Capitulo 65
Arielle Vanderberg
Esto no es una despedida.
Rhett se está duchando mientras yo termino de acomodar mi ropa en el clóset.
Todo poco a poco va tomando forma, ya se siente como un hogar. Recorro con mi mirada la habitación, sé que la soledad en algún punto llegará a abrumarme pero creo que podré con ello.
Creo…
Cierro mis ojos por un instante buscando calmar mi respiración, y lo logro.
Yo podré. Sé que si.
Cierro las puertas del clósets recargando mis manos en estas.
──Estaba viendo nuestras fotografías. ──susurra Rhett, me giro para verlo.
──¿Mientras te duchabas?
Inquiero elevando una de mis cejas divertida, Rhett ríe con fuerza.
──No necesito tocarme, si estás tú. ──dice. ──. Estaba viendo nuestras fotos, y hemos vivido grandes momentos juntos. ¿Lo sabes?
──Lo se.
Me acerco a él.
──Contigo mi vida cambió, y la verdad es que he vivido los mejores momentos de ella a tu lado.
Baja su rostro hacia él mío, su cabello está húmedo, y las gotas de agua corren por su cuerpo.
──Estoy muy orgulloso de ti. ¿Lo sabías? ──dice en un leve susurro. ──. Haz logrado tanto desde esa primera vez que nos vimos, ¿Lo recuerdas?
Asiento mordiendo mi labio.
──Mi corazón iba a salir de mi pecho cuando tus ojos se posaron en mí. ──confiesa.
Trago grueso.
──Nunca nadie me había hecho sentir como tú lo hiciste solo con tu mirada…
──¿Qué tenía de especial?
Sonríe levemente.
──Eres especial en todos los sentidos, en todos y cada uno de ellos. Ya veo magia cuando te miro, y mi corazón se agita con solo verte. Así de mágica eres… yo veo realmente quien es Arielle, y eso nadie va a quitármelo, y espero que cuando te veas en el espejo notes lo maravillosa que eres.
Sonrío al escucharlo.
──Ya lo hago. Lo hago al verme reflejada en tus ojos.
──¿Entiendes que voy a amarte toda la vida?
──Lo entiendo. ──respondo. ──. ¿Y tú comprendes que sigo siendo de alta demanda?
Sonríe débilmente.
──Si, y me gusta que sea así. soy egoísta, lo sé.
──No me importa. Yo te amo así.
Mis dedos van hacia la toalla que cubre su cuerpo de la cintura para abajo, sonríe lleno de picardía robándome más que un suspiro.
Lo amo.
Lo amo con toda mi alma.
Viví en tanta oscuridad por tanto tiempo que jamás pensé llegar a ver la luz, y lo hice con él a mí lado. Es realmente un sueño para alguien como yo tener a una persona a tu lado que está dispuesta a vivir las tormentas que viven asomándose y acechando.
Me lleno de dudas con facilidad, cuestionó sus sentimientos y sus intensiones pero no dudo de su amor por mi, y jamás lo haré porque con creces me ha demostrado que es real.
Mi Rhett Owens es real, y es mío.
Paseo mis manos por sus muslo, y hace un gesto que seca mi garganta cierra sus ojos dejando caer su cabeza hacia atrás…
──Arielle…
Y ese leve susurro me alienta a seguir con mis caricias, Esas que lo hacen jadear, incluso temblar bajo mi toque.
Me ha enseñado a descubrir su cuerpo y el mío, y esa clase de intimidad entre ambos nos ha hecho uno solo.
Su mano va a mi cuello de manera posesiva, y me gusta que lo haga así.
──No voy a poder irme de aquí sin ti. ──sisea.
Y se apresura a besarme desesperado, es un beso pasional… donde nuestras lenguas buscan la necesidad del roce, del choque entre ambos, es un beso lleno de tanto.
Nuestros labios chocan, al igual que nuestro dientes.
──Te amo, carajos. Te amo demasiado, Arielle.
Murmura pegado a mis labios, y eso me enciende más, me olvidó de un punto mundo donde mi mente se tambalea, adiós los mareos, adiós las nauseas, hasta nunca las dudas.
Me guía hasta la cama mientras mi mano sigue haciéndole eso que tanto lo desarma y desestabiliza.
──¿Me amas? ──inquiere con voz ronca.
──Te amo con cada respiro que doy. ──respondo mirándolo a los ojos, con total sinceridad.
Él es mi aire.
Él me hace sentir que puedo realmente respirar.
Sus besos bajan a mi cuello, en busca de encender mi piel, y todos mis pensamientos oscuros, esos mismos que quieren darle todo lo que su cuerpo desee…
Sus manos me quitan la camiseta de él que llevo puesta, desnudándome y dejándome solo con mi pequeña braga.
──Oh Dios. ──jadea el recorrerme con su mirada.
──Esto no es una despedida, Ladrón de Dalias. ¿Ok?
──Ok, mi apellido extraño. No lo es… vendré por ti, tú irás por mi… y nos vamos encontrar en el medio, y vamos a formar un futuro juntos.
──Un futuro juntos.
Susurro, dejándome caer en la cama con él.
Sus caricias intensas y pasionales me llevan al cielo, besa hasta el lugar más recóndito de mi cuerpo haciéndome gemir su nombre llena de desespero, hasta que invade mi cuerpo con fuerza… y hacemos realidad eso que somos, Uno solo.
Sus embestidas, y mis movimientos de cadera buscando ese encuentro necesitado que disfruto con locura en esta entrega llena de amor.
Él arriba de mi cuerpo apoderándose de todo lo que tengo para ofrecerle… es justo lo que quiero en estos momentos de mi vida.
Lo quiero a él, sólo a él.
──Mia…
──Mío…
Y con eso mi clímax llega, y detrás de este el suyo.
Tiemblo entre sus brazos que sé que jamás me soltarán, ni me dejaran caer.
Nos abrazamos disfrutando de la recuperación del aire que se nos escapó con aviso previo, y yo me pongo a pasear mis dedos por sus tatuajes que tanto amo.
──Escuche una canción hace días. ──dice. ──. Quiero ponértela. ¿Me dejas estirar el brazo?
Inquiere haciéndome reír, ya que estoy acostada sobre el brazo que quiere utilizar.
──Ok…
Me siento en la cama, para verlo buscar su teléfono que quedó en el suelo, toma la manta y nos cubre a ambos para luego ponerse a buscar la canción y al ver el título y quién la canta… mi corazón se arruga.
Es perfecta para lo que estamos por vivir.
──Gravity… ──susurro.
──Si. ──traga grueso. ──. La gravedad va atraernos de vuelta. Es tuya y mía, así como Yellow y Fix you. Ellos cantan nuestra historia, y tu la escribes…
La canción comienza a sonar y siento que un nudo se forma en mi garganta.Estamos a horas… a horas de separarnos por más tiempo del que quisiéramos.
Me abrazo a su pecho con fuerza dejando que la música nos sumerja en nuestra burbuja, en ese momento que nos llevará a estar unidos.
La gravedad va a empujarnos de vuelta, lo sé.
****
Caminar por Utah para conocer lugares es lo que haremos horas antes de que tenga que irse. Quiero que sepa cuáles son los lugares a los cuales iré, y quiero estar en ellos con él en este momento, creando unos primeros recuerdos.
──¡Amor mira! ──dice llamando mi atención hacia un punto.
Una librería.
──No quiero ir. ──suelto con temor y no sé porque.
No puedo sentir vergüenza porque mi libro este en una biblioteca, al contrario debería sentirme orgullosa.
──¿Por qué? Vamos… tus copias aún no llegan, seguro allí lo tienen. Hagamos eso juntos. Compláceme… ──pide.
Me giro a verlo, y hace un puchero que no va de acuerdo con su edad y contextura.
Río al verlo.
──No eres chiquito.
──Lo sé, pero vamos… ¿Si?
──Ok.
Me rindo ante sus pucheros de niño que no compaginan con él.
Cruzamos la calle apresurados, la librería es bellísima, madera, mesas para tomar café y miles de libros cubriendo sus paredes.
Ok, tengo nuevo lugar favorito.
Mi mirada recorre el lugar mientras Rhett va directo a la caja, no se a que pero mi mente y mi corazón sonríen viendo lo hermoso y relajante del lugar. Camino hasta una de las mesas que se encuentran pegada a la vitrina y me siento en esta paseando mis manos por la madera.
El olor de libro y madera es lo mejor que existe en este mundo.
Son aromas relajantes…
Cierro mis ojos por un instante, y el roce de algo en mis manos me hace abrirlos…
Mi libro acompañado de una pequeña cajita.
──Tu libro… y un collar para que recuerdes siempre este momento único entre los dos.
Mi nombre en la portada, las letras en blanco de Respira en relieve, y el hermoso tono turquesa que resalta en su bella portada con un dibujo de mi.
Una portada que al principio me intimidó pero que acepte porque es mi historia, mi vida… mi ansiedad.
Paseo mis manos por la portada enamorada de lo que veo, y luego paso a la pequeña cajita donde resalta una Dalia giratoria.
Es un collar para la ansiedad.
──Ya tienes un anillo, ahora el collar que te hará salir de cualquier episodio que pueda presentarse. Aunque sé que tú puedes sola, siempre has podido…
Abrazo las dos cosas y sonrió llena de extrema felicidad. Me hace una fotografía, y luego toma una de ambos con el libro para enviársela a mi mamá y a mi papá.
Es algo que nos llega a todos.
Un recuerdo que vivirá para siempre.
Dos lattes son servidos, y sonrío a la chica.
──Gracias.
──Son por parte de casa, nunca habíamos tenido una autora aquí, tu libro es hermoso. Gracias por escribirlo. ──susurra con una linda sonrisa que dice mucho.
Sufre de ansiedad…
──De nada… ──musito. ── . Recuerda siempre respirar.
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Respira
RomansaA veces olvidamos que la vida consiste en tomar un largo respiro y continuar con el camino. Si algo he aprendido es eso... ha apreciar hasta esa pequeña bocanada de aire fresco que inhalas y expande tus pulmones haciéndote sentir vivo y pleno. Vol...