando todos los informes que me ha enviado Alex y cuando menos lo espero el día a pasado y me toca salir por Cassie.

Ella sale primero que Arielle, así que conduzco hasta la primaria, me formo en la cola de autos que espera con paciencia la entrega de los niños, voy avanzando poco a poco mientras hago el pago de la sorpresa de Arielle por medio de mi teléfono.

Cassie chilla en la distancia al ver mi camioneta y señala hacia donde me encuentro para que sus amigas me vean, ya que soy un tío cool me bajo de la camioneta para que puedan verme y recibo con los brazos abiertos a mi sobrina que corre hacia mí.

──¡Tio!

──Hola, Cass… ¿Quieres presentarme?

──Obvio. ──ríe divertida, la guío hasta sus amigas y ella con rostro de orgullo y muy altiva me presenta. ──. Chicas, él es mi tío Rhett. Hace mucho ejercicio y tiene mucho dinero. ¿Verdad, tío?
Asiento muerto de la risa mientras las niñas se quedan absortas observándome.

──¿Tío, estás soltero? ──pregunta Cass agitando sus pestañas hacia mí.

──Ehh… me gusta alguien, estoy tratando de conquistarla. ──susurra.
Todas bufan.

──Lo siento, chicas. Mi tío tiene dueña… chao, hasta mañana.

Caminamos hacia mí camioneta y la ayudo a subirse en esta, le coloco el cinturón y sonríe feliz.

──Ha sido un éxito. ──murmura, le guiño un ojo. Y rodeo rápido la camioneta para ponernos en marcha.

──¿Cómo estuvo el día?

──Genial, ya sabes. Soy un genio. ──niego divertido.

──Lo se, ahora pequeño genio. Necesito un favor de tu parte. Iremos a buscar a una amiga y quizás le haga falta un poco de compañía, comeremos helado y todo lo que quieras con ella. ¿Te parece bien?

Mira hacia la ventanilla y sonríe.

──¿Es la chica que te gusta?

──Lo es… pero nadie puede saberlo. Aún no.

La detallo por el retrovisor, gira su rostro hacia mí y asiente.

Vivien no puede saber aún que estoy “saliendo” con Arielle, se que lo prohibiría. Ya que es su paciente…

Cassie y yo cantamos algunas canciones camino al instituto, mi sobrina calla al notar donde estamos, es lógico que sepa donde trabaja su madre.

──¿Qué hacemos aquí?

──Arielle, estudia aquí. ──mi sobrina abre sus ojos pero se recompone. ──. Por eso nadie puede saber, no aún.

──Mi mamá va a matarte. ──suelta para hacerme reír.

──Alarguemos mi vida un poco más. ¿Si?

──Te costará muchos helados, tío. ──chantajea.

Niego con diversión, y marco el número de Arielle para notificarle que estoy acá. Tarda en contestar pero lo hace.

──Cumplo una promesa. ──susurro, su largo suspiro me indica que ha sido un día de mierda.

──Voy saliendo.

Apago el motor mientras Cassie tararea una canción, mientras yo ruego por todos los cielos que mi hermana no salga en ningún momento.

──Mamá, no sale a esta hora. Ella tiene reuniones.

En la distancia detallo a Arielle viene con la mirada pegada al suelo, y aferrada a su bolso, ignora el entorno y camina lo más rápido que puede.

Me bajo rápido y le abro la puerta, ella no dice nada, solo sube en silencio.

Vuelvo a mi puesto donde puedo detallar que Cassie intenta verla.

──Imagino que este día no ha sido fácil pero desde este instante todo va a cambiar. Quiero presentarte a alguien.

──No es buena idea… ──murmura.

──Hola. ──dice mi sobrina detrás de Arielle, la rubia eleva su mirada y gira su rostro para dar con la pequeña que se encuentra atrás. ──. Me llamo, Cassie soy la bella sobrina de Rhett. ¿Quieres comer helado conmigo?

──Yo…

Arielle duda, pero Cassie le sonríe de oreja a oreja.

──Mi tío me debe un helado, tiene que empezar a pagarme la deuda que tiene. Acompáñanos, por favor.

──Esta bien.

──Gracias… tío quiero helado de pistacho. ¿Y tú de qué lo quieres?
Ariella se queda pensativa con la mirada al frente.

──De mantecado. ──susurra. ──. Nunca he probado un helado de pistacho.

──¡Que! ¿En serio? ──exclama, Cassie. ──. No, vamos ya por el helado de pistacho, tío. ¿sabías que mi tío tiene un corte de cabello que se llama samurái?
Arielle sonríe de lado.

──¿Lo googleaste?

──Oh si. Lo busque en internet… y todas mis amigas andaban locas por él hoy.

──¿En serio? ──inquiere Arielle ampliando su sonrisa.

Siento un alivio al notar como poco a poco se va relajando y se va soltando con Cassie quien llega a un punto que la hace reír con fuerza y sencillamente todo lo malo del día que escondido en un esquina porque poco a poco va saliendo a relucir el alma brillante de Arielle, esa misma que la ansiedad intenta opacar.

──Eres muy bonita, Arielle. ──susurra Cassie sujetando la mano de Arielle mientras caminamos hacia los helado.

──Tu eres más bella. ──musita en repuesta.

──Mi tío dijo que estaba tratando de conquistarte.

La rubia se tensa y me da un mirada nerviosa.

──¿Cuándo dijo eso?

──Hoy, varias veces ha hecho comentarios… le gustas, y a mi también me gustas. Me caes bien.

Arielle se sonroja.

──Ok, ¿De que quieren los helados?

──¡Pistacho! ──dicen las dos al mismo tiempo.

Asiento haciendo el pedido y extiendo los helados a cada una, me acerco ligeramente a Arielle quien ya se muestra más tranquila.

──Te tengo una sorpresa…

Eleva hacia mí su mirada con timidez.

──¿Cómo así?

──¿Te gusta Coldplay?

──Sabes que si…

Sonrío de oreja a oreja, y su rostro se llena de curiosidad. Saco mi teléfono y le muestro la compra que hice hace un par de minutos.

Su rostro se desencaja, y Cassie a su lado chilla llena de emoción.

──¿Es en serio?

──Muy en serio. Todo para verte sonreír… todo.

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